Una de las personas a las que yo siempre había querido entrevistar es a Felipe López. Tal vez porque es uno de los protagonistas de la vida nacional que nunca da declaraciones a los medios. La razón para esta ausencia, creo yo, tiene que ver con su timidez. Por eso le sugerí que la celebración de los 25 años de SEMANA, podía ser la mejor excusa para que por primera vez expresara sus opiniones en su propio medio. Felipe aceptó y estoy segura de que sus opiniones van a sorprender a muchos. María Jimena Duzán: ¿Cuáles han sido los momentos más difíciles en estos 25 años?Felipe López: Las denuncias contra Pablo Escobar y el cubrimiento del proceso 8.000. Lo de Escobar por el peligro que entrañaba, y lo del 8.000 por la amistad que yo tenía con Ernesto Samper y Fernando Botero. M.J.D.: Hablando de amistad, que yo recuerde usted era samperista antes del proceso 8.000, y sin embargo su revista fue la que destapó el escándalo. Ahora usted es un uribista confeso, aunque SEMANA es el medio que más ha hecho denuncias sobre la para-política y la infiltración de los paras en entidades como el DAS. ¿Cómo ha logrado independizar su vida personal de la de la revista?F.L.: Es que la función de SEMANA no consiste en reflejar mis opiniones personales. Las revistas de opinión no pueden competir en el campo de la información con medios tan ágiles como la radio, la televisión, los diarios y la Internet. El único papel importante que pueden jugar es el del análisis crítico. M.J.D.: ¿Es cierto que cada vez se mete menos en la revista?F.L.: Yo cada vez me meto menos en el día a día. SEMANA tiene un director que es Alejandro Santos y un equipo de gente joven que considera que su responsabilidad es no tragar entero. M.J.D.: ¿Por qué dejó de escribir artículos? Durante muchos años usted escribía todos los artículos de carátula. Era famoso porque los dictaba o los escribía a mano.F.L.: Es que esta es una actividad muy estresante. Un cierre de una revista todos los viernes hasta altas horas de la madrugada es como un examen final de quinto de bachillerato. Eso es algo que se soporta cuando uno es joven. Cuando uno se acerca a los 60 años se tienen que hacer ajustes existenciales. M.J.D.: ¿Y todavía tiene la maña de dictar?F.L.: Es que nunca aprendí ni a escribir a máquina y mucho menos en computador.M.J.D.: ¿Es cierto que usted no lee sus revistas? Explíqueme cómo se puede ser el dueño del grupo de revistas más grande del país teniendo esa manía?F.L.: En eso hay un poco de exageración. Yo no leo las revistas porque antes de que estas circulen he tenido contacto con las personas que escriben sobre los temas que me interesan. Cuando salen prefiero hacer un sondeo telefónico para oír opiniones de terceras personas sobre el contenido. Yo me dedico más bien a leer otras cosas y sugerir ideas para cada próximo número. Eso me parece más útil que ponerme a revisar cosas que ya quedaron atrás.M.J.D.: ¿Entonces ahora que escribe menos y poco lee sus propios productos, se estresa menos?F.L.: No, la verdad es que me estreso igual. Uno siempre se siente responsable de cada página de la revista. De cada error que se comete. Y como usted se imagina son muchos los errores que se pueden cometer en cualquier medio. Es fácil ser simplista y arbitrario, y es mucho el daño que se puede hacer.M.J.D.: No son pocos los uribistas que consideran que SEMANA es simplista y arbitraria con el gobierno. Incluso la califican de ser un órgano antiuribista. F.L.: Eso es confundir el análisis crítico con la oposición. Lo que sucede es que los gobiernos con frecuencia tienen una verdad oficial que siendo verdad, es fragmentaria. El periodismo tiene como función cuestionarla y profundizar, pero eso es constructivo.M.J.D.: Sin embargo al Presidente no le parece muy constructivo. Acuérdese de la bronca que tuvo con Alejandro Santos en un mano a mano en televisión.F.L:. Ese es un buen ejemplo. El Presidente reaccionó en ese momento porque se publicó un testimonio que afirmaba que por cuenta de los paramilitares hubo fraude en la Costa en su elección.M.J.D.: Pero ya es un hecho probado que eso sucedió.F.L.: Sí, pero en ese momento no lo era, y el Presidente se indignó porque consideró que se estaba asociando su triunfo con ese fraude. Él obviamente no necesitaba ningún fraude para ganar las elecciones. Pero eso no quiere decir que personajes como 'Jorge 40' no hayan hecho toda clase de maniobras ilegales a punta de amenazas. No se trataba de una denuncia contra la legitimidad de su victoria, era una denuncia contra el poder del paramilitarismo en la