No para la polémica tras la denuncia que hizo el exsenador Gustavo Bolívar sobre la existencia de una presunta red de explotación sexual en el Congreso. El congresista fue citado por la Corte Suprema de Justicia, para que ratifique y amplíe los señalamientos que hizo en la revista SEMANA en los que asegura tener información sobre este expediente.
La diligencia se iba a realizar esta semana, pero debido a que Bolívar no se encuentra en el país, será reprogramada y está pendiente la fecha. Según fuentes del alto tribunal, consultadas por SEMANA, la diligencia se haría en el mes de enero o febrero.
El escándalo involucra a varios casos; de hecho, el exsenador, quien es una de las caras más visibles del Pacto Histórico, manifestó que cuatro mujeres le señalaron que fueron “esclavizadas sexualmente” para la entrega de “contratos de prestación de servicios de dos o tres meses”. De esto habrían tenido participación y conocimiento varios senadores y funcionarios.
“Eso existe. Se va identificando. Uno empieza a ver que hay muchas niñas bonitas en diferentes ramas. Estoy contándole denuncias que me hicieron ellas en mi oficina. Mi secretaria está de testigo. Ella fue la que me dijo que había unas niñas que querían hablar conmigo. Yo le dije: claro, las escucho. Para poderlas esclavizar sexualmente, les hacían contratos de dos o tres meses. Es más fácil para que vuelvan a estar con ellos, que si los contratos se los hacen por un año. Las mantienen así, con contraticos chiquitos”, puntualizó el excongresista.
El pasado 9 de enero, tras conocerse la entrevista, la Fiscalía General también abrió una investigación de oficio para esclarecer la veracidad de las acusaciones. Debido a esto se citó a Bolívar para que ampliara sus denuncias y entregara más información que permitiera identificar a las víctimas de estas presiones de índole sexual.
El exsenador insiste en que tiene sustento para decir lo que, sin duda, es un escándalo de cuenta mayor. Bolívar se defendió de quienes lo señalan de no haber actuado a tiempo frente a las escandalosas denuncias. Dijo que él lanzó una campaña al enterarse que “varios poderosos del Senado aprovechaban su poder para someter sexualmente a algunas contratistas. Pusimos estos carteles en ascensores y pasillos del Congreso. Desde 2018 he tratado de visibilizar este grave problema, pero hasta ahora la denuncia tiene eco”.
Mostró una publicidad que se titula: ¡No están solas! “Ellos no son tan poderosos como crees”. Y en un párrafo aparte se lee: “Quien cometa el delito de acoso sexual, incurrirá en presión de uno a tres años (Ley 1257 de 2008)”.
En su cuenta personal de Twitter, Bolívar también afirmó que en otra entrevista, también contó el tema. “Me acusan de no haber llevado esto a la Fiscalía. No lo hice porque las víctimas no me autorizaron a dar sus nombres. Sin testigos, muy difícil. Quedo como calumniador. Nadie puede imponer a las víctimas los tiempos para denunciar”, expresó.
Ellas -según Bolívar- “me pidieron reserva absoluta por la gravedad de los hechos y el riesgo que corren ante sus victimarios que detentan el poder. Ante la imposibilidad de entregar los nombres de las mujeres que vivieron estas violencias, he tenido que aplazar en el tiempo mi deber de llevar este caso ante la justicia”, contó.
El despacho del magistrado Marco Rueda, entonces, encargado de la investigación pese a que Bolívar renunció al Congreso, será quien lidere las pesquisas de uno de los expedientes más polémicos de la vida política en la historia de Colombia.