El nombre de Orlando Pelayo todavía es bien recordado por los habitantes de Chía, Cundinamarca. Era un taxista al que varios vecinos conocían y cuyo nombre se escuchó por primera vez en los medios cuando la noticia sobre la desaparición del pequeño Luis Santiago Pelayo Lozano, su hijo, centró la atención del país en el municipio ubicado al norte de Bogotá.

A Pelayo se le vio participando incluso en las velatones organizadas para orar por Luis Santiago. Apoyaba a la madre del pequeño y posaba de víctima cuando, en realidad, ocultaba un sombrío secreto. La historia tuvo un giro de 180 grados cuando la investigación determinó que el propio padre del bebé estaba involucrado en su secuestro y posterior asesinato.

A raíz de esta macabra historia, Orlando Pelayo fue condenado a 58 años de prisión, pena que estaba pagando en la cárcel La Tramacúa de Valledupar. Sin embargo, en la tarde del viernes 21 de abril se confirmó su fallecimiento.

De acuerdo con la información oficial, Pelayo se encontraba hospitalizado en el hospital Rosario Pumarejo López desde el pasado 10 de abril. Fue el mismo director del Inpec, Daniel Gutiérrez, quien confirmó su deceso.

Además, se conoció que este sujeto padecía múltiples problemas de salud, entre los que destacan insuficiencia renal, problemas de vesícula, diabetes e insuficiencia cardíaca, situación que lo llevó a estar en la unidad de cuidados intensivos de dicho centro médico.

Orlando Pelayo confesó ser el autor intelectual del secuestro y asesinato de su propio hijo, un bebé de tan solo 11 meses. | Foto: SEMANA

Vale recordar que en la cárcel La Tramacúa también están presos por asesinatos y delitos sexuales Rafael Uribe Noguera, Luis Alfredo Garavito y Javier Velasco, recordado por el asesinato de Rosa Elvira Cely.

El cuerpo de Pelayo permanece en el Instituto Nacional de Medicina Legal de Valledupar, mientras se tramita la entrega a sus familiares.

Luis Santiago, de once meses de edad, muerto por orden de su padre, Orlando Pelayo.

El caso del pequeño Luis Santiago

El 25 de septiembre de 2008, unos hombres irrumpieron en la casa de Ivonne Lozano y le arrebataron a su bebé Luis Santiago, de tan solo 11 meses de edad. El caso despertó indignación, pues se trató del secuestro de un bebé.

Los carteles para encontrar al pequeño se distribuyeron por todo el municipio, así mismo, los medios de comunicación llegaron al municipio para reportar lo sucedido y acompañar a la familia en su angustiante espera.

Orlando Pelayo, el padre del menor, posó de víctima e incluso estuvo con la madre para acompañarla. Todo fue una simple fachada para intentar esconder su culpabilidad.

Orlando Pelayo le pagó a una mujer para que raptara al pequeño Luis Santiago de la casa de su madre. | Foto: SEMANA

Finalmente, el cuerpo sin vida de Luis Santiago fue encontrado en zona montañosa de la vereda Tiquiza, en el occidente de Chía. En su momento, se conoció que el cadáver estaba dentro de una bolsa plástica y la causa de la muerte había sido asfixia.

Orlando Pelayo fue el autor intelectual del macabro crimen. La investigación determinó que le pagó a una mujer llamada Marta Lucía Garzón Muñoz 500 mil pesos para raptarlo de los brazos de su madre. Posteriormente, las autoridades indicaron que el pequeño habría sido asesinado el mismo día del secuestro.

Tras analizar los elementos probatorios, la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia condenó a Orlando Pelayo Rincón a 58 años y 9 meses de prisión, quien confesó ser el autor intelectual del secuestro y posterior asesinato de su hijo Luis Santiago.

La Sala de Casación Penal desestimó los alegatos de su abogado defensor, quien aseguró que la confesión se había dado bajo presión y tortura de la que había sido víctima Pelayo una vez se había conocido el caso.

Teniendo en cuenta lo anterior, la corporación ratificó la decisión del Tribunal Superior de Cundinamarca y lo declaró culpable por los delitos de secuestro simple y homicidio.