Costa. Son asuntos regionales que no tuvieron ningún efecto en el resultado nacional.M.J.D.: Entonces Uribe es como Samper, ¿todo ocurrió a sus espaldas?F.L.: Para mí hay un hecho claro: la mayoría de los paramilitares eran uribistas partidarios de su proyecto de mano dura contra la guerrilla. Pero un apoyo unilateral no significa una manguala. Es como si un candidato ofrece legalizar el matrimonio entre los gays. Obviamente todos los gays van a apoyarlo, pero eso no significa que el candidato sea homosexual. M.J.D.: Me siento hablando con José Obdulio en 'Hora 20'. ¿Entonces para usted no hay nexos entre el gobierno y los paras? F.L.: Yo veo nexos es con el Congreso. Lo que pasa es que es fácil armarle una película al Presidente por coincidencias circunstanciales. Él creció en el mundo de los caballos de paso de Medellín y el de las fincas ganaderas de Córdoba. Ese es el eje del narcoparamilitarismo en el país. Siempre podrán sacarle una foto en una feria con alguno de los Ochoa o con algún finquero paramilitar en Montería. Pero desmenuzando las cosas, nadie ha detectado un pacto o una negociación. Si lo hubiera, cualquier enemigo del Presidente o cualquier paramilitar resentido lo hubiera denunciado. M.J.D.: ¿Qué relación tiene con el Presidente?F.L.: Lo conocí cuando él tenía unos 24 años y era un líder estudiantil. Yo en ese momento era secretario privado de la Presidencia y él me invitó a hacer una gira política por unos barrios de Medellín. Me impresionó que desde esa época recitaba de memoria los discursos de mi abuelo y de Jorge Eliécer Gaitán. Acabamos en la casa de su papá que era un hombre bohemio y encantador, de aguardiente y poemas. Después de eso nos veíamos de vez en cuando, si él venía a Bogotá. M.J.D.: ¿Y hoy qué relación tienen?F.L.: Muy poca. Él es una persona de trabajo y no de relaciones públicas con los medios. M.J.D.: ¿Y cómo le parece este gobierno?F.L.: En términos generales me parece bastante bueno.M.J.D.: ¿No le parece grave la penetración del paramilitarismo y el posible naufragio de la Ley de Justicia y Paz? F.L.: La infiltración del paramilitarismo me parece gravísima, pero no estoy seguro de que naufrague la Ley de Justicia y Paz.M.J.D: Pero todas las partes están descontentas.F.L.: Que todas las partes estén inconformes me parece más bueno que malo. Si los grupos de derechos humanos consideran que esa ley es la mata de la impunidad y los jefes paramilitares creen que con ella les pusieron conejo, la conclusión es que hay cierto equilibrio. A mí esa ley me parece imperfecta pero no creo que se pueda conseguir algo mejor. M.J.D.: ¿Le parece justo que personas que han participado en toda clase de crímenes atroces acaben pagando solo cinco, seis o siete años de cárcel, sin reparar a las víctimas y sin decir la verdad?F.L.: Si los hubiera capturado la Fuerza Pública las penas me parecerían absurdas. Pero tratándose de un proceso de paz, en el cual sin haber sido derrotados militarmente decidieron participar voluntariamente, no creo que se pueda ir más lejos. M.J.D.: ¿Y usted cree que 'Jorge 40', 'Macaco', 'Báez', están diciendo la verdad y reparando a las víctimas?F.L.: Me parece más fácil obtener la reparación de las víctimas que la verdad. El paramilitarismo es como el adulterio: a veces es mejor que no se sepa todo. M.J.D.: ¿Esa no es una actitud complaciente , ¿casi nada de verdad y casi nada de cárcel? F.L.: Yo diría que es realista. Es ingenuo pensar que personas como Mancuso o 'Jorge 40', con ejércitos propios, se iban a someter voluntariamente a pasar 15 ó 20 años en la cárcel, cuando ante una eventual desmovilización de las Farc sus miembros probablemente acabarían en ministerios o gobernaciones. O es que a alguien se le ha ocurrido que si algún día se firma la paz con la guerrilla, 'Tirofijo', el 'Mono Jojoy', 'Alfonso Cano' o 'Raúl Reyes' van a pagar cinco o seis años de cárcel.M.J.D.: ¿Una encuesta en SEMANA reveló que Colombia es un país donde muchos llevan un pequeño para en su corazón. ¿Qué tan grave le parece el fenómeno de la para-política?F.L.: Yo creo que muchas de las personas acusadas de nexos con los paramilitares viven en sus regiones realidades que la gente de Bogotá nunca ha vivido. Han perdido sus fincas, las han recuperado, han simpatizado con los paramilitares y luego los han padecido. M.J.D.: Ese es el discurso de los para-políticos que están presos. ¿Qué tratamiento judicial les daría?F.L.: Para mí hay que hacer diferencias. Si un congresista está implicado de alguna manera en una masacre tiene que pudrirse en la cárcel. Si