“La procesada se prestó para participar en un negocio ilícito que tiene su germen en dineros de origen ilegal”, con esta frase la Fiscalía resumió la presunta responsabilidad de Ruby Corredor Ruiz, quien fue capturada este martes cuando estaba por abordar un avión con destino a Estados Unidos. El ente investigador le imputó los cargos de lavado de activos y enriquecimiento ilícito por haber adquirido un lujoso apartamento, por 1.600 millones de pesos, sin poder explicar el origen de los dineros. Lo más impactante es que el bien fue adquirido por la mujer en una subasta amañada, y que luego el apartamento pasó a manos del senador Armando Benedetti, negocio en el cual la mujer perdió cerca de 90 millones de pesos. Para el ente investigador se trata de una operación de blanqueo de capital, es decir, de lavado de dinero. La primera irregularidad que rodeó el negocio, según la Fiscalía, se dio desde la misma adjudicación del apartamento a Corredor en una subasta de bienes controlados por la Dirección Nacional de Estupefacientes. Corredor se metió en la puja del negocio aportando un monto de 189 millones de pesos el último día del remate. Este pago se hizo en efectivo y eso llamó la atención de las autoridades pues los otros proponentes hicieron el aporte del dinero en cheque, como suele ser. Además el depósito se hizo el 5 de agosto de 2009, dentro de un término de prórroga que no tuvo explicación.
Corredor presentó a la puja un documento con dos valores para quedarse con el apartamento. En letras se decía que ofrecía 1.503 millones de pesos por el inmueble y en números, sobre una tachadura, se anotó 1.600 millones. Sorprendentemente la adjudicación se dio por el valor inicial, pero tras observaciones y cuestionamientos de otros ofertantes el apartamento finalmente le fue adjudicado a Corredor por 1.600 millones. La Fiscalía también cuestionó que la adjudicación, según actas, se perfeccionó a las diez de la mañana pero la apertura de los sobres de los proponentes fue a las once, o sea, se adjudicó una hora antes de que se conocieran las propuestas. “La adjudicación en 2009 estuvo rodeada de anormalidades, incluso se intentó reducir el precio por consiguiente la subasta pública fue solo una fachada para entregar el inmueble a Corredor”, argumentó la fiscal del caso. “No hay explicación de por qué Benedetti pagó a lo largo de 2009 la administración si lo compró en 2010”, anotó la Fiscalía. Corredor ha dado varias versiones contradictorias sobre cómo pagó el apartamento. A la Corte Suprema de Justicia, en el marco de un proceso contra el senador Armando Benedetti, la hoy procesada dio explicaciones distintas a las que luego entregó a la Fiscalía. En el primer caso hizo un supuesto recuento de pagos y trámites los cuales resultaron enteramente distintos al “recuento” que le hizo a la fiscal del caso sobre los pasos que hizo para ejecutar el negocio. Por cuenta de ello la fiscal a cargo de imputarla señaló: “La realidad es que la señora Corredor desconoce por completo la forma como se dieron los pagos y oculta la realidad”. Tras la legalización de la captura de Corredor, la Fiscalía le imputó los cargos de enriquecimiento ilícito y lavado de activos, frente a los cuales la detenida se declaró inocente. También la operación de posterior venta del apartamento al senador Armando Benedetti, en 2010, está cargada de sospechas. Para la Fiscalía es contrario a toda lógica que Benedetti haya cargado con los pagos de administración en varios meses de 2009 tal como lo documentan recibos del Conjunto Residencial Altos del Retiro donde está el lujoso apartamento. Según explicó la fiscal, el negocio de venta del inmueble entre Corredor y Benedetti se dio en diciembre de 2010. “No hay explicación de por qué Benedetti pagó a lo largo de 2009 la administración si lo compró en 2010”, anotó la Fiscalía. El ente acusador hizo varias observaciones sobre el sospechoso negocio. Según la investigación el total cancelado por gastos de notaría, registro, IVA, fondo de aporte especial, beneficencia, retención en la fuente y demás gastos –según varios documentos– fueron 26 millones por parte de comprador y de 18,5 millones por parte del vendedor. Pero la Fiscalía descubrió que hay otros comprobantes que indican que Corredor pagó realmente más de 40 millones. “La señora Ruby Corredor canceló para vender 44,6 millones de pesos por debajo, cuantía que no le correspondía asumir” , dijo la fiscal. Corredor adquirió el apartamento sin tener capacidad financiera para tal negocio. Así se