En las últimas horas de este martes 23 de agosto, la casa del alcalde de Uribia, La Guajira, Bonifacio Henríquez Palmar, fue impactada con una granada.
El mandatario le dijo a SEMANA que afortunadamente no se encontraba en su residencia, puesto que acababa de aterrizar en la ciudad de Bogotá por un compromiso que tiene el día de mañana; asimismo, su madre, con quien vive en la misma casa, había salido minutos antes del atentado.
“Gracias a Dios estamos bien. Mi madre había salido cinco minutos antes de que impactaran la granada”, dijo y comentó que desde hace un mes ha venido recibiendo amenazas fuertes, no solo él, sino también su hermana, una reconocida gestora social de la zona.
“Hice las respectivas denuncias ante el Gaula y también a la Unidad Nacional de Protección (UNP), entidad que está esperando que el protocolo de la Policía le pasara toda la información pertinente; pero lamentablemente el tiempo se agota y justamente el día de hoy, los que me amenazan cumplieron. Me han escrito desde números extranjeros de Chile y Venezuela, que iban a atentar contra mi vida, que me iban a tirar granadas”, reveló.
Frente a lo ocurrido, está esperando las llamadas de la Policía y el Gaula, frente a las medidas que van a tomar para proteger su vida y la de su familia. “Quiero aprovechar este medio para manifestar mi preocupación como mandatario local, estoy muy inquieto por mi integridad física y también la de mi familia. Además de estas amenazas, a mi familia les llegó una información que había serios indicios de querer afectar contra mi vida”, aseguró.
También le envió un mensaje al Gobierno nacional. “Espero que el Estado colombiano haga las respectivas protecciones; quiero decir que además soy líder social e indígena, no me van a callar, antes le alzo mi voz para proteger a la comunidad wayúu y a la sociedad en general”, señaló.
Por último, indicó que mañana asistirá a un evento en Asunción, Paraguay, un encuentro de mandatarios de la Unión de Partidos Latinoamericanos (Upla). “Fui invitado a este evento para exponer temas precisamente de la región. Regreso el día sábado a Bogotá y a La Guajira el día domingo”, concluyó.
Exguerrillero fue víctima de un atentado en zona rural de Tuluá, Valle
Otro firmante del acuerdo de paz entre las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) y el Gobierno estuvo cerca de ser asesinado en zona rural de Tuluá, Valle del Cauca.
Sujetos armados abrieron fuego indiscriminadamente contra Alexánder Forero en el corregimiento Puerto Frazadas este domingo. El exguerrillero resultó herido de gravedad por los disparos y tuvo que ser trasladado a un centro asistencial.
El atentado fue denunciado por la Cooperativa Multiactiva de los Comunes (Coomulnes) en un comunicado. “Con profundo dolor hemos tenido que despedir a nuestros compañeros asesinados, desplazados, exiliados, perseguidos e intimidados de forma continua por su compromiso por transformar un país y resarcir lo dolores recíprocos que nos causó la guerra”, asegura el pronunciamiento.
Tras este atentado, dicha corporación exigió acciones concretas que reduzcan los hechos violentos contra los exguerrilleros. “Elevamos de manera enérgica nuestra voz, solicitando al nuevo Gobierno de la paz, a los organismos de control del Estado colombiano, a las ONG defensoras de los derechos humanos, a la comunidad internacional, para que aunemos esfuerzos y voluntades en implementar el acuerdo de paz y consolidar las garantías constitucionales que deben proteger la vida y la integridad de cualquier ciudadano en Colombia y de nuestra población en reincorporación comprometida en la construcción de paz con justicia social”, recomendaron.
En la zona rural de Tuluá hay evidencias de la presencia de la disidencia Adán Izquierdo de las Farc. Las autoridades no se han pronunciado sobre este atentado.
Por su parte, el partido Comunes –antes Farc– se solidarizó con la familia del exguerrillero y solicitó que el acto violento sea investigado y esclarecido. “No más violencia, el tiempo para la paz es ahora”, enfatizaron en un comunicado en el que también dicen confiar en el presidente Gustavo Petro y su búsqueda de una “paz total” con los diferentes actores armados del país.
Desde la firma del acuerdo de paz, en 2016, han sido asesinados 338 exguerrilleros que se acogieron al arreglo, según el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz).