La discusión del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) en el Concejo de Bogotá sacó a flote un posible carrusel de favores políticos y presunto clientelismo en la Alcaldía de Claudia López. El primero en encender las alarmas fue el concejal Martín Rivera, de la Alianza Verde, el partido de la propia alcaldesa, quien acusó al secretario de Gobierno, Luis Ernesto Gómez, de ofrecerle puestos en la Administración Distrital.
La concejal Lucía Bastidas, también de la Alianza Verde, le dijo a SEMANA que está investigando quién está detrás de cada uno de los cargos directivos de la Alcaldía de Bogotá.
Según la concejal, el programa Talento no Palanca, con el que Claudia López supuestamente quería promover la meritocracia, no ha tenido los resultados esperados.
“Deberían hablarnos seriamente y decirnos quiénes tienen representación política porque Talento no Palanca no ha funcionado. Así lo han evidenciado concejales que han hecho debates de control político frente al tema. Toda la lista de candidatos de la Alianza Verde está en puestos clave de la administración”, denunció Bastidas.
Ella, por ejemplo, tiene varias dudas sobre qué poder está detrás de la Defensoría del Espacio Público, la Oficina de Protección Social Animal y la alcaldía de Rafael Uribe. “Revisemos a los directivos de cada entidad a ver qué encontramos”, afirmó.
En diálogo con SEMANA, Lucía Bastidas reveló que todos los candidatos al Concejo del Partido que se quemaron en las urnas y no lograron conquistar una curul “están en puestos claves”.
“El subsecretario de Ambiente fue de la lista de la Alianza Verde; así como la directora del Dadep; o Alejandro Rivera, quien ha estado en varios cargos de la Alcaldía. Lo mismo ocurre con Libardo Asprilla, director del Instituto para la Economía Social (Ipes); Diego Herrera, de la secretaría de Seguridad; y Marta Triana, quien está en otro cargo. Es toda la lista”, sostuvo Bastidas.
La concejal tiene varias denuncias, pero aclara que es rigurosa y, antes de hacerlas públicas, prefiere realizar todo el mapeo político del gobierno de López.
No es secreto que un gobernante administra con sus amigos y no con los enemigos, pero Claudia López abonó parte de su discurso en su campaña en hablar de una alcaldía en que la meritocracia iba a ser su bandera en los cuatro años. No obstante, según las denuncias, el escenario ha sido otro completamente distinto.