Una serie de interrogantes son los que tratan de resolver las autoridades en el extraño caso de un menor de edad que resultó herido en su cabeza por una bala pérdida en la localidad de Bosa, al sur de la ciudad. David Santiago, de nueve años de edad, se encontraba en la tienda de su papá, en la mañana del miércoles 29 de junio, cuando fue impactado en su cabeza por un proyectil.

El papá del niño pensó que su hijo se había caído y se había golpeado la cabeza. Al ver que no reaccionaba, desesperado, pidió ayuda a los vecinos para trasladarlo al hospital de Kennedy. Relató que encontró a su hijo atravesado en el marco de la puerta, al lado de la taza del baño, boca abajo, inconsciente.

Al llegar al centro médico, el dictamen de los médicos fue devastador: los especialistas le informaron al papá de David Santiago que su hijo presentaba muerte cerebral por una bala que había impactado en su cabeza.

SEMANA habló con el comandante de la Policía de Bosa, el coronel Jhon Guerrero, quien indicó que son varios los elementos que se encuentran bajo investigación.

El oficial dijo que el caso sucedió hacia las 10:30 a. m. del miércoles, pero que la policía solamente fue informada hacia la 1:30 p. m. Que la escena del delito fue manipulada, la sangre fue limpiada por terceras personas y que el papá ha entregado varias versiones de lo sucedido.

“Acudimos a la 1:30 p. m., la patrulla del sector, al llegar a la zona, se encuentra con la madrastra de David Santiago, quien manifiesta que los hechos ocurrieron en la mañana y que, de acuerdo a la información que ella tenía, el niño presentaba un golpe en su cabeza y por eso fue trasladado al centro asistencial”, explicó el oficial.

Agregó que, “el lugar de los hechos había sido manipulado en el contexto de que entraron, barrieron y limpiaron la sangre. No sabemos si lo hicieron por desconocimiento, pero el lugar de los hechos fue manipulado”.

Así mismo, el coronel indicó que entrevistó a los vecinos del conjunto residencial, para saber si en el momento de los hechos escucharon algún disparo o gritos, pero que la respuesta era que no habían escuchado, ni visto nada fuera de lo común.

“Solo escucharon cuando el padre del niño sale con él en los brazos y comienza a pedir ayuda, y es ahí cuando uno de los vecinos lo acompaña para llevar al menor al hospital de Kennedy”, manifestó el policial.

Explicó que en este momento se encuentran desarrollando la investigación con la recopilación de testimonios, registros y videos de las cámaras de seguridad.

Señaló el coronel que hay un elemento que les ha llamado la atención y es la presencia de varios hombres dentro del conjunto, quienes no se registraron en la portería, pero que estuvieron en el momento en el que fue herido el menor.

“Nos damos cuenta de que no todo el que entra al conjunto queda registrado, y entonces comenzamos a individualizar sobre quienes fueron los que ingresaron al conjunto, hay un sujeto que sale del conjunto y comienza a correr”, narró el oficial.

Dijo que lo que se está tratando de determinar es si el joven se autolesionó o, por el contrario, su herida fue ocasionada por terceras personas. “A la patrulla que llega al hospital, el papá le manifestó que el niño se había caído y que él no le había prestado mucha atención; pero después, en una segunda versión, dice que él había salido con unos elementos y que cuando regresa encuentra al niño lesionado dentro del baño, esas son las versiones que estamos investigando”, agregó el comandante de la Policía de Bosa.