El costo del programa de gobierno de Gustavo Petro es tan alto que el presidente electo necesita impulsar una reforma tributaria en el primer semestre de su administración. Varios funcionarios designados por el futuro mandatario ya empezaron a pensar cómo se financiarán sus sectores y revelaron posibles nuevos impuestos que impactarán directamente el bolsillo de los colombianos.
Carolina Corcho, ministra de Salud, planteó en el retiro programático del Pacto Histórico que se propondrá un impuesto a las bebidas azucaradas, lo cual implica subir el precio de productos como gaseosas, tés, refrescos, bebidas deportivas y jugos.
Según la última entrega de la Encuesta Nacional de Calidad de Vida del Dane, el 61,8 % de los colombianos consume bebidas azucaradas. Esto implicaría para muchos dejar de consumir los productos con tanta frecuencia, pero para otras personas podría significar un encarecimiento de sus necesidades cotidianas.
La meta de la medida es aplicar una carga impositiva por litro o un porcentaje de sobretasa. La última propuesta, que se hundió en el Congreso, planteó un impuesto que gradualmente llegaría al 25 %. Aún no se conoce el planteamiento de la ministra entrante en detalle y la carga que podría significar para los colombianos.
Patricia Ariza, ministra de Cultura, dice que su sector se podría financiar por medio de ampliar el impuesto a los planes de celulares. Para esta medida, aplicaría un impuesto del 4 % para los contratos que superen los 38.000 pesos mensuales.
Este cargo, de un poco más de mil pesos, se utilizaría para financiar proyectos del ministerio liderado por Ariza.
Cecilia López, ministra de Agricultura, anunció que habrá reforma agraria y uno de los pilares será volver más productiva la tierra, redistribuyéndola, si es necesario, para generar oportunidades en la ruralidad. Una de las herramientas será el catastro multipropósito, el cual ayudará a determinar el real precio de la tierra y sus atributos.
Según López, los propietarios en el campo no pagan lo suficiente. Por lo tanto, se les incrementarán los impuestos de tal manera que deberán hacer de la tierra productiva para pagarlos, solo pagarlos o vender los terrenos al Estado para su distribución.
A su vez, Luis Carlos Reyes, el nuevo director de la Dian, ha detallado la población a la que se apuntará con los nuevos impuestos. En conversación con SEMANA, aseguró que los colombianos que tengan un ingreso menor a los diez millones de pesos no deberán pagar de más.
“Incluso, aquellos que tienen ingresos de más de diez millones de pesos, también estamos conscientes que no es lo mismo un profesional que diez millones de pesos al dueño de un grupo empresarial. Las responsabilidades son proporcionales a nivel de ingreso y patrimonio de cada uno de ellos”, agregó el economista.
A pesar de que aumentará para esta población, la carga más pesada recaería sobre la fracción más favorecida, quienes, según Reyes, “a causa de la evasión” no tributan lo que deberían.
En este sentido, los evasores tendrán castigos más fuertes, que en casos de gran escala podría repercutir en penas de cárcel.
También se puso el ojo en las exenciones, que si bien no generan costos adicionales, muchos sentirán el efecto de su retiro. Entre los que se retirarán se encuentran los beneficios sectoriales a varias empresas, tales como las que pertenecen al sector hotelero, economía naranja y zonas francas.
Entre los detalles que se especulan, también se tiene en cuenta que el impuesto al patrimonio comenzaría a aplicar desde los mil millones de pesos. Actualmente, este comienza a aplicar desde los 5.000 millones de pesos.
Aún no se conoce el texto de la reforma tributaria, pero, con el nombramiento de buena parte de su equipo económico, Petro comienza a dar pistas de lo que sería su gobierno en nuevas cargas impositivas.