En un sin salida y encartada se encuentra la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) con los 40 carrotanques que compraron para La Guajira con sobrecostos y direccionamientos del contrato que llegó a más de 46.000 millones de pesos y que fue la génesis del escándalo por el saqueo que se venía dando en la entidad.

Ante las múltiples irregularidades y la claridad que esos carrotanques no sirven para transitar por las trochas de La Guajira, ha sido imposible que las empresas aseguradoras les den una póliza. Los 40 carrotanques están recogiendo polvo en un parqueadero, a la intemperie y —literalmente— pudriéndose. Por eso, la Procuraduría está mediando para tratar de echarlos a andar.

La Procuraduría General de la Nación citó de urgencia a la UNGRD, a la Federación de Aseguradores Colombianos (Fasecolda) y a la Previsora Compañías de Seguros, para buscar una solución que permita la utilización de los carrotanques parqueados en La Guajira por falta de pólizas.

De acuerdo con el ente de control, “la preocupación principal es que haya un uso eficiente de bienes adquiridos por la UNGRD”, como es el caso de los vehículos tipo carrotanque, ubicados en unidades militares del departamento de La Guajira.

El oficio resalta que, según el Viceministerio de Defensa para la Estrategia y Planeación, son 60 Vehículos que se encuentran ubicados en el Batallón de Infantería Cartagena (Bicar) y la Fuerza de Tarea de Armas Combinadas (Futam).

De acuerdo con las delegadas para la Gestión y Gobernanza Territorial y Vigilancia Preventiva para la función pública, los carrotanques son esenciales para superar, en el corto plazo, el desabastecimiento de agua potable y otras actividades similares en zonas críticas como La Guajira, Mocoa, Putumayo, o Rosas, Cauca.

Por esta razón, el ente de control convoca a esta mesa interinstitucional obligatoria con el propósito de abordar la problemática, posibles escenarios y explorar soluciones.

El Ministerio Público concluye que el objetivo final “es garantizar la protección de los derechos de las comunidades afectadas, damnificadas y en alto riesgo, frente a la ocurrencia de emergencias o desastres”.

Sin embargo, el problema del tránsito de estos vehículos en La Guajira no es menor. En el afán de hacer el negocio y apropiarse de los recursos públicos, se compraron los carrotanques sin estudios, y ahora es claro que no son aptos para las vías o trochas que tiene este departamento.

Por eso, una de las salidas es ponerlos a rodar, pero en lugares aptos y, nuevamente, las promesas para los pobladores de La Guajira quedarán en el aire. Las promesas que hizo el presidente Gustavo Petro con la región, que ya se están incumpñliendo, quedarán en palabras y discursos. En La Guajira, la gente seguirá muriendo de sed.