Cuando el senador Iván Cepeda comenzaba el debate sobre los supuestos vínculos de Álvaro Uribe con las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), el miércoles 17 de septiembre, sorpresivamente el expresidente y ahora senador pidió permiso en el recinto, se levantó y contó que se iba para la Corte Suprema de Justicia a entregar evidencias sobre aparentes presiones de senador de izquierda a exparamilitares para que lo involucraran con ese grupo irregular. Al cabo de una hora Uribe regresó al recinto y horas más tarde se conoció que lo que había hecho era alimentar una denuncia suya, interpuesta en marzo del 2013, sobre un presunto pago de dádivas y el ofrecimiento de beneficios jurídicos por parte de Cepeda a dos paramilitares, entre ellos Juan Guillermo Monsalve, que vincularon al expresidente y a su hermano Santiago con jefes organizaciones criminales. En esta oportunidad Uribe conoció de otros dos testimonios que van por el mismo camino. Se trata de las versiones de Ramiro de Jesús Henao y Gabriel Muñoz Ramírez, quienes les relataron a investigadores adscritos a la oficina del abogado defensor de Uribe que Cepeda estuvo en la cárcel ofreciéndoles beneficios a cambio de que contaran lo que sabían sobre Uribe. No se trata de dos paramilitares de poca monta. Así, por ejemplo, Ramiro de Jesús Henao, alias ‘Simón’, es un temido excombatiente del frente Batallas del Centauro, adscrito al bloque Metro de las AUC. Durante años ‘Simón’ fue el terror del oriente antiqueño y hoy paga cuatro condenas por los asesinatos de una profesora, dos sindicalistas y un conductor de un bus. En el 2013, en una entrevista con Semana.com, Henao reconoció que ha hecho esfuerzos, algunas veces infructuosos, para que las autoridades lo oigan. Él podrá confesar y contribuir con el esclarecimiento de cerca de 800 homicidios,perpetrados por las AUC en esa zona del departamento de Antioquia, lo mismo que entregar fosas. Semana.com conoció las dos declaraciones. En la primera, Henao, recluido en la cárcel de Itagüí, les dijo a los investigadores de la defensa de Uribe lo siguiente: “Como en el 2012 vino el doctor Iván Cepeda y me entrevistó aquí en la dirección. Yo pensé que la entrevista va a ser basada sobre el tema humanitario sobre las fosas, donde yo le manifesté que tenía unas fosas para entregar”. Me dijo que no le interesaba el tema de las fosas y que lo que le interesaba era que yo le sirviera de testigo y que dejara grabar una entrevista donde yo manifestara que el doctor Álvaro Uribe había estado en un caso de un guerrillero que fue dado de baja en el municipio de Vegachí”, dijo Henao. El exparamilitar siguió su relato y aseguró que Cepeda le pidió "que dijera que el doctor Uribe y Santiago (Uribe) habían estado en una finca donde nosotros habíamos capturado al guerrillero que le había dado una cachetada y que había ordenado que lo asesinara. Que él necesitaba que yo le diera esa entrevista”. Henao dijo que Cepeda le prometió lo que “quisiera” y que le conseguía algún beneficio administrativo, “que le dijera yo qué quería, qué pedía”. El exparamilitar se negó y, según se desprende de su declaración, le dijo al congresista no estar de acuerdo con lo solicitado y que nunca ha compartido mentiras. “Me paré de la mesa y no me gustó”, dijo. La segunda declaración entregada por Uribe a la Corte es la de Gabriel Muñoz Ramírez, de 57 años de edad y excomandante de las AUC en los municipios de San Carlos, San Rafael, Guatapé. Está condenado a 40 años por dos homicidios de los que dice es inocente. En su relato a los investigadores aseguró: “Fui llamado por el doctor Iván Cepeda que la abogada me lo trajo aquí donde el director de la cárcel. (…) El doctor Cepeda le dijo al director de la cárcel que se saliera para hacerme unas preguntas. Me preguntó que si yo conocía a Álvaro Uribe. Yo le dije que por televisión”. Más adelante Muñoz dice que Cepeda quiso utilizarlo para que hablara contra el exmandatario. “Que yo dijera que nosotros le habíamos colaborado (a Uribe), que ‘Jota’ (jefe paramilitar) lo apoyaba en la política cosas así. Yo me enojé y le dije que no prestaba para ese juego porque él estaba con Álvaro Uribe peleando y que seguro era por política. Hasta ahí yo me retiré. Después la doctora Mercedes siguió insistiéndome a mí que hablara. Ella me insistía para que hablara”, relató. Según los registros, alias ‘Jota’ actuó principalmente en el municipio de Amalfi y luego se expandiría hacia Anorí con el respaldo pleno de los comerciantes que sostuvieron financieramente a las autodefensas. El exparamilitar aseguró que Cepeda le ofreció sacar a toda su familia del país y radicarlo definitivamente en la cárcel de Itagüí ya que iba de cárcel en cárcel. Con estas declaraciones, unidas a las primeras presentadas en el 2013 por Uribe contra Cepeda en la Corte, la defensa del exmandatario pretende que el alto tribunal y la Procuraduría hagan claridad sobre este tema. Jaime Granados, abogado de Uribe, asegura que Cepeda, prevaleciéndose de su investidura, ha montado una ‘comisión de acusaciones privada’ y ha ejercido presiones a excomandantes de las AUC, con dinero de por medio, para que ellos hablen en contra de su cliente. “Verificada esta información, si hay algún delito de por medio, tanto la Procuraduría como la Corte Suprema, que hagan lo que corresponde y que actúen con la misma contundencia de otros casos. Es hora de ponerle fin a esto”, dijo Granados a Semana.com. En entrevista con Semana.com, el senador Iván Cepeda aseguró que cuando sea llamado por la Corte Suprema a hacer mis descargos demostraré que este es un nuevo montaje con el que se pretende enlodar mi nombre y desviar la atención sobre las documentadas afirmaciones que hice en el debate el pasado 17 de agosto. “No estoy recolectando testimonios en las cárceles con el propósito de acusar a Álvaro Uribe. Hay 24 paramilitares que han hecho declaraciones en versiones ante fiscales y jueces de justicia y paz y en otras instancias judiciales. Soy un servidor público y conozco los límites de mis actuaciones”, dijo Cepeda. En cuanto a los supuestos beneficios que dicen ofrece, Cepeda aseguró: “No puedo prometer beneficios, ni tramito eso ni ofrezco nada en las cárceles. Esas visitas se hacen supervisadas por el sistema carcelario. De esas visitas queda un rastro sobre cómo se hicieron”, concluyó Cepeda.