En octubre de 2014, la estudiante María Camila Velandia, del English School, falleció en una excursión organizada por esa institución y cuyo destino era el departamento del Amazonas. Un accidente de lancha provocó la muerte de la menor y lesiones a otras 10 personas que hacían parte de la actividad pedagógica.

A pocos días de cumplirse ocho años de la tragedia [2 de octubre], SEMANA habló con Mónica Prieto, madre de María Camila, quien enumeró la serie de fallos que se cometieron esa madrugada y que tuvieron el fatal desenlace.

Los errores que provocaron la tragedia del English School en el Amazonas

Aunque aún no se conocen las penas, la justicia entregó el sentido del fallo y encontró culpables al contratista de las lanchas, al lanchero y a los dos guías que acompañaban la excursión de las estudiantes; así mismo, exoneró a la profesora Martha Quintero, quien estaba en representación del colegio durante la salida pedagógica.

Es justamente a la docente, a quien Mónica Prieto señala como principal responsable de lo sucedido, pues, según ella, era quien tenía la potestad y estaba a cargo del cuidado, no solo de María Camila, sino del resto de estudiantes que estaban en el lugar.

Para la madre afectada, se cometieron una serie de errores que se pudieron evitar y la profesora Quintero era, a su juicio, quien debía velar por la seguridad de las estudiantes, evitando que se llevara a cabo el zarpe de la lancha.

“Parte de lo que dice el juez es que claramente se hubiera podido evitar [la tragedia], se cometieron muchos errores”, explicó Prieto.

En primera instancia, señaló la mujer, la hora en la que emprendieron el viaje no era la permitida para ese tipo de embarcaciones, pues está estipulado que esas lanchas pueden emprender sus viajes a partir de las 6 de la mañana, no como sucedió en esta ocasión, que zarparon sobre las 3 de la madrugada.

Otro de los errores a los que hace referencia la madre es la oscuridad y falta de visibilidad con la que iniciaron la aventura. Pues por tratarse de un viaje como estos, los lancheros deben contar con las condiciones óptimas, las cuales eran nulas por haber zarpado a las 3 a. m.

También resaltó que había llovido, por lo que las condiciones climáticas tampoco eran óptimas para emprender el viaje.

Otro de los aspectos que se encontraron durante la investigación, y tal vez uno de los más graves, es que la embarcación, según Prieto, no tenía permiso para zarpar; sin embargo, omitieron esto y decidieron prestar sus servicios a la excursión del English School.

El exceso de peso y el exceso de velocidad, también fueron determinantes, indica la madre, para que el viaje no tuviera el viaje deseado.

“Todos esos hechos juntos ocasionan que choquen contra otra embarcación”, explicó Prieto.

Así mismo, otro hecho que llamó la atención de la justicia es, en palabras de la madre, la advertencia que hizo la comunidad religiosa donde se hospedaban las estudiantes sobre los peligros de emprender el viaje a esa hora de la madrugada y en las condiciones descritas.

“Esa noche había llovido y cuando las monjitas del internado en donde los niños estaban se enteran de que ellos iban a salir muy temprano, les advierten sobre la prohibición de salir a esa hora y el peligro que significaba, aun así toma la decisión”, indicó la madre de María Camila.

“Martha Quintero, que era la profesora que estaba representando al colegio, fue una de las imputadas en el caso, pero tristemente, según el juez, la responsabilidad los cubre a todos, menos a ella, que era la más llamada a representarnos como padres, en el sentido de haber impedido la salida pedagógica., porque ella claramente era quien tenía la potestad para haberla impedido”, agregó la mujer.

Apelarán la decisión

Los abogados de la familia anunciaron que apelarán la decisión del juez de Leticia; pues consideran que la absolución de la profesora representa un mal precedente.

“Buscamos que la muerte de María Camila siente un precedente y que, de alguna manera, se refleje a futuro en protección para los estudiantes, y esa protección debe empezar, sin ninguna duda, por los colegios; pues ellos son los responsables del cuidado y educación de nuestros hijos”, afirma Mónica Prieto.

Sumado a esto, el próximo 19 de octubre se conocerá la condena contra quienes el juez considera los directos responsables de muerte de la joven estudiante del English School.