La imagen que se ve desde la azotea de un edificio vecino al CAI de San José en Barranquilla es impactante, desgarradora. Varios policías se toman la cabeza ante el horror que están presenciando: cinco compañeros muertos, sangre por doquier, dos perros que tampoco aguantaron las esquirlas de las granadas y una impotencia que fue creciendo con el paso de las horas. Con esa escena se despertaron los colombianos el sábado pasado.El hecho hizo revivir tiempos de violencia extrema que parecían ya superados. Desde que se conoció que el Ejército de Liberación Nacional (ELN) estaba detrás del atroz ataque, varios sectores de la opinión pública comenzaron a pedirle al Gobierno nacional que, de manera inmediata, levantara las negociaciones de paz que se estaban desarrollando en Quito, Ecuador, desde octubre de 2016. Puede leer: Presidente Santos asegura que está confirmando la veracidad del comunicado del ELNEl ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, fue el encargado de confirmar que la responsabilidad de los policías asesinados estaba en cabeza de esa guerrilla. Horas después, el presidente Juan Manuel Santos estaba anunciando la suspensión del inicio del quinto ciclo de negociaciones que estaba previsto para los próximos días.Le puede interesar: Presidente Santos asegura que está confirmando la veracidad del comunicado del ELNNi ese atentado ni otros que el ELN ha cometido en el último año, se había compadecido con unas conversaciones de paz que estuvieron rodeadas de altibajos. Un cese al fuego bilateral que suscribieron las partes y que terminó el 9 de enero pasado, fue apenas una brizna de esperanza que duró muy poco. Ahora bien, el atentado a la estación de Policía de Barranquilla no fue el único acto terrorista que el ELN cometió mientras negociaba. Estos son los cinco hechos adjudicados a esa guerrilla que fueron sumando en la impaciencia de un Gobierno que, por lo pronto, no se sentará a dialogar.El crimen del líder indígena en ChocóEl asesinato de Aulio Isarama Forastero a manos del ELN fue la primera violación que se cometió del cese al fuego bilateral. Los hechos se presentaron el 25 de octubre en un municipio de Alto Baudó en Chocó. El gobernador indígena fue abordado por cinco hombres armados que se lo llevaron con engaños y, al parecer, luego le recriminaron "tener un vínculo con inteligencia militar". Por estos hechos la guerrilla reconoció su responsabilidad y pidió perdón "por este doloroso caso a sus familiares y allegados".El desplazamiento masivo en el ChocóDespués del asesinato del líder Aulio Isarama, se produjo un desplazamiento masivo en el Chocó del que poco hablaron los medios de comunicación. 1.142 personas tuvieron que irse de la zona. "Ante el temor generalizado y las amenazas recibidas por parte del ELN, las familias se han desplazado paulatinamente en diferentes fechas y como medida de protección hacia diferentes municipios los cuales no se cuenta con albergue disponible”, dijo en su momento el jefe del equipo negociador del Gobierno, Juan Camilo Restrepo, después de que las partes se reunieran con representantes de la comunidad en Quito. Ataques a oleoductosAunque la ausencia de ataques a la infraestructura petrolera y la pausa de las confrontaciones con las fuerzas del Estado marcaron el rumbo de la tregua, una vez venció las acciones se volvieron más frecuentes. De hecho, un atentado contra el oleoducto en Cubará (Boyacá) comenzó a marcar la escalada violenta en la que se sumergió la guerrilla desde el 10 de enero. ¿La razón? Ese mismo día se presentaron otras dos detonaciones en las veredas La Granada y Miramar en Saravena, Arauca, donde dos días después secuestraron a un trabajador de Ecopetrol.Masacre de Magüí Payán, en NariñoA comienzos de diciembre, un periodista de SEMANA logró llegar hasta el municipio nariñense donde el ELN asesinó a 13 personas en estado de completa indefensión. La guerrilla emitió un comunicado en el que aseguraba que se había tratado de un combate con disidentes de las Farc. Sin embargo, la evidencia y los testimonios de los familiares de las víctimas decían otra cosa. Si bien en el lugar de los hechos estaban dos líderes de los disidentes, los hombres del ELN dispararon indiscriminadamente en un lugar en el que había civiles, entre ellos niños y ancianos. La prueba es que en el momento de la masacre se estaba llevando a cabo una fiesta con toda la comunidad.Atentados en BarranquillaA las 6:40 de la mañana del sábado, cuando los policías hacían su formación de rutina en la estación San José, en Barranquilla, estalló la carga. Al parecer, un sospechoso detonó los explosivos a través de un dispositivo de control remoto. El saldo del ataque fue doloroso: 5 uniformados murieron y 43 más quedaron heridos.El mismo día, la situación se repitió en un CAI de Santa Rosa, al sur de Bolívar. A las 11:50 de la noche, hubo otra explosión que, esta vez, dejó 2 policías muertos. Un tercer ataque fue perpetrado en el CAI del sector Soledad 2000, en el área metropolitana de Barranquilla, a las 4:30 de la madrugada del domingo. Ese atentado no dejó muertos pero sí 5 heridos, entre ellos dos civiles.