Las fuertes y frecuentes lluvias que se presentan en la región por donde cruza la vía Bogotá-Villavicencio tienen en problemas a los viajeros, debido a que los derrumbes taponaron varios kilómetros de la carretera.
Los desbordamientos de varias quebradas han causado estragos en la infraestructura de la vía y quienes transitan por la misma se han quedado estancados, desconociendo la hora de la reapertura.
Uno de los últimas informes de Coviandina, concesionario encargado del mantenimiento, dio a conocer a las 5:40 a. m. del lunes 11 de julio que se está trabajando de manera continua y rápida para poder abrir la vía a los conductores.
“Autoridades informan que trabajan arduamente en las labores de limpieza del Pr 57+000, punto más crítico ya que se afectaron ambas calzadas, buscan despejar un carril inicialmente para permitir movilidad del tráfico represado. ¡Esté atento!”, se lee en la publicación del Twitter oficial de Coviandina.
Además, también se reportó que la vía antigua está cerrada por la misma situación: “Autoridades también informan cierre de vía antigua por caída de material en el sector Rompe Ejes. Siguen fuertes lluvias en varios sectores del corredor vial concesionado. Atienda recomendaciones de la Policía de Tránsito y Transporte”.
El primer reporte de derrumbe se conoció a las 11:25 p. m. del domingo 10 de julio, el cual ocurrió en el kilómetro 64 de la vía. Desde ese momento, se encuentra cerrada esta importante carretera colombiana que conecta al centro del país con los Llanos Orientales.
Finalizaron las obras del tramo Chirajara-Fundadores
Seis meses antes de lo previsto entró en operación el tramo Chirajara-Fundadores, una vía moderna y segura de 32 kilómetros que incluye retornos y lazos de empalme, por la que transitarán carros particulares, buses y vehículos de carga.
“Llevamos medio siglo esperando este momento. La vía Bogotá-Villavicencio es la carretera más importante de la Orinoquia colombiana. Esa es la vía del pasado, del presente y del futuro. A través de ella, todos los productos de un departamento rico en agroindustria llegarán más rápido y fácil al resto del país y habrá más turismo. Los beneficios son grandes”, aseguró el gobernador del Meta, Juan Guillermo Zuluaga.
La obra estuvo a cargo de Coviandina, filial de Corficolombiana y el Grupo Aval, la cual llevó a cabo la construcción de este proyecto desde 2010 mediante la figura de asociación público-privada (APP). Es uno de los corredores modelo de Latinoamérica, que consiste en 25 kilómetros origen-destino, seis túneles que equivalen a 10,5 kilómetros, 27 puentes que suman 5 kilómetros de longitud y 9,5 kilómetros de vías a cielo abierto.
Este tercer tramo, que comienza en Chirajara y termina en Los Fundadores, en Villavicencio, fue un desafío de ingeniería, precisa Ricardo Postarini, gerente general de Coviandina. Y no es para menos: la vía se construyó entre dos cordilleras y comienza a una altura y termina en una menor. Por eso, los ingenieros debieron enfrentarse a dificultades topográficas, geológicas, de accesibilidad a las obras en la calzada existente y en la nueva, así como a la ejecución de los trabajos sin afectar la movilidad. Finalizadas las obras, la concesión tendrá a su cargo el mantenimiento del corredor.