El miércoles pasado empezó a circular, entre los habitantes de El Santuario (Antioquia), un video del asesinato de dos personas. Lo macabro es que no se trataba del registro de una cámara de seguridad ni de un testigo. Uno de los victimarios había grabado el crimen. Al parecer, fueron ellos mismos los encargados de distribuirlo. Y como si fuera poco, de publicar las imágenes en Instagram, en donde se burlan de los muertos y amenazan a otras personas. El video dura seis segundos. Un hombre vestido de negro le dispara, a quemarropa y en el cuello, a otro hombre que se desploma sobre una carretera. De inmediato, le asesino le apunta a otro joven que está justo al lado e intenta huir. A la segunda víctima le propina cuatro tiros. Luego se devuelve sobre el primer hombre y lo remata. En las imágenes es evidente que la persona que está grabando es un cómplice del asesino, aunque nunca se ve su rostro. Cuando las dos víctimas están en el suelo, la persona que graba pronuncia el nombre de uno de ellos y le dice “sapo”.

Los asesinatos ocurrieron en la madrugada del 28 de enero. Al día siguiente, las autoridades del municipio dieron un breve parte de lo ocurrido. Las víctimas eran dos venezolanos, de 19 y 21 años. Los asesinos abordaron a los hombres y sin decirles nada les dispararon, luego huyeron hacia área rural de El Santuario. Casi de inmediato, apenas perpetrado el crimen, el video empezó a circular por redes sociales y por WhatsApp. Al parecer, los victimarios se lo hicieron llegar a las familias de sus víctimas. El mismo miércoles, el video del asesinato apareció montado en dos cuentas de Instagram. Una de ellas tiene mil seguidores y fue creada en septiembre. La otra tiene 834 y fue abierta hace un mes. En una de las publicaciones, el video está acompañado de un texto que dice “anda recoge tu gallo muerto, yo sí hago lo que hago, no como vos, maldito sapo”. También, incluso en los comentarios, hay burlas a los muertos. En otras de las decenas de publicaciones aparecen fotos de siete hombres a los que les hacen amenazas de muerte evidentes y públicas.

En esos perfiles también hay videos de hombres con armas que lanzan amenazas. En una de las fotos se ven seis pistolas en el suelo junto a decenas de balas con las que está escrito “Los Pepes”. La publicación lleva un texto: “Pilas que los pepe no pelan hasta en los sueños no les metemos“. En el fondo de esos mensajes, se entiende que las publicaciones, las amenazas y los asesinatos son lanzados desde los miembros de una banda que se hace llamar “Los Pepes”, hacia un grupo enemigo.  SEMANA se comunicó con la Policía de Antioquia, que dijo haber dispuesto un grupo especial para investigar los asesinatos. Entre tanto, los habitantes de El Santuario se sienten intimidados por los asesinatos y por la forma en que están usando las redes sociales para infundir miedo.