El sábado 27 de enero de 2018, a las 6:32 de la mañana se llevaba a cabo la formación de los 54 efectivos de la estación de Policía del barrio San José que entraban a turno a las 7:00. En ese momento dos bombas, estratégicamente ubicadas, estallaron dejando cinco policías muertos y 42 heridos.Ocho minutos después de los hechos, a pocas cuadras, fue detenido Cristian Camilo Bellón, un estudiante de filosofía que había llegado hacía 15 días a la ciudad. Su actitud sospechosa y que llevara un “aparato raro” en la mano hicieron que vecinos del lugar advirtieran de su presencia.Puede interesarle: El angustiante pedido de auxilio de los policías en Barranquilla Al sospechoso le hallaron una radio, una agenda y papeles en los que había dibujos a mano de los planos de la unidad policial y de los sitios donde se ocultaron las bombas que estallaron a distancia con una señal de radiofrecuencia. Su celular tenía varias fotografías de la estación tomadas desde diferentes lugares, lo que evidenciaba un trabajo de inteligencia previo.A las 4:00 a.m. del día siguiente, hombres a bordo de un taxi lanzaron un explosivo contra el CAI del barrio Soledad 2000, en el Área Metropolitana de Barranquilla, hecho que dejó a siete personas heridas: cuatro policías y tres civiles.Le recomendamos: Los detalles desconocidos del atentado del Eln en BarranquillaLa captura de Bellón, así como los elementos que le encontraron resultaron determinantes para armar el rompecabezas de los responsables de ese acto terrorista y atar cabos que llevaron a inculpar a la guerrilla del Eln antes de que, días después, se lo atribuyó la acción en un comunicado.La consecuencia directa de esa confirmación fue que el Gobierno se levantara de la mesa de diálogos con esa organización en Quito (Ecuador). En Barranquilla el efecto fue demoledor en el ánimo de la ciudad que se aprestaba a realizar su tradicional Carnaval y terminó convirtiéndolo en un homenaje a las víctimas.SimilitudesAunque es muy temprano para atar cabos y asignar responsabilidades, el atentado de este jueves en la Escuela de Policía General Santander, en el sur de Bogotá, ha dejado hasta el momento diez muertos y 65 heridos, guarda algunas similitudes con el atentado en Barranquilla y al menos otras dos acciones parecidas.El modus operandi consiste en detonar cargas en lugares donde saben que habrá concentraciones policiales. Así ocurrió el 10 de febrero de 2016 en Cúcuta cuando una bomba estalló en el parque de esa ciudad. En esa ocasión 10 uniformados resultaron heridos. En la Escuela de Policía General Santander se llevaba a cabo este jueves una ceremonia de ascenso de cadetes.En contexto: Los cinco crímenes del ELN que hicieron rebosar la copaEl 19 de febrero del 2017, una carga estalló en la esquina del barrio La Macarena en el centro de Bogotá, en donde policías del Esmad se preparaban para prestar servicio en la plaza de toros de Santamaría. Uno murió y 24 quedaron heridos. En todos los casos salió a relucir el Eln, ReaccionesEl alcalde de Barranquilla, Alejandro Char, manifestó en Twitter su rechazo a “los cobardes actos terroristas que atentan contra el anhelo de vivir en paz de la mayoría de los colombianos. Nuestras condolencias para los familiares de las víctimas y apoyo total a la Policía en su heroica labor para preservar la seguridad ciudadana".Puede interesarle: “Barranquilla no estaba preparada para lo que sucedió”Por su parte el gobernador de Atlántico, Eduardo Verano, declaró periodistas que la “Escuela es un símbolo de La Policía Nacional que es donde se forman los oficiales”. “Al parecer, es un atentado bastante sofisticado, en el sentido de que lleva muchos días de preparación. Ojalá se pueda esclarecer con la mayor prontitud este ataque. No queremos hacer cábalas, pero realmente estamos muy dolidos”.“Lamentamos el atentado contra la Escuela General Santander. Nuestra solidaridad con la Policía Nacional y los familiares de las víctimas. Esperamos que las autoridades den rápidamente con los responsables de este lamentable hecho que enluta al país”, expresó el gobernador de Bolívar, Dumek Turbay.