Claudine Tixier, Elodie Wallers, Nicolas Atride y Alexandre Vannier son unos franceses que viven enamorados de Colombia, con todo y sus ‘peros’. La primera trabaja en Bogotá en una agencia de viajes que promueve los destinos turísticos más insospechados de esta tierra; la segunda es arquitecta especialista en conservación y vive en Barichara (Santander); y Nicolas y Alexandre vinieron a conocer por invitación de ellas.
Son amigos de años. Turistean por distintas latitudes y les atrae Colombia por su color, su gastronomía y su gente. Llegaron a Guatavita en bus (flota intermunicipal) y al ordenar su almuerzo fueron más bien sencillos: menú del día (ajiaco más bandeja con carne asada y jugo de lulo) y trucha al ajillo, un plato típico guatavitense por la pesca de la región.Su plan es conocer todos los parques y reservas nacionales y, por eso, empezaron en Guatavita: estirpe de naturaleza, riqueza histórica y gastronomía única.Otros platos descubiertos en este recorrido son: el cordero asado en sal, la chanfaina (una receta típica cuyos ingredientes básicos son carne de cordero, patas de cordero, sangre cocida, cebolla, ajo y cilantro). A esa mezcla se le puede añadir arroz para terminar sazonando con más sangre, pimentón y huevo duro picado, pepitoria (vísceras de cabro, bofe y arroz), trucha al ajillo y muchas más opciones. Nuestra sugerencia es probar y decidir qué tolera su paladar y qué no.El folclor local también deja ver un ansia de libertad y expresión artística. Eso lo encontramos con Mafe Hadad, una artesana de los tejidos que deja muy en alto el talento guatavitense.
Si bien Mafe no es nativa, llegó al municipio hace 20 años y desde entonces se siente como en su casa. De origen antioqueño, teje desde niña con diferentes materiales, pero lo suyo es el tejido de algodón puro. Sus diseños “son únicos” y “ninguno es igual al anterior”, dice.Esta diseñadora de modas reunió a un grupo de 20 mujeres de la región para enseñarles el arte de tejer. “Cuando ellas ya están finas en la técnica y el tallaje vienen a mi taller y yo les retribuyo con dinero su trabajo. Es un esfuerzo día a día que me han reconocido”, señala.“Guatavita es un pueblo muy turístico, estas prendas llegan a las manos de rusos, italianos, franceses, holandeses… le vendo a chinos, a peruanos, a ecuatorianos –con lo difícil que es venderle a ellos por su riqueza artesanal a gran escala–”, destaca. Y concluye: “Yo quiero que nuestro trabajo sea valorado y reconocido, porque no es fácil salir adelante con tanta competencia”.El Festival ‘A vuelo de cóndor’ es una iniciativa de Semana, la Gobernación de Cundinamarca, con su marca regional ‘Cundinamarca, El Dorado, la leyenda vive’, y Cine Colombia. En alianza con: Fuerzas Militares de Colombia, Amarilo, Aguardiente Néctar y Ron Santafé. Con el apoyo de: ETB, Parque Jaime Duque, De Todito y Margarita.Serán tres meses de recorrido y un inventario de aventuras anclado en el corazón de Colombia.Síganos en nuestra redes sociales:Facebook: https://www.facebook.com/FestAVuelo/ Instagram: https://www.instagram.com/festavuelo/