La Corte Suprema de Justicia será la encargada de investigar al senador de Comunes, Carlos Lozada, por su versión en la que señala a un testigo como responsable en el magnicidio de Álvaro Gómez Hurtado. Para la Fiscalía, el alto tribunal es el que tiene la competencia para asumir las pesquisas.
La decisión se da luego del choque de versiones entre él y el exmilitante de las Farc Reinel Guzmán sobre la autoría del crimen.
Precisamente, SEMANA reveló, en su momento, un audio en el que se escucha a Reinel Guzmán, exguerrillero, en una conversación que serviría como prueba de una posible amenaza de Carlos Lozada en su contra, por contradecir la versión sobre el magnicidio. De hecho, el documento señala que esta prueba “evidencia que la jefatura de dicha estructura nunca tuvo conocimiento ni autorizó el asesinato de Álvaro Gómez”.
En el audio, que generó el cruce de versiones, Rafael Gutiérrez le termina dando la razón a las dudas de la familia Gómez al señalar: “La realidad es que, si eso lo hizo las Farc, fueron cuestiones del Secretariado que tomó esa decisión, pero esa información nunca llegó a la dirección del bloque, porque yo nunca la supe. Por eso necesito hablar sobre esta situación porque no voy a responder por eso”.
La historia, desde la orilla de las Farc, fue contada por Lozada cuando le preguntaron sobre quiénes podrían dar fe de la tesis de la autoría del magnicidio. Allí mencionó a varias personas: Jorge Briceño, Martín Villa, Mauricio Jaramillo, Fernando Marquetalia, Grannobles, Alberto Martínez, Esteban Martínez, el ahora polémico Rafael Gutiérrez y él. Y es justamente el audio el que desmiente la versión.
Se escucha a Lozada decir: “Yo lo conocí a usted como en el año 1993, hace 27 años. Usted y yo estuvimos en situaciones de la guerra y tenemos secretos como un hijueputa, para hablarlo sinceramente. Tenemos que partir de la confianza entre nosotros. Yo no lo estoy comprometiendo, vaya y mire el video. Usted verá si niega que era del estado mayor, eso sí ya es problema suyo”.
Los Gómez no le creen a las Farc
Por su parte, la familia del líder conservador Álvaro Gómez Hurtado, asesinado en noviembre de 1995, a la salida de la Universidad Sergio Arboleda, presentó a la Jurisdicción Especial para la Paz el documento con el que pide que la investigación no la asuma la justicia transicional y que se tome la decisión de expulsar de dicho tribunal a Carlos Lozada, actualmente congresista del partido Comunes.
Para la familia Gómez resulta poco creíble que Lozada haya señalado a Jorge Briceño (el Mono Jojoy) como la persona que “le había informado por primera vez que las Farc habían asesinado a las víctimas” y, posteriormente, “que él mismo había ejecutado el asesinato mediante sicarios, como reiteradamente lo afirmó ante la JEP”.
Enrique Gómez, sobrino de Álvaro Gómez y abogado de la familia, señaló que no hay duda de que todo fue pactado en el Acuerdo de Paz de La Habana. “Lozada pudo haberse comprometido a soportar o suministrar la tesis de la autoincriminación de las Farc en el magnicidio. Hubo mucha cosa oculta en La Habana, y en este caso se está desviando la atención para encubrir a una persona: Ernesto Samper”. “Son gravísimas las inconsistencias, las mentiras, y ahora la intimidación de un testigo que él mismo citó”.
“Lo que no deja de sorprender es que esta persona, que era un par en mando con Lozada en el estado mayor conjunto, en el bloque central de las Farc, no tenga ninguna referencia concreta sobre la participación de esa estructura en el homicidio”, agrega.