Luego de una serie de denuncias por parte de alumnas y exalumnas del colegio Marymount en Bogotá, se anunció el retiro de la rectora, quien habría estado encubriendo comportamientos indebidos por parte de profesores del plantel hacia las estudiantes, con el fin de evitar un escándalo para el colegio.
El periodista Diego Santos fue el primero en anunciar el hecho y compartió la carta en la que la Junta Directiva de la institución educativa anuncia el retiro de la rectora.
“La Junta de Directores del Colegio Marymount de Bogotá se permite informar en relación con la situación que el colegio y la comunidad están viviendo, lo siguiente:
Expresamos nuestra total solidaridad con toda la comunidad Marymount, y señalamos nuestro profundo rechazo, desconcierto y preocupación por la afectación que ha desencadenado en las alumnas, exalumnas, sus familias y la comunidad.
Rechazamos totalmente cualquier acto indebido o incorrecto que se haya presentado y desde que nos fueron formuladas las quejas correspondientes hemos venido trabajando para buscar que las autoridades competentes lo investiguen hasta las últimas consecuencias, lo cual incluye la contratación de asesores para impulsar las denuncias del caso con la información que tenemos, con el fin de que la fiscalía investigue y determine las responsabilidades que resulten procedentes con la mayor rigurosidad.”
La misiva continuó señalando que se velará por el reconocimiento de víctima del colegio, además de hacer una invitación a los estudiantes y padres de familia para que hagan llegar sus quejas.
“Adicionalmente, velaremos porque se reconozca dentro de las investigaciones, como es debido, el carácter de víctima que para nuestro colegio se deriva de toda esta situación, a fin de establecer la verdad alrededor de los hechos que se han venido señalando y de obtener las reparaciones a las que haya lugar”, asegura la Junta Directiva, que además recalcó que no tenía conocimiento de los hechos, pero que acompañará las denuncias y quejas sin perjuicios.
“Teniendo en cuenta que por muchas razones las alumnas y exalumnas que se consideran afectadas por estas circunstancias han manifestado no haber podido formular con anterioridad las denuncias correspondientes, la Junta no tenía conocimiento previo de que este tipo de situaciones pudiera estarse presentando en el colegio, lo cual por supuesto no será obstáculo para que invitemos desde ya a todos los miembros de la comunidad a que nos hagan llegar sus quejas y denuncias, sin perjuicio de que acudan también directamente a las autoridades competentes si así lo prefieren, tal como lo estamos haciendo nosotros, lo cual sin duda alguna contribuirá eficazmente en beneficio de la causa común que todos tenemos en estos momentos.
Así mismo, estamos adoptando las decisiones necesarias para exigir que a nivel interno se tomen las acciones pertinentes que lleven a que estos presuntos hechos no sucedan nunca más en nuestra institución. Para ello, estamos ya trabajando activamente en la inmediata implementación de todos los planes de contingencia que resulten necesarios de manera que sigamos ofreciendo”, afirma.
El relato de la joven que denunció abuso
Según cuenta la joven en su denuncia, ella se graduó del colegio Marymount en 2017 y forma parte de las jóvenes que están denunciando al profesor Mauricio Zambrano.
Asegura que, en grado séptimo, conformó el equipo de fútbol del colegio, donde precisamente el docente fungía como entrenador y que allí fue donde tuvo el primer contacto con el profesor, aunque su paso por el deporte fue fugaz.
Posterior a ello, ya en el grado décimo, el profesor comenzó a contactarla más seguido, le hacía chistes inapropiados y la interceptaba en los pasillos del colegio para tener más conversaciones con ella, hasta que decidió pedirle su número de teléfono.
A través de WhatsApp, las conversaciones se hicieron más seguidas hasta que se involucraron en una “relación”, aunque asegura que para ella todo era muy confuso, pues apenas tenía 16 años y no tenía muy claro lo que estaba pasando.
Afirmó que parte de las razones por las cuales tenía este contacto con el profesor era porque era “atractivo” y lo justificaba con aventuras de adolescencia.
Ya en el grado once, el profesor fue mucho más allá, le dijo que quería “estar con ella” y le propuso varias veces que se vieran en moteles, que “sacara una cédula falsa” para poder encontrarse y hasta la visitaba en su casa.
Finalmente, el abuso se habría consumado en uno de los parqueaderos del colegio. La joven narró que fue el propio profesor el que le dijo que se vieran allí después de clases. Contó además que hubo contacto físico y besos, pero que ella no estuvo dispuesta a tocarlo, porque era algo que la ponía “incómoda” y que no había hecho antes”.
Según cuenta la víctima, el hecho quedó allí y se atrevió a contarles a dos de sus amigas, dejándolo en una historia de jóvenes sin darle la importancia que, dice ella misma, debía tener.