Los juzgados y tribunales del país tuvieron que modernizarse por la fuerza. Las citaciones a audiencias muchas veces incumplidas por asuntos personales, el uso desmedido del papel, municipios a donde no había jueces ni fiscalía ya tienen acceso, todo esto ha sucedido por cuenta de la virtualidad y seguramente no habría sido posible si no se da la coyuntura de la pandemia.
Con un factor a adicional frente a los casos que no solo resultan importantes para los implicados sino también de interés de los ciudadanos, por ejemplo, la legalización de captura de Nicolás Petro, en medio del ya conocido escándalo de ingresos de dineros cuestionados a la campaña a la presidencia de Gustavo Petro; o el mismo juicio contra Jhonier Leal, por el asesinato de su hermano el estilista Mauricio Leal y su mamá Marleny Hernández.
Uno de los principales defensores de la justicia virtual es el penalista Francisco Bernate, presidente del Colegio de Abogados Penalistas, quien incluso asumiendo la vocería del gremio ha defendido la virtualidad y hasta han salido al paso a la posibilidad de echarla para atrás.
“Se cumplen ya cuatro años desde que Colombia ingresó al siglo XXI y se puso a tono con lo que se hace en todo el mundo en materia de prestación del servicio de justicia. Se trata de la reforma o de la revolución más importante que ha tenido la justicia colombiana por lo menos en los últimos 50 años. Gracias a la implementación de la virtualidad en la justicia, las audiencias realizadas crecieron en más del 200% año a año”, afirmó el penalista Bernate.
Y es que las cifras lo dejan claro, antes de la pandemia en Colombia se realizaban alrededor de 50 audiencias diarias presenciales en todo el país, hoy tres años después de la implementación de esta herramienta tecnológica se programan entre 5 mil y 7 mil audiencias virtuales por día.
Además, dentro de los logros más significativos de esta nueva etapa, está el desatraso en dos años frente al rezago judicial que traía la presencialidad. Hoy hay 125 centros carcelarios conectados para evitar el engorroso traslado de presos, el cual además representa un peligro latente de fuga.
En la misma línea, el presidente del Colegio de Abogados Penalistas afirma que “gracias a la implementación de la virtualidad en la justicia, las audiencias realizadas crecieron en más del 200% año a año. Adicionalmente, se lograron reducir los índices de impunidad en materia de corrupción, en materia de feminicidios, en materia de agresiones sexuales a menores de edad. En tercer lugar, un importante ahorro a los recursos de los colombianos que ya no se despilfarran en las vetustas y peligrosas instituciones donde se administraba justicia en Colombia. Una mejoría en la calidad de vida para los funcionarios judiciales, por supuesto también para los ciudadanos y para los apoderados”.
La actual plataforma tecnológica conocida como “livesafe”, tiene capacidad para 6.500 funcionarios judiciales en todo el país. La virtualidad tiene ventajas adicionales como la grabación en tiempo real de las audiencias y la conexión desde cualquier dispositivo digital no solo desde Colombia sino desde cualquier lugar del mundo. Además, si un testigo protegido quiere declarar, lo puede hacer virtualmente sin exponerse.