El 17 de mayo de 2008, cuando Claudia López brillaba como investigadora de la parapolítica, Alejandro Gaviria escribió en su blog sobre lo que vivió el día del lanzamiento del libro que condensaba tal investigación y en el que la hoy alcaldesa de Bogotá era coautora. Su relato muestra una cierta molestia de Gaviria en medio del evento.
“Hace dos meses aproximadamente fui invitado a comentar el libro de Claudia López (y coautores) sobre la parapolítica. Estoy seguro de que la invitación fue un error. Probablemente la persona encargada de la promoción editorial me confundió con Carlos Gaviria o con José Obdulio y terminé en el lugar equivocado, en la biblioteca del Gimnasio Moderno dispuesto a dar una discusión académica, a participar en un debate interesante”, puntualizó el ahora aspirante presidencial.
Alejandro Gaviria definitivamente sí estaba en el lugar equivocado porque ese día no le gustó ni siquiera la puesta en escena para el lanzamiento del libro de Claudia López y sus socios de investigación. Así lo expresó: “Lo primero que me llamó la atención, al entrar a la biblioteca, fue el escenario. Como fondo, detrás de la mesa principal, había una pantalla gigante de 5 metros cuadrados donde se proyectaban, en una sucesión sin fin, los rostros de los parlamentarios acusados de parapolítica. El ambiente de linchamiento era evidente. Digamos que se trataba de un linchamiento virtual. Pero linchamiento al fin y al cabo”.
Gaviria se percató hasta del más mínimo detalle: la presencia de Antanas Mockus en primera fila, varios congresistas, el fiscal general de la nación de la época y muchos políticos. “La presentación comenzó media hora tarde. León Valencia hizo una rápida introducción. Habló de la necesidad de una derecha civilista. Me pareció un discurso conciliador, con una dosis correcta de demagogia. Luego Rafael Pardo pontificó dos minutos sobre la necesidad de una reforma política y yo hice un comentario puntual sobre las regalías y las causas económicas del problema en cuestión”, aseguró Gaviria.
Quizás lo que más molestias le produjo a Alejandro Gaviria esa noche fue la presentación de Claudia López, es fácil deducirlo por lo que escribió en su blog en el que se notaba realmente fastidiado. Claudia López se levantó de la mesa. Tomó el micrófono y dijo que iba a hacer una presentación de veinte minutos. Habló hora y media en un tono ensordecedor. Mezcló la historia, la geografía, la política y la ética. Le dio órdenes al Fiscal, que había llegado a la presentación y escuchaba anonadado. Los aplausos se repetían cada cierto tiempo. La señora López, me di cuenta entonces, era la santa inquisidora de esta ceremonia extraña.
“Esta investigación –dijo en algún momento, refiriéndose a su propio trabajo– es la investigación académica más importante de la historia del país”. Mientras tanto, las fotos de los parapolíticos, el carrusel de rostros continuaba sin cesar, dándole una iluminación peculiar a la ceremonia”, enfatizó y agregó que ese día, “el Fiscal tomó la palabra y dijo, entre otras cosas, que se inclinaba con reverencia ante el trabajo de Claudia López”.
Pero en su escrito Gaviria explicó que en medio de su indignación se atrevió tímido a hacer algunas reflexiones pero todo indica que le fue mal con Claudia López, “Yo hice un comentario tímido sobre las incoherencias entre los datos y las conclusiones del informe. La señora López contestó con displicencia. Hubo una última ronda de aplausos. Y la ceremonia concluyó. Al salir, un conocido visionario, jefe, creo yo, de la tribu mockusiana, me dijo que los paisas perdíamos la objetividad cada vez que alguien mencionaba a Antioquia. Claudia López ha tenido una sola respuesta a mis objeciones: “no ve que es paisa”, dice Gaviria relatando lo que sucedió.
Finalmente, Al bandeó Gaviria aseguró que “varias personas que han leído el libro me han confesado, personalmente, sin ganas de hacer públicas sus opiniones, que el ensayo de Claudia López sobre la parapolítica en Antioquia no sólo está muy mal escrito, sino que está lleno de errores fácticos y argumentativos (invito a los lectores de este blog a leerlo). La mayoría se muestra sorprendida, dada la reputación de la autora y las implicaciones de su trabajo. Pero no deberían sorprenderse. Los inquisidores generalmente no argumentan. Simplemente señalan. Acusan mientras el público aplaude”.
Pero la política es cambiante. Hoy Alejandro Gaviria como candidato presidencial y Claudia López como alcaldesa de Bogotá parecen más cerca que nunca. Aunque la mandataria fue fórmula vicepresidencial de Sergio Fajardo en 2018, ahora se ve más cercana a Gaviria a juzgar por las manifestaciones públicas de su esposa, la congresista Angélica Lozano y su pupila la representante de la Alianza Verde Juanita Goebertus, quien literalmente traicionó políticamente a Fajardo para subirse al bus que considera de la victoria, el de Alejandro Gaviria. Por ahora, Gaviria solo alcanza el 3 por ciento de intención de voto, según el Gran Estudio Electoral de SEMANA.
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