Hace un mes, un juez de Bogotá revocó la orden de libertad a los hermanos Mora Urrea, dueños de la cadena de supermercados de Supercundi, y decidió enviarlos a prisión. Desde entonces, las autoridades adelantaron operativos para dar con su paradero, hasta que este viernes, después de varios acercamientos con sus abogados, los empresarios se entregaron a las autoridades. Uriel y Luis Alirio Mora Urrea está acusados por los delitos de lavado de activos y enriquecimiento ilícito. El ente investigador había anunciado nuevos elementos probatorios que vincularían los negocios de la familia Mora Urrea con las Farc. Serán presentados ante un juez para que legalice la captura y después se llevará a cabo la audiencia de inicio del juicio.El caso causó revuelo luego de que las autoridades allanaran más de 60 supermercados y capturaran a los hermanos Norberto, Luis Alirio y Edna Yaneth Mora Urrea, como supuestos aliados con las Farc. Sin embargo, los señalamientos en su contra se fueron quedando sin oxígeno ante un juez de Bogotá, quien consideró que no existían elementos suficientes para mantenerlos detenidos. Sin embargo, todo indica que el caso dio un nuevo giro.Las evidenciasSegún la Fiscalía, existe una relación entre Romaña y el clan Mora Urrea, dueños de un emporio de supermercados que asciende a casi 650.000 millones. Según el ente investigador, son anormales los incrementos patrimoniales presentados por la familia Mora Urrea en sus declaraciones de impuestos y en su actividad patrimonial. "Las declaraciones de renta, registros de instrumentos púbicos y registros mercantiles dieron muchos resultados problemáticos", indicó el ente investigador.Entre los años de 1997 y 2016 se encontraron incrementos patrimoniales no justificados en cabeza de Norberto Mora. Se llegó a un total de 20.332 millones de pesos en incrementos sin justificación.Las cifras fueron tan extraordinarias que si se compara el crecimiento de los demás miembros de sector, con el presentado por Mora Urrea, se observa que en 1997 el crecimiento fue de 2 por ciento para las empresas del sector. En comparación, el crecimiento bruto operacional de Mora Urrea fue de 3.400 por ciento, según lo argumentó la Fiscalía. Y las disparidades continúan a lo largo de todos los años hasta el final de estudio en el 2016.Para Uriel (otro de los hermanos) y Yaneth Mora Urrea se observaron las mismas anomalías.La Fiscalía presentó un informe del liquidado Departamento Administrativo de Seguridad DAS, que fue el primero en alertar hace una década que el emporio de supermercados que manejaban los hermanos Mora Urrea eran posiblemente un lavadero de plata.Desde el 17 de marzo de 2007, las autoridades colombianas los ficharon como posibles testaferros del frente 53 de las Farc, grupo guerrillero que dejó las armas en el marco de la negociación de paz.El informe del ente investigador explica cómo supuestamente la organización de los hermanos financiaba a la guerrilla y manejaba dineros provenientes de secuestros y extorsiones, así como otros delitos.En contexto: Dictan órdenes de captura en contra del clan Mora Urrea, propietarios de SupercundiSegún la Fiscalía, el millonario negocio estaba bajo la supervisión de alias Romaña, que era el encargado de hacerles llegar los dineros ilícitos para la creación de supermercados, locales y demás actividades económicas. Aunque Supercundi siempre fue la joya de la corona.La investigación realizada por la Unidad de Extinción de Dominio de la Fiscalía se soporta en tres testimonios de desmovilizados de los frentes 51, 52 y 53 de las Farc. Las declaraciones de -Luis Alberto Grajales, Tifer Quiroga y Wilson Rivas- revelarían la supuesta relación entre Norberto Mora Urrea y alias Romaña, así como con el Zarco Aldinever.En ellas se reconstruye cómo en la zona de distención se reunieron los mandos del frente 53 con el Mono Jojoy para discutir las finanzas de la guerrilla, reunión en la cual se menciona al señor Norberto Mora como una persona de confianza para Romaña.Sin embargo, según la defensa de los implicados, estos testigos son falsos y el caso hace parte de un montaje judicial en su contra.