Andrés Arauz, el candidato del correísmo, tiene asegurado el pase a la segunda vuelta presidencial en Ecuador, mientras que Guillermo Lasso, el banquero y candidato de la derecha, y Yaku Pérez, el líder indígena, se disputan el segundo lugar por escaso margen. Aunque en teoría Lasso ya ganó, Pérez exigió un reconteo de votos. Entre tanto, crece la desconfianza de los electores a medida que pasan los días y el país se convierte en escenario de movilizaciones y movimientos populares.

Hoy, América Latina tiene el ojo puesto en quién podría arrebatarle el triunfo al candidato de Rafael Correa, el cual está conquistando el apoyo de importantes líderes de izquierda en la región que se han sumado para defender y pregonar el triunfo de Arauz. Al respaldo frentero de Correa se suma el del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro; del expresidente de Bolivia Evo Morales; del mandatario de Nicaragua, Daniel Ortega, y del expresidente de Colombia Ernesto Samper Pizano, quien niega una presunta financiación del ELN a la campaña de Arauz –evidenciada en los computadores de alias Uriel, dado de baja por las Fuerzas Militares y cuyos datos fueron revelados en exclusiva por SEMANA–. “Son una infamia y forman parte de un juego sucio que están orquestando, desde Colombia, los sectores radicales de derecha”, expresó.

Según Aldo Olano, doctor en Estudios Latinoamericanos, la defensa de Samper no sorprendió por su estrecha relación con la izquierda y los Gobiernos de Maduro y Correa. Al menos durante sus mandatos, ellos avalaron el papel de Samper en la Secretaría General de Unasur, una organización totalmente desintegrada que el excanciller Carlos Holmes Trujillo siempre calificó de “cadáver insepulto”. “Ernesto Samper denuncia juego sucio de Colombia para interferir en el balotaje de Ecuador”, aseguró Correa.

Andrés Arauz y el ELN desmintieron la financiación de la guerrilla a dicha campaña política. A la par de esto, Evo Morales advirtió de un supuesto plan de la derecha y Estados Unidos “para intentar impedir que Arauz gane en la segunda vuelta”. A esas voces también se unió el senador Gustavo Petro, quien dijo que intentan impedir la victoria del candidato correísta.

Arauz ha despertado una solidaridad de líderes políticos de la región, lo que podría traducirse en una estrategia de Correa, Maduro, Morales, Daniel Ortega y el Gobierno de Cuba para buscar un relanzamiento del progresismo latinoamericano, de acuerdo con el analista Aldo Olano. “Arauz es el correísmo. La campaña, en la práctica, la hizo Rafael Correa; son sus relaciones internacionales las que actúan en ese fin”, explicó a SEMANA Juan Carlos Calderón, analista político y director de la revista Plan V, de Ecuador.

Arauz sería un aliado de Maduro y de todas las dictaduras que tenemos en la región. Sería un retroceso a los esfuerzos para consolidar los procesos democráticos. Y un voto en contra de las democracias en los organismos internacionales”, explicó Edgard Genie, exembajador de Nicaragua en Colombia y presidente del Grupo Iberoamericano para la Justicia Internacional. El triunfo del líder correísta puede representar un retroceso en las relaciones entre Colombia y Ecuador, que hoy marchan a buen ritmo con Lenín Moreno e Iván Duque. Así mismo, Arauz decidió cuestionar el encuentro del fiscal Francisco Barbosa y su homóloga ecuatoriana, en busca de avanzar en la investigación sobre los archivos de Uriel, en pleno pulso electoral.

El excanciller colombiano Julio Londoño estima que un posible triunfo de Arauz no necesariamente lesionaría las relaciones con Ecuador, porque la historia ha demostrado que los presidentes no siempre hacen lo que les piden sus líderes. Y más con un candidato que, de coronar el Palacio de Carondelet, sería uno de los mandatarios más jóvenes de la región.

Sin embargo, el exembajador Genie no es tan optimista porque Colombia prácticamente estaría cercada. “Tendría a lo largo de sus fronteras dos dictaduras. Si Arauz llega al poder, no creo que lo suelte”, afirmó, y agregó que Nicolás Maduro, por ejemplo, resultaría fortalecido.

El problema es que si Arauz gobierna con la asesoría de Correa, estaría en riesgo la cooperación binacional con el país en la lucha contra el crimen y el narcotráfico en la frontera, tal como se vio en el pasado. “Ya sabemos lo que viene: una relación muy tensa con Colombia y muy amigable con Gobiernos como China, Rusia e Irán. Correa, no olviden, trabaja para Putin”, dijo Juan Carlos Calderón.

Por ahora, no todo está dicho electoralmente en Ecuador. Iván Duque ha sido prudente y tiene clara la importancia de la diplomacia. Por encima de las ideologías está el futuro de una relación con un país hermano.