A propósito del sonado operativo militar realizado por el Ejército Nacional en Puerto Leguízamo (Putumayo) contra las disidencias de las Farc, en el que habrían perdido la vida varias personas, de las cuales la comunidad indígena asegura que eran civiles, mientras que -por su parte- la milicia colombiana asegura que eran disidentes de la guerrilla.

Entre los afectados por el operativo se encuentran menores, indígenas y campesinos de la zona, según testimonios de las organizaciones civiles y familiares. Al respecto, la directora de la Asociación Minga, Diana Sánchez, en diálogo para la radio en el programa Mañanas Blu, se refirió sobre lo ocurrido en el caserío El Remanso, que dejó once personas muertas.

“Tenemos muchas dudas de que la versión oficial del Ministerio de Defensa y las fuerzas militares sea la más coherente. Al segundo día de haber pasado los hechos salieron versiones no oficiales de organizaciones sociales y de víctimas diciendo que lo que aconteció no fueron enfrentamientos, combates, ni siquiera una refriega, sino que fue un asalto de la fuerza pública, que en principio se hizo pasar por guerrilla”, afirmó Diana Sánchez.

La directora de la Asociación Minga aseveró que hay denuncias que señalan a integrantes de la fuerza pública que cambiaron sus vestimentas una vez se produjeron los hechos.

“Dicen que hubo al menos 40 hombres que se hicieron pasar por la guerrilla, que venían con camisetas negras y pantalón verde, que se cambiaron ese vestido y se pusieron el camuflado oficial del Ejército. Algunos se fueron en helicóptero, otros se quedaron. La conclusión es que aquí no hubo un grupo ilegal que se haya enfrentado con el Ejército y la Armada”, declaró la líder de la asociación indígena.

El Ministro Diego Molano aseguró que se cumplieron correctamente todos los protocolos en el operativo que dice que no habían civiles. | Foto: Karen Salamanca

Y añadió que “fue una operación donde llegó el Ejército y la Armada, empezaron a disparar por todos lados y varias personas que estaban en la festividad murieron. Después hicieron allanamientos, se metieron a las casas”.

Por su parte, el Ejército respondió ante la polémica generada por las denuncias acerca de la operación en Putumayo. El mayor general Juan Carlos Correa Consuegra, comandante de la División de Aviación Asalto Aéreo, ratificó que “la maniobra militar desplegada en inmediaciones del caserío Alto Remanso cumplió con todos los protocolos y lineamientos estipulados en la doctrina militar para el desarrollo de acciones ofensivas contra estructuras criminales”.

El ministro de Defensa, Diego Molano, dijo que en el sitio donde ocurrieron los hechos “no se encontraban inocentes campesinos, sino integrantes de las disidencias” de las Farc. Y según fuentes de inteligencia, aseguran que los presuntos disidentes de las Farc estarían vestidos de civil, dedicados al negocio del narcotráfico, así como a la extorsión.

Cabe recordar que en ese operativo también quedó herido un soldado que relató el momento en el fue atacado: “El que me hiere a mí lo alcanzo a ver, no lo identifico bien, iba a velocidad, cuando me lo estrellé de frente; él saca el fusil, tenía un buzo de civil, estaba totalmente de civil; saca el fusil y me impacta; gracias a la reacción de mis compañeros no me remató”.

“Cuando me hirieron a mí, me tocó llegar solo a donde estaba mi compañero, me puse el torniquete; el impacto que recibí en el brazo derecho me causó lesiones en las arterias y las venas, tenía dos hemorragias”, agregó el soldado Beleño.

Al respecto de la situación, las investigaciones continúan para determinar quiénes eran en realidad las personas que murieron en ese operativo en el departamento del Putumayo.