El fallo del Tribunal Administrativo de Cundinamarca, que confirmó la multa al presidente de la Federación, Ramón Jesurún, y sus compañeros Álvaro González y Andrés Tamayo, puso al descubierto cómo el tema de la boletería se salió de control y comenzaron los incumplimientos con los jugadores y hasta con las firmas que invirtieron en la selección Colombia.
El testimonio del entonces gerente de la entidad, Luis Guillermo Escobar, delata dos episodios que, según el Tribunal, demuestran “la participación de la Federación Colombiana de Fútbol y de sus miembros en el desvío masivo de boletas”.
Una conversación vía WhatsApp entre el funcionario y Elías Yamhure Daccarett, el hombre fuerte de Ticket Ya, la firma que, según la Superintendencia de Industria y Comercio, manejaba el contrato por debajo de la mesa, terminó en una agria discusión.
Escobar le pide a Yamhure Daccarett que le entregue 100 boletas con destino a los jugadores de la selección Colombia, y el tono de la charla sube porque, según Escobar, no es la primera vez que incumplen.
Por eso, le solicita que hable con Iván Arce, representante de Ticket Shop (TS), la firma que oficialmente firmó el contrato, para que les envíe las entradas sin importar la tribuna, pese a que las familias e invitados de los futbolistas suelen estar en las mejores localidades del Estadio Metropolitano.
Elías Yamhure Daccarett: Ahora lo llamo. La boletería que tengo es oriental baja, pétalo 1 de la C4 a la C15 y de la D1 a la D7. Y oriental alta, pétalo 11, la L208.
Luis Escobar: La localidad no me importa mucho, con 50 de oriental y 50 de occidental los dejo tranquilos.
Elías Yamhure Daccarett: Voy a ver TS qué consigue.
Luis Escobar: El tema es que avisé con tiempo otra vez y están jodiendo a los jugadores por tercera vez. Increíble. Tres bloqueos para los jugadores y no respetaron ninguno. Por favor, habla con Iván y solucionen ese tema, es muy delicado.
Escobar explica que el arquero titular de la selección, David Ospina, está pidiendo insistentemente que le entreguen las boletas, pero Yamhure Daccarett se sale de casillas, asegurando que si no hay entradas para los jugadores es porque la Federación ya dispuso de ellas.
Luis Escobar: Tengo a Ospina reventándome el teléfono todos los días.
Elías Yamhure Daccarett: Perdona que te contradiga, pero a los jugadores los jodieron ustedes porque les dimos 4.200 boletas y no dejaron ni una para ellos.
Conforme avanza la tensa charla, Yamhure Daccarett se sostiene en su decisión de no resolver una situación que, según dice, no es responsabilidad suya.
Elías Yamhure Daccarett: Esto es un negocio, Luis, y tú no puedes hacer bloqueo de nuestra boletería para resolver un problema que tú mismo creaste. Les ayudamos con todo gusto hasta donde nos es posible, pero no me digas que los jodimos.
Finalmente, Yamhure Daccarett le dice al gerente de la Federación de Fútbol que, para evitar impasses similares, se pondrá de acuerdo con Ramón Jesurún sobre el tema.
Eso confirma la apreciación del Tribunal en el sentido de que en esa conversación “también se mencionó al presidente de la Federación Colombiana de Fútbol como el encargado de resolver el problema y autorizar la entrega de alguna boletería apartada”.
Elías Yamhure Daccarett: Es que, definitivamente, cada vez que vaya a hablar con Ramón, bajo enseguida a reunirme contigo para que estés informado de lo que decidimos. Creo que ese es el problema principal.
Por eso, el Tribunal, confirma que “estos conjuntos de elementos permiten afirmar, con certidumbre, sobre la participación de la Federación Colombiana de Fútbol y de sus miembros en este acuerdo restrictivo y su poder decisivo en el asunto”.
¿‘Conejo’ a los patrocinadores?
El segundo episodio que delata el desorden con el que se manejaba la boletería y cómo ya estaba revendida tuvo lugar con ocasión del partido contra Brasil, que terminó empatado a un gol el 5 de septiembre de 2017.
El propio Tribunal en la sentencia explica el porqué: “La razón fue que el vicepresidente de la Federación Colombiana de Fútbol, Ramón de Jesús Jesurún Franco, ordenó la venta de un bloque de la boletería que estaba reservada para ese evento”.
Luis Guillermo Escobar también explicó en su declaración que cuando ya estaba listo el evento y reservadas las boletas para las firmas que respaldaban al equipo, tuvieron que cancelarlo porque no aparecieron por ningún lado.
Luis Escobar: Teníamos la negociación muy avanzada con los proveedores y era montar una carpa en el parqueadero del Metropolitano con aire a toda, con todos los patrocinadores activando sus marcas y demás; y para ese partido, para hacer ese proyecto, necesitábamos 400 u 800 boletas para hacer ese evento. Ellos vinieron acá, Ticket Shop, conectamos el computador y separamos las 400 u 800, no me acuerdo el valor ahora mismo.
Y relata cómo, cuando todo estaba listo, de un momento a otro se enteraron de que las boletas no estaban disponibles y no tuvieron más remedio que cancelar a pocos días del crucial juego contra Brasil. Escobar explica, además, cómo Ramón Jesurún habría reservado entradas para ese partido.
Luis Escobar: Las separamos y a las dos semanas, o sea, estábamos a punto de firmar el contrato con el proveedor, ellos nos dicen: “No, ya les quitamos las boletas, ya no las tienen”, entonces tuvimos que cancelar eso.
Y además ahí había pedidos adicionales, como del presidente, había pedido 100 más. Difútbol había pedido, todo el mundo había pedido porque era Brasil, que es el que se llena, y ninguna de esas llegó; o sea, ahí peleando recibimos unas cuantas del pedido ese adicional que pedimos para ese partido.
Por eso, el Tribunal Administrativo de Cundinamarca es claro en su sentencia sobre lo que pasó en el episodio: “El error originado en la falta de coordinación en la distribución de las boletas evidenció la participación activa de la Federación Colombiana de Fútbol, en particular del señor Ramón de Jesús Jesurún Franco, y demás miembros aquí mencionados en este asunto”.