El operativo, de acuerdo con el fiscal general de la Nación Francisco Barbosa, fue exitoso y permitió la captura de 15 personas vinculadas con una organización criminal conocida como Los Camilos, de alta peligrosidad y que delinquían en barrios del sur de Bogotá, en el sector de Soacha, y en Flandes, en el departamento de Tolima. Todos, para fortuna de la ciudadanía, fueron cobijados con una medida de aseguramiento en centro carcelario.
La investigación fue liderada por la delegada para la Seguridad Ciudadana y la Policía Judicial, Sijín. Durante varios meses los agentes se infiltraron en la organización criminal que disputaba en forma violenta el control por el tráfico de estupefacientes en barrios de las localidades de Kennedy y Bosa, en el sur de la capital del país.
“Es una gran noticia para la ciudadanía en Bogotá que se encuentra azotada por la inseguridad, el hecho de que la Fiscalía General haya actuado de esa forma con la Policía”, anunció el fiscal Barbosa.
Los elementos de prueba que tiene la Fiscalía y que presentó en las audiencias preliminares para imputar cargos a toda la organización criminal son una crónica de cómo estos delincuentes se tomaban el control para la venta de drogas en estas zonas. Los mismos criminales se infiltraron en otras organizaciones para identificar a los distribuidores de estupefacientes, luego llevaban la información al cabecilla y este ordenaba los asesinatos.
“Se conoció que esta estructura tenía diferentes cargos o roles, con sueldos específicos. Además, los homicidios también eran pagados de acuerdo con la calidad de la víctima, oscilando entre los $100.000 y hasta los $5.000.000. El precio más alto era para quien asesinara al cabecilla de una banda delincuencial”, dijo la Fiscalía.
La investigación incluyó interceptaciones telefónicas que dejaron establecida la forma en la que actuaban y la cantidad de estupefacientes que lograban traficar en diferentes sectores, con ganancias mensuales que superaban los 2.000 millones de pesos. Era bastante lucrativo el negocio, de ahí la disputa a sangre y fuego por el control.
“Después de recoger todo el material probatorio, las autoridades iniciaron los operativos y el pasado 6 de octubre se hizo efectiva la primera orden de captura que fue proferida en contra de Néstor Aguirre, alias ‘Camilo’, presunto cabecilla del grupo delincuencial”, explicó el fiscal Barbosa.
En contra del presunto cabecilla de la organización criminal la Fiscalía imputó cargos por los delitos de homicidio agravado, concierto para delinquir agravado y fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego o municiones agravado. Estos cargos no fueron aceptados por el procesado.
“Ante otros jueces fueron presentados otros 14 capturados, a quienes en audiencias preliminares se les formuló imputación por los delitos de homicidio agravado, concierto para delinquir agravado y fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego agravado”, señaló la Fiscalía a través de un comunicado de prensa.
A pesar de la contundencia del material probatorio recaudado por la Fiscalía y que sirvió para la imputación de cargos, ninguno de los capturados aceptó su responsabilidad. Aun así, el juez de control de garantías ordenó una medida de aseguramiento en centro carcelario por considerar que son un peligro para la sociedad.