Los casos de paseo millonario, la modalidad de hurto que consiste en secuestrar para asaltar a un ciudadano, generalmente cuando aborda un vehículo de servicio público, como taxis o particulares que trabajan a través de aplicaciones, es, en criterio de los expertos en seguridad, una práctica criminal tremendamente violenta y con secuelas que duran por años en la memoria de las víctimas.

Muchos de estos casos terminan, no solo en el hurto, sino en lesiones y en ocasiones hasta en la muerte. Las víctimas son obligadas a entregar sus pertenencias y son llevadas a cajeros electrónicos para desocupar las cuentas bancarias. En ciertas oportunidades son drogadas para mantenerlas en un estado de letargo mientras completan el crimen.

Recientemente no son muchos los casos de “paseo millonario” que se escuchan o ven en el país, algunos, principalmente las autoridades, dicen que es por una notable reducción de los delitos, otros en cambio señalan que muchos de estos hechos no se reportan, incluso quienes fueron víctimas advierten que el fenómeno está en aumento.

Hablar de reducción o aumento en las cifras de “paseo millonario”, resulta inocuo comparado con los testimonios de quienes son víctimas de este flagelo. Son ellos quienes relatan los momentos de terror que se viven en el interior de un vehículo bajo la amenaza de quienes con armas de fuego o puñales, insisten en convertirse en verdugos.

No resulta desconocido para el país el caso de “paseo millonario” que terminó en homicidio y que dejó como víctima a un agente de la DEA que estaba en Colombia y que a su vez se convirtió en el primer caso de extradición de colombianos a los Estados Unidos, precisamente por “paseo millonario”.

Se trata de James ‘Terry’ Watson, agente de la DEA que estaba en comisión en Colombia y que una noche en 2013 tomó un taxi en el norte de Bogotá, cuando fue interceptado por varios hombres que se subieron al vehículo, lo amenazaron y apuñalaron, le causaron la muerte en ese robo a través de “paseo millonario”.

Los responsables de este caso, siete personas, fueron extraditados y en Estados Unidos condenados a penas que arrancaron en 20 y llegaron a los 28 años de prisión, aunque la Fiscalía solicitó cinco décadas de cárcel.

La investigación en Colombia reveló el terror que se puede vivir en un caso de “paseo millonario” y así lo confirman quienes han sido víctimas, como un ciudadano que recientemente reportó el atraco del que fue objeto cuando abordó un taxi en el sur de Bogotá. Aseguró, como es común en esta modalidad criminal, que solo unos minutos después de subirse al taxi, un hombre salió del baúl del carro y lo encañonó.

Los delincuentes, luego de someter a las víctimas, las mantienen secuestradas, mientras las llevan a distintas zonas buscando evadir la acción de las autoridades y causar más temor, hasta que entreguen todas sus pertenencias.

El otro calvario para las víctimas es denunciar, se encuentran en repetidas oportunidades con respuestas y cuestionamientos de las propias autoridades, muchas deben permanecer horas buscando quién reciba las denuncias o le hagan una valoración médico legal, cómo le ocurrió a este ciudadano en Bogotá.

Lo que esperan las víctimas más allá de establecer si las cifras son altas o hay una reducción en los casos de “paseo millonario” es que cuanto antes se capture o desarticule a las bandas dedicadas a esta tenebrosa modalidad de hurto.