desprende el informe de la UIAF (un instrumento que alerta a las autoridades sobre negocios atípicos) que dio origen a la investigación. Por otra parte, la detenida, nunca habitó el apartamento aunque afirmó a la Corte Suprema de Justicia que ese fue el propósito que tuvo al comprar ese apartamento. La Fiscalía logró determinar que la plata con que Corredor pagó no provino de ninguna de las cuentas que esta posee en el sistema bancario, pues tras hacer una inspección a las mismas concluyó que estas no registran operaciones superiores a los 7 millones de pesos. La mujer señaló que la plata provino de un préstamo que le hizo la firma Veltralico Limitada. Pero esa explicación también está llena de vacíos pues la mujer no posee ni ingresos, ni títulos, ni un patrimonio que permitiera soportar un crédito por 1.600 millones de pesos, “La procesada se prestó para participar en un negocio que tiene su germen en dineros de origen ilegal”, insistió la Fiscalía. La incapacidad financiera de Corredor también se desprende de las declaraciones de renta de la mujer donde se registran montos que hacen imposible admitir que haya podido liderar el negocio de compra del lujoso apartamento. "Ella no contaba con la capacidad económica para adquirir el bien –insistió la fiscal– y tiene por justificar los dineros que rodearon el negocio". Desde que se conoció sobre la captura de Corredor, el senador Benedetti ha rechazado con vehemencia que se le vincule con ella. El político dice que no está siendo investigado por ningún negocio irregular y descalifica a varios periodistas que se han referido sobre el caso de Corredor vinculándolo con esta. En un trino el congresista anotó sobre Corredor: "Espero, por el bien de ella, que logre demostrar su inocencia". Sin embargo, en la audiencia de imputación contra la mujer es la fiscal de caso la que ha mencionado en varias oportunidades el nombre del senador como el tercero que recibió el apartamento objeto de la polémica. Por su fuero de congresista, le corresponde la Corte Suprema de Justicia determinar si le cabe alguna responsabilidad al senador. Benedetti ha enfrentado la polémica con un trino en el cuestiona a la prensa y la propia Fiscalía. "Nunca he cometido un delito! NUNCA HA HABIDO UN SOLO TESTIGO QUE LO DIGA. Solo hay indigencia profesional en 2 o 3 periodistas que hilan muy delgado para involucrarme en procesos de otros, como parte de los montajes de los que nunca ha sido ajena la Fiscalía! (sic)". Por su parte, la Fiscalía solicitó ante una juez de garantías que se impusiera una medida de aseguramiento en cárcel contra Ruby Corredor, para así blindar investigación en curso y porque considera que la mujer puede darse a la fuga. Cuando tuvo su momento de intervención el abogado Mauricio Uribe Ruiz, defensor de Ruby Corredor, señaló que la Fiscalía pretendía invertir la carga de la prueba. El planteamiento tiene que ver con que el ente acusador asegura que los dineros son de origen ilegal pero no aportó ninguna prueba que así lo demuestre. El penalista alegó que el informe de la Uiaf es solo una alerta para que la Fiscalía investigue “pero acá no se ha investigado porque no se ha dicho cuál es la ilegalidad de los recursos, suponen que son ilegales, pero no lo han probado”. Para el defensor es todo un contra sentido que la Fiscalía hable de un delito de lavado de activos y al mismo tiempo admita que desconoce el origen de los recursos. Efectivamente, en su intervención la fiscal señaló reiteradamente que el origen de la plata con que Corredor compró el apartamento es ilícito pero nunca concretó un nombre o una circustancia sobre eso que llamó el "germen ilegal de todo" El abogado también puso sobre la mesa una serie de elementos para desvirtuar que sea necesario enviar a la cárcel a la procesada. Señaló, por ejemplo, que meses atrás, cuando la Fiscalía llamó para interrogatorio a Corredor, esta estaba fuera del país frente a lo cual ella anticipó su regreso para comparecer oportunamente, y que fue por determinación de la propia fiscal que le diligencia no se realizó. Así mismo Uribe cuestionó que la fiscalía haya decidido capturar a Corredor en el aeropuerto cuando esta se disponía a viajar para así dar la idea de que la detuvo antes de volarse cuando la mujer a tenido muchos viajes fuera del país durante el tiempo en que ha tenido desarrollo el caso "y siempre ha vuelto porque acá está su arraigo y porque su interés es dar la cara a la justicia. Su señoría, se está confundiendo acá viaje al exterior con fuga", remató Uribe.