Hay un importante político colombiano que recibió un soborno de más de tres millones de dólares de la brasileña Odebrecht. La única pista que han revelado es que se trata de alguien que estuvo 8 años en el gobierno Santos, es decir, los dos periodos completos. Otra es que los gringos lo bautizaron como “Colombian Official 3″. Y que ha salido a la luz después de que el grupo Aval pactara con las autoridades norteamericanas pagar una multa de 80 millones de dólares para que cerraran el caso que tiene que ver con ellos en la trama corrupta de Odebrecht.
Es decir, después de que entregaran información relevante sobre lo que conocen de los delitos de la constructora brasileña en Colombia. ¿Sabremos algún día a qué bolsillo fueron a parar esos millones de dólares?, ¿quién era ese “Colombian Official″?
El grupo Aval además confirmó a los gringos algo que todos sabíamos: que entraron dineros sucios a la campaña Santos. La única novedad fue la entrega de ese soborno a una sola persona concreta. Caben varias preguntas.
¿Por qué ahora se revela lo del “Colombian Official 3″? ¿Tiene algo que ver con los datos que aportó Aval a los norteamericanos? Porque en Colombia puedes tener a las ías, a la Comisión de Absoluciones, al Congreso y las altas cortes de tu parte, pero a los gringos no los toreas. La investigación de Odebrecht aquí ha sido una vergüenza hasta ahora. Y solo han ido por la cabeza de Óscar Iván Zuluaga, que no tiene escudos protectores.
Y aunque el premio nobel tenga escudos y todo le resbale, y haya sido inmune a la cadena de escándalos en sus campañas, en el último número de SEMANA aparecen muchos motivos para preocuparle. Las nuevas revelaciones y el recuento de los millones corruptos y los no declarados que ayudaron a sus triunfos electorales resquebrajan su imagen internacional y peor en estos momentos en que cuentan que Santos anda fresco por el mundo promocionando su candidatura a la Secretaría General de la ONU.
Pero con el reciente grupo de más implicados que aporta la Fiscalía General, ¿quién quita que, tarde o temprano, alguno se vaya de la lengua? No todos son tan lacayos como su íntimo amigo Roberto Prieto. Y es insostenible el cuentito de que todo fue a sus espaldas. Es decir, un subalterno gestiona plata con corruptos porque adora a su jefe y no le cuenta nada para no implicarlo.
Y a los corruptos les parece divino entregar millones a un empleado sin que nunca lo sepa su patrón. Por ejemplo, informan que, presuntamente, en mayo de 2014, José Elías Melo, presidente entonces de Corficolombiana y hoy preso por corrupción, solicitó al dueño de Odebrecht, Martorelli, que asistiera una reunión con el “Colombian Official 3″. En ella, acordaron el monto de los sobornos.
¿Quién sería ese “Colombian Official”? ¿Y por qué esa confianza entre los tres? Sin que nadie lo nombrara, Santos corrió a desmentir en Twitter que tuviera nada que ver con esa persona que recibió los sobornos.
Aparte de los Ñoño Elías, Musa Besaile, Otto Bula, Federico Gaviria y otros que declararon las trampas, aunque no sirvió de nada, hay varias personas clave que tendrían que contar lo que saben de los dineros de Odebrecht en las campañas de Juan Manuel Santos.
Esteban Moreno y Andrés Sanmiguel, Néstor Humberto Martínez, Simón y César Gaviria, Germán Vargas Lleras, Sarmiento Ángulo Jr, Javier Torres, Alex Char, Cecilia Álvarez. ¿No les da la risa? No soy la única consciente de que es un imposible y que lo único que puede pasar es que a Santos se le dañe su aspiración en la ONU, porque los gringos sí saben la verdad.