Todos los noticieros del jueves 9 de marzo registraron la escena. A pesar de que la capacidad de asombro de los colombianos en materia de hechos escabrosos parecía azotada, la imagen de cadáveres colgando de dos helícópteros de la Policía Nacional, no tenía antecedentes en el país. Como sacadas de la película "Rambo", las tomas resultaban escalofriantes y alcanzaron a indignar a más de un televidente.Lo que habia comenzado como un asalto bancario a la Caja Agraria de Tenjo (a escasos 40 kilómetros de Bogotá) terminó en un sangriento combate entre los asaltantes y la Policia de Cundinamarca. Doce jóvenes, con una edad promedio de 25 años, alquilaron un microbús de servicio público con placas OU 2501, el domingo 5 en el Parque El Salitre, para que los llevara a un paseo a la población cundinamarquesa. Como habian acordado con el conductor Jorge Enrique Gómez Guerra, a las 8 y 40 de la mañana del jueves 9, los 12 del grupo llegaron al parque y partieron. A pocos kilómetros de Bogotá, el jefe del grupo, a quien llamaban el "Profe", le ordenó al chofer detenerse. Luego lo maniataron y uno de los asaltantes pasó al volante. Simultáneamente, los tres restantes habían emprendido la marcha en un campero Toyota color azul.Al llegar a Tenjo, lo primero que hicieron fue disparar contra los equipos de Telecom. Después, mientras unos lanzaron una granada contra el cuartel de la Policía, custodiado por cuatro agentes y su comandante, los otros se apostaron en las esquinas principales y un tercer grupo se dirigió a la Caja Agraria de donde se llevó 9 millones de pesos y al Banco de Colombia, cuya caja fuerte no pudo ser abierta, de donde sustrajeron únicamente 400 mil pesos que tenian los cajeros en las ventanillas. De inmediato el grupo emprendió la fuga.Hasta ese momento el asalto había sido a fuego pero no a sangre. Sin embargo, en segundos los asaltantes se vieron perseguidos por la Policia Vial que se encontraba en la zona vigilando la carretera por donde pasaban los ciclistas que participaban en la Clásica de Cundinamarca. Por radio uno de los policías de Tenjo había dado el aviso. Los asaltantes al verse perseguidos se bajaron de los carros se internaron en las montañas que rodean el pueblo. Dos helicópteros artillados, con ametralladoras punto 50, sobrevolaron el lugar en pocos minutos. La balacera se prendió y a las 11 de la mañana cayeron los primeros tres hombres. El tiroteo se prolongó hasta las 4 de la tarde. Al lugar llegaron más de 30 periodistas con cámaras de televisión.SEMANA logró hablar con el único detenido de los asaltantes quien, ante los llamados de la Policia para que se rindieran, se entregó. Guillermo Rodríguez, de 31 años y que dice ser un albañil y carpintero de profesión, contó que él salía a trotar todos los domingos al Parque El Salitre y que allí conoció a un al Roberto, con quien solía reunirse después de hacer ejercicio. El domingo 5, Roberto le propusó que participara con él en el asalto de un banco a cambio de un millón de pesos. Guillermo aceptó sin preguntar nada.Sin recibir el dinero pero sí una pistola, se subió al microbús y fue uno de los encargados de robar la Caja Agraria. La Policía encontró en una casa abandonada en los alrededores de Tenjo fotocopias del periódico "Liberación" del Ejército Popular de Liberación, EPL, así como documentos de identidad. Los testigos afirman que los asaltantes gritaban consignas alusivas al EPL y con pintura escribieron esta sigla en las paredes. Sin embargo, Guillermo asegura no estar vinculado a este grupo y sólo había oido hablar de él por noticias radiales. Y si la historia de Guillermo parece poco creíble; la de Alejandro Pulido Bravo (dado como muerto por la Policia) lo es aún más. Entre los documentos hallados por la Policia de Cundinamarca se encontró cédula de ciudadania, su carne de la biblioteca del Cinep y su recibo de matricula de la Universidad Nacional. Pero Pulido Bravo resucitó. SEMANA se enteró que que el viernes pasado se presentó ante el decano de Antropologia de la Nacional y le contó que hacía unos dias había perdido los documentos de identidad. El decano procedió a confirmar la historia del estudiante y corroboró su versión con los registros de la facultad, por lo que le expidió un certificado aclarando su situación.Pero el caso de Pulido es sólo otra de las dudas que surgieron después de los sangrientos sucesos en la población cundinamarquesa. Aparte de las macabras imágenes de los cuerpos de los guerrilleros colgados de los helicópteros, pocos se explicaron la lógica de una operación suicida por parte de los representantes de un grupo como el EPL, que en días recientes envió un comunicado en el que manifestaba su disposición al diálogo. Un mensaje que, por lo visto, no alcanzó a circular en Tenjo. -