En el país hay luto por la masacre de cuatro niños indígenas el pasado fin de semana en la Comunidad el Estrecho, en los límites entre Amazonas y Caquetá. Los menores fueron asesinados a manos de las disidencias de la Farc, bajo el mando de alias Iván Mordisco.
En el programa La Noche, Arnulfo Gasca Trujillo, gobernador de Caquetá, relató lo ocurrido con los menores. De acuerdo con el mandatario departamental, los niños escaparon de las filas de las disidencias de las Farc y llegaron hasta una comunidad indígena para pedir ayuda, pero hasta allí llegaron los criminales y acabaron con sus vidas.
El gobernador también recalcó que esta masacre fue exactamente ejecutada por las disidencias de las Farc en el departamento de Caquetá, y no en el Putumayo.
“Los había reclutado la guerrilla de las disidencias de las Farc que comanda Iván Mordico. En un desespero, los niños se fugaron de las filas de la subversión y llegaron con el armamento hasta una comunidad indígena donde pidieron auxilio, pidieron protección; la comunidad los protegió y los niños pedían que los llevaran para algún sector, para Araracuara, para alguna parte, porque ellos temían por sus vidas, y que ellos entregaban esas armas ahí a la comunidad para que fueran devueltas al grupo guerrillero”, narró el gobernador en entrevista con La Noche.
Y agregó: “Pero no tuvimos la oportunidad de que los niños pudieran salir con vida, sino que ahí llegó la disidencia de las Farc y los sacaron de donde los tenían refugiados, en una casa. Los hicieron parar frente a toda la comunidad, frente a su familia, y fueron masacrados”.
Vale destacar que en las últimas horas, las disidencias de Iván Mordisco emitieron un comunicado en el que asumieron su responsabilidad en ese hecho y dijeron que, supuestamente, los menores asesinados fueron tres y no cuatro.
“Frente a los hechos ocurridos en el Putumayo, asumimos la responsabilidad de la muerte de los tres jóvenes (no fueron cuatro) que fueron ajusticiados, quienes tienen la edad que exigen el derecho internacional humanitario para el reclutamiento de combatientes, que en nuestro caso es de manera voluntaria” (sic), dijeron en un comunicado los criminales.
De manera descarada, y confirmando su prontuario criminal, aseguraron: “No fueron reclutados a la fuerza y, por el contrario, denunciamos que el enemigo busca aprovecharse de la vulnerabilidad de los pueblos originarios para hacer infiltración con el fin de desmoralizar y cooptar militantes al interior de los campamentos para violar nuestros estatutos, induciéndolos a cometer delitos”.
Según los criminales que pertenecen a este grupo guerrillero, “asumiremos nuestra responsabilidad, reconociendo los errores cometidos y asumiendo compromisos claros para la reparación con las comunidades”. Sin embargo, no hicieron referencia a cómo adelantarían dicha reparación.
Los integrantes del denominado Estado Mayor Central también afirmaron que tienen toda la voluntad de continuar en el camino del diálogo de paz y que la población colombiana debe “rodear este proceso de diálogo que se desarrolla entre las Farc-EP y el Gobierno Nacional”.
El pasado lunes festivo, el presidente Gustavo Petro informó que se suspendió el cese al fuego bilateral con las disidencias de las Farc, tras la masacre de estos niños indígenas.
“Un hecho atroz que cuestiona la voluntad de construir un país en paz. No hay justificación alguna para esta clase de crímenes”, se indicó en el comunicado publicado por el presidente Petro en su cuenta en Twitter.
“Hoy, después de escuchar a delegados de las comunidades y del Consejo Extraordinario de Seguridad -y debido a la grave violación del Derecho Internacional Humanitario por parte de esta organización al margen de la ley, sumado a otros hechos que generan incertidumbre y zozobra en la población-, el Gobierno tomó la decisión unilateral de suspender parcialmente los efectos del Decreto 2556 del 2022″, señaló el comunicado.