Quedan dos semanas para que los colombianos acudan a las urnas y elijan al próximo presidente. Las cartas están jugadas y los partidos intensificaron sus estrategias para fortalecer las campañas. Dentro de ese ajedrez, el único partido que no ha podido mover sus fichas es Comunes, la colectividad que nació del acuerdo de La Habana, integrada por algunos excombatientes de las Farc.

Varios congresistas de esa agrupación han dicho que apoyan a Gustavo Petro, pero la realidad es que en el Pacto Histórico nadie quiere tenerlos en la plaza pública ni mucho menos que exista la foto del respaldo.

El pasado 10 de mayo llegó una invitación en la que Comunes anunciaba su adhesión a la campaña del Pacto Histórico, en un acto que se iba a realizar en un teatro en el centro de Bogotá. Sin dar mayores detalles, se canceló por situaciones logísticas. Pero la realidad es que nadie del Pacto Histórico quería ir. Aunque desde la campaña de Petro aseguran que nunca supieron de dicho evento, la realidad es que los dejaron plantados.

El representante a la Cámara de Comunes Sergio Marín le contó a SEMANA que, como el acto se programó antes del paro armado y de las amenazas contra Petro, se pensó que la logística sería más sencilla, pero todo se complicó. Además, según su relato, el teatro tenía capacidad para 150 personas, y los invitados confirmados triplicaron ese número. “Coordinamos con las directivas de Petro que no era el mejor momento para hacer el acto de adhesión. Acordamos hacer trabajo en calle porque ya nuestro apoyo es conocido”, dijo Marín.

Sin embargo, un integrante de la campaña negó ese diálogo y confirmó: “El candidato no quiere andar con los de Comunes en eventos públicos”. Asimismo, en la agenda de Petro no figura en mayo ningún encuentro con los excombatientes de las Farc.

Según otra fuente de la campaña, no hay interlocución con los congresistas de Comunes. Eso no significa que Petro rechace ese respaldo político, pero una adhesión oficial con bombos, platillos y fotografías no existirá.

Si el representante Marín aseguró que hubo diálogo con la campaña, pero desde allí lo desmintieron, ¿qué está pasando? El congresista de Comunes reveló que, después de haber cancelado el acto, se supo que sectores del Pacto Histórico tienen “una lectura equivocada de nuestro respaldo y nos siguen estigmatizando”.

La negativa de aparecer en la misma foto no es nueva y se vivió en las elecciones de 2018, cuando ese partido todavía se llamaba Farc. Aunque intentaron tener a Rodrigo Londoño, último comandante máximo de la entonces guerrilla, como candidato presidencial, el ejercicio no fue viable y declinaron esa posibilidad. Como muchos de los exguerrilleros dijeron sentirse identificados con las propuestas de Petro, él tuvo que salir reiteradamente a decir que no tenía ese apoyo. Desde ese momento, los excombatientes han querido estar cerca de Petro, pero no lo han logrado. Aunque forman parte de la oposición, no pudieron pertenecer al Pacto Histórico, pues el acuerdo de paz se los impide, ya que les otorgó diez curules hasta 2026.

Esa ha sido una de las barreras, fuera de los señalamientos que todavía existen en su contra por la reparación a las víctimas y la poca verdad que se ha dicho en la Jurisdicción Especial para la Paz. Un congresista de la Alianza Verde dijo que es notorio que en el Pacto Histórico “les hacen el feo a los excombatientes desde hace rato”, a pesar de que para nadie es un secreto que apoyan a Petro. Es decir, los quieren de puertas para adentro, pero no los exhibirán públicamente. “Además, es que ellos (Comunes) no tienen una incidencia política fuerte y ese voto ya está con Petro. Sin duda, una foto con ellos en la recta final de la campaña haría daño”, afirmó el legislador, quien pidió reserva de su nombre.

Rodrigo Londoño

Otro congresista electo del Pacto Histórico le dijo a SEMANA que la foto de adhesión de Rodrigo Londoño, Pastor Alape, Rodrigo Granda, entre otros, con Petro no es oportuna y que le han dejado saber al candidato que no debe realizar un evento público. “Eso no se quiere, acabamos de salir de un proceso de paz que genera polémica, y solamente lograríamos que el uribismo siguiera con el tema del castrochavismo”, aseguró la fuente.

Rodrigo Granda

Victoria Sandino, senadora de Comunes, pero que se retiró del partido por las diferencias con las directivas, explicó que ese rechazo del Pacto Histórico es fruto de las malas decisiones y manejos de la colectividad, que justamente la llevaron a renunciar. Reconoció que nadie quiere una imagen con quienes firmaron el proceso de paz. “No es llamativo para nadie, la votación en las elecciones del 13 de marzo fue pésima, y no tiene sentido hacer coalición con un partido sin resultados”, señaló. “Petro está comprometido 100 por ciento con la implementación del acuerdo de paz. Nos duele porque del partido que nació por el acuerdo no queda nada”, agregó.

Victoria Sandino

En las elecciones legislativas, Comunes logró solamente 50.100 votos, lo que demuestra que es un partido sin estructura política y llamado a desaparecer en 2026, dado que no alcanzaría el umbral. Por esa razón, el analista político Carlos Arias explicó que la mala imagen, las deudas pendientes con la justicia y las polémicas por declaraciones de excomandantes guerrilleros siguen pasando cuenta de cobro. “La sociedad no confía en ellos, tienen deudas pendientes, y, por eso, no habrá foto con el Pacto Histórico porque podría haber un costo político bastante alto”, dijo Arias.

A juicio del analista, Petro sabe que está muy cerca de llegar a la Casa de Nariño y cualquier paso en falso podría echar por la borda los esfuerzos. “Hay unos votos de centro que faltan por conquistar, y esa adhesión pública de los ex-Farc podría molestar”, señaló Arias.

Para Sandino y Marín, es importante que una persona que perteneció al M-19, se desmovilizó e ingresó a la política pueda llevar las riendas del país. “Sería un mensaje poderoso para Colombia y el mundo, y abriría las puertas para que podamos seguir en esa apertura democrática”, dijo Sandino.

Por ahora, Comunes seguirá solucionando sus fracturas internas, y los actos en plaza pública quedarán aplazados por cuatro años más. En el progresismo los respetan y los valoran, pero no lo suficiente para mostrarse con ellos, y lo claro es que una foto podría restar. Ese costo en la recta final de una campaña nadie lo asumirá.