Juan Carlos Sánchez era conocido en Venezuela con los alias de Peter Pan y Michael Jackson. Fue capturado en diciembre del año pasado por funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) de Venezuela.En Colombia, es investigado por el presunto abuso sexual de 276 menores de edad, con quienes realizaba, según las investigaciones de la Fiscalía, videos de contenido sexual con niños y adolescentes y los compartía en internet.En contexto: Exclusivo: La aterradora historia del hombre que violó 500 niñosEl Lobo Feroz frecuentaba, según explicó la vicefiscal María Paulina Riveros, salas de juegos de centros comerciales de Barranquilla, abordaba a menores y les ofrecía dinero para llevarlos a sitios donde realizaba actos sexuales y les mostraba pornografía infantil.Deberá responder por acceso carnal abusivo con menor de 14 años agravado, pornografía infantil y actos sexuales abusivos con menor de 14 años.Su historia fue revelada por SEMANA en enero de pasado.Sánchez Latorre, nacido en Barranquilla el 13 de septiembre de 1980. Sus víctimas estaban entre los 8 y los 14 años de edad.Por la macabra forma en que cometió los crímenes también los expertos lo consideran uno de los mayores pederastas y psicópatas conocidos de la historia reciente.También le puede interesar: La historia del Lobo Feroz cuando lo llamaban Peter Pan en VenezuelaAparentaba una vida normal como tecnólogo de sistemas, pero las autoridades llegaron a él, luego de que se reportaron más de 50 violaciones a menores de edad en la capital del Atlántico y municipios aledaños.El Lobo Feroz huyó a Venezuela en el año 2008, luego de estar preso ocho meses en la cárcel Modelo de la capital del Atlántico y que inexplicablemente quedara en libertad por vencimiento de términos.A su llegada a Maracaibo encontró un empleo como vigilante y luego como técnico de computadores en un barrio de esa ciudad del Estado de Zulia, en donde alcanzó a trabajar en varios cafés internet.Sin embargo, su comportamiento extraño comenzó a generar desconfianza hasta que las autoridades del vecino país llegaron a él y su fachada se derrumbó.