La Asociación Colombiana de Médicos Genetistas (ACMGEN) indicó que las vacunas contra la covid-19 basadas en tecnologías de ácidos nucleicos y vectores virales han demostrado “ser seguras y efectivas en un alto porcentaje”, con una baja frecuencia de efectos adversos indeseables.
Las vacunas desarrolladas con adenovirus humanos o primates transportan material genético a las células llevando genes del coronavirus que luego van a expresarse para que el sistema inmune de cada persona reaccione ante estas, lo cual genera protección contra el virus, según los expertos.
La asociación explicó que los adenovirus son utilizados para tratar múltiples enfermedades, principalmente cáncer, pero también se usan en pacientes que padecen enfermedades huérfanas como la hemofilia o enfermedades degenerativas del sistema nervioso.
Los adenovirus introducen el ADN de una de las proteínas más importantes del coronavirus y lo llevan hasta el núcleo de las células humanas donde generan un proceso similar al que hace el virus en la infección natural, produciendo las proteínas que luego van a ser mostradas al sistema inmune, lo cual causa una respuesta de anticuerpos y células (linfocitos T) que ayudarán a contrarrestar una infección con el virus real, según indicaron los expertos.
“Los adenovirus que se utilizan en las vacunas no se pueden multiplicar y producir nuevos virus, ya que se les quita esa propiedad, eliminando los genes que cumplen esa función”, explicaron los médicos, quienes agregaron que las vacunas o tratamientos que hacen uso de los adenovirus han demostrado en investigaciones anteriores ser seguras, así como en las desarrolladas contra la covid-19 (Sputnik V, Johnson & Johnson y Oxford/AstraZeneca).
Una de las aclaraciones más importantes que se hacen es que las vacunas con adenovirus no cambian el material genético de las células de las personas, no producen mutaciones que causen enfermedades genéticas o malformaciones y no se pueden transmitir a las siguientes generaciones.
“No hay evidencia experimental –ni teórica– que indique que las vacunas contra la covid-19 basadas en adenovirus causen infertilidad, enfermedades neurodegenerativas, cáncer o ceguera”, agregó ACMGEN.
Vacunas que usan burbujas de grasa
Las vacunas que transportan material genético tipo ARN en burbujas de grasa también han sido probadas como eficaces y seguras para prevenir la infección por el virus SARS-CoV-2.
En este caso, las vacunas llevan el ARN de una proteína viral fundamental al citoplasma de la célula y hacen que se produzca masivamente, generando una respuesta inmunológica que protegerá a las personas de infecciones futuras con el virus del coronavirus.
A diferencia de las vacunas que introducen a la célula de la persona proteínas inmunogénicas (que activan el sistema inmune), estas vacunas se pueden construir solamente conociendo la secuencia del virus a tratar. Esto explica por qué el proceso de generación de estas vacunas fue tan rápido y las de Pfizer y Moderna pudieron iniciar tempranamente las diferentes fases de investigación, manifestaron los médicos genetistas.
Las vacunas basadas en RNA transportado en vesículas de grasa tampoco cambian el material genético de nuestras células, no producen mutaciones que causen enfermedades genéticas o malformaciones, ni se pueden transmitir a las siguientes generaciones. Tampoco hay evidencia experimental –ni teórica– que indique que las vacunas basadas en adenovirus causen infertilidad, enfermedades neurodegenerativas, cáncer o ceguera, aseguró ACMGEN, frente a las teorías y noticias falsas difundidas en Internet.
“Los efectos graves a mediano o largo plazo son impredecibles, pero basados en la experiencia de muchos pacientes y años de investigación, es poco probable que aparezcan, aunque se debe estar vigilante en este sentido”, dijeron desde la agremiación.
Estas tecnologías han sido utilizadas y probadas con anterioridad y generan la confianza suficiente para que sean una estrategia fundamental para superar la actual pandemia por covid-19, puntualiza la información, que añade que se recomienda el uso de las vacunas basadas en tecnologías genéticas para toda la población mayor de 16 años según las indicaciones de cada proveedor.