Las 10 mujeres que aparecen en dicho cartel son, según la Policía, un peligro para los hombres que se van de rumba en Bogotá.
Las investigaciones las ubican en varios eventos, en donde hombres han denunciado que han sido drogados y luego les han hurtado sus pertenencias. Por información que conduzca a su paradero, las autoridades están ofreciendo una recompensa de hasta 10 millones de pesos.
La Policía está pidiendo a los ciudadanos que se detengan a mirar el cartel para que ayuden identificar a estas mujeres que, a su juicio, están causando graves problemas de seguridad ciudadana, al participar, al parecer, en peligrosos atracos que en algunos casos han cobrado la vida de personas inocentes.
Las mujeres que allí aparecen, dice la Policía, formarían parte de bandas que se dedican a perfilar en la mayoría de casos a hombres que acuden a bares, discotecas y otros establecimientos públicos para robarles.
Su modo de delinquir no es nuevo, viene de años, pero sigue siendo efectivo. Se fijan en un objetivo, esperan el momento preciso para llegar; por lo general, esperan que sus víctimas tengan varios tragos en la cabeza y con el calor de la fiesta y pequeños coqueteos logran crear el ambiente perfecto para su propósito. Así, las delincuentes logran que su blanco se fije en ellas para seducirlos. Luego, viene el intercambio de palabras y de tragos.
Pasan varias horas juntos, bailando y disfrutando de la noche. Con la confianza ganada, ellas aprovechan cualquier descuido y disuelven la droga en la bebida de sus víctimas.
Inocentes de lo que les hicieron, los hombres comienzan a perder la noción del tiempo, del lugar donde se encuentran y con quién. Este estado de indefensión es aprovechado por las criminales que, haciendo de buenas personas, se llevan al sujeto, lo montan por lo general en un taxi, lo pasean por la ciudad hasta obtener las claves de sus cuentas bancarias, su dinero en efectivo, relojes, cadenas, celulares y demás objetos de valor.
En otros casos, los hombres convencidos que hicieron la conquista del año dentro del bar, deciden llevar a sus nuevas acompañantes nocturnas para sus casas a seguir la fiesta. Alegres por la conquista, los animados sujetos se relajan, sin medir que están por convertirse en presa del hampa que se disfrazó de mujer.
Alicorados, los hombres no se dan cuenta de que en su bebida fue disuelto un poderoso fármaco conocido benzodiazepina, que no es más que un fuerte sedante que, combinado con alcohol, puede causar hasta la muerte.
Sobre estos casos, el comandante de la Policía de Bogotá, general Eliécer Camacho, dijo que “con los elementos materiales probatorios que hay, estas diez personas han quedado en evidencia y participaron directamente, primero suministrando sustancias a los ciudadanos, y segundo en el hecho de cometer hurto y otras afectaciones a su integridad”.
Agregó que se ha elaborado un cartel con sus rostros, en coordinación con la Fiscalía General de la Nación, para ofrecer hasta diez millones de pesos para el ciudadano que ayude a identificar a estas personas: “No tenemos evidencia de que se trate de grandes estructuras delincuenciales. Son personas que buscan un momento dado, la oportunidad, para atacar a quienes ingresan a tomar alguna bebida a sitios públicos, les suministran sustancias y dominan su voluntad para hurtarles sus pertenencias”.
Uno de los casos recientes le ocurrió a un mayor de la Policía retirado, en el sector de Galerías, quien fue abordado por varias personas, entre hombres y mujeres desconocidos. Luego de estar en un momento de camaradería, el exuniformado aseguró que no se acuerda de nada más.
Todo parece indicar que el mayor les recibió licor contaminado con algún fármaco a dichas personas, quienes ya tenían planeado drogarlo para robarle sus pertenencias.