desvió recursos del departamento hacia las autodefensas también debe ser condenado. Pero me parece exagerado que en regiones donde todo el mundo se conoce, y donde hay que convivir tanto con el jefe guerrillero como con el paramilitar, acabe uno en la cárcel por cuenta de algún encuentro. Me parecería absurdo que por los beneficios de la Ley de Justicia y Paz, acabe pasando más años en la cárcel Mauricio Pimiento que 'Jorge 40'. M.J.D.: Siendo usted nieto de López Pumarejo e hijo de López Michelsen, los dos símbolos de la izquierda liberal en Colombia ¿por qué suena tan godo en sus planteamientos políticos?F.L.: A mí nunca me ha interesado la política, y la única forma de sacar adelante una revista de opinión es no matricularla ideológicamente. Yo soy liberal pero en el sentido empresarial: no me gustan los monopolios y me gusta la competencia.M.J.D.: Me siento hablando más bien con un empresario que con un periodista. Y en cuanto a eso, ahora que está de moda la venta de medios colombianos a empresas extranjeras, ¿usted está pensando vender SEMANA?F.L.: No lo he pensado. Yo creo que la fortaleza de SEMANA es mantenerse como medio independiente. Eso lo valoran los lectores.M.J.D.: Contésteme rápidamente algunas preguntas. ¿Para usted cuál ha sido el mejor periodista de Colombia?F.L.: Daniel Samper, hasta que se volvió samperista.M.J.D.: ¿Qué opina de la venta de 'El Tiempo' al Grupo Planeta?F.L.: Colombia tiene que ser el único país en el mundo donde el principal diario nacional esté controlado por extranjeros. Sin embargo no creo que los nuevos dueños vayan a hacer ninguna barbaridad. M.J.D.: ¿Está de acuerdo con un tercer mandato de Uribe?F.L.: En principio no. Cambiar la Constitución dos veces con nombre propio me parece que entraña una desinstitucionalización demasiado grande. Se justificaría tal vez si fuera el costo a pagar por acabar en forma definitiva el conflicto interno. Pero hacerlo solo porque el gobierno es bueno o porque la economía va bien no me parece suficiente justificación. M.J.D.: ¿Entonces usted no comparte la teoría uribista de que no hay conflicto interno? F.L.: Claro que hay. Me parece un error del Presidente enfrascarse en esa batalla semántica. M.J.D.: Y si no hay reelección de Uribe, ¿usted a quién ve? F.L.: Al que veo creciendo más es a Lucho Garzón. Todos los de centro derecha compiten por los mismos votos: Germán Vargas, Juan Manuel Santos, Pacho Santos, Rafael Pardo, entre otros. Se canibalizan los unos a los otros. Garzón está relativamente solo del otro lado. Y si el Polo tiene un candidato único, me parece imposible que no pase a la segunda vuelta. M.J.D.: ¿En sus cálculos el Partido Liberal no cuenta ya?F.L.: Me parece que el Partido Liberal está mal, pero el partido de La U está peor. M.J.D.: Plinio Mendoza escribió en 'Lecturas Dominicales' que hay una tercera generación de la guerrilla denominada el PC3, cuya estrategia es mimetizarse dentro del establecimiento para apoderarse de él, desde adentro. Según él, medios como SEMANA o 'El Tiempo' estarían infiltrados por el PC3. ¿Usted qué opina? F.L.: Me parece una teoría como de novela de John LeCarré. La realidad es que prácticamente todas las redacciones de los medios en Colombia son de izquierda. Si hubiera algún infiltrado sería de la derecha. M.J.D.: Su padre siempre fue una figura muy controvertida. Debe haber sido difícil para usted haber sacado adelante una revista heredando todas las pasiones que él despertaba. Si había una fuerza tan grande en Colombia como el lopismo era el antilopismo. ¿No heredó usted esos enemigos?F.L.: Después de manejar SEMANA durante 25 años, yo creo que tengo más enemigos propios que los que tenía mi papá.M.J.D.: Para terminar ¿por qué cree que es tan difícil en Colombia crear medios exitosos?F.L.: Lo que es difícil es crear medios impresos exitosos. Cada vez existe menos cultura de leer en papel. La gente prefiere la radio, la televisión y la Internet. En esos campos es más fácil tener éxito que en el papel. M.J.D.: Pero usted ha durado 25 años de líder y ha tenido que enfrentarse a varios pesos pesados como el Grupo Santo Domingo cuando compró 'Cromos', García Márquez y los antiguos periodistas de SEMANA con 'Cambio', revista que ahora está en manos de 'El Tiempo' y Planeta. ¿No le preocupa el futuro?F.L.: A mí siempre me preocupa el futuro. No sólo por esa competencia sino por los retos tecnológicos que enfrentan en la actualidad todos los medios. Hoy a SEMANA la leen cerca de un millón de personas en la web. Cualquier persona que tenga un hijo de 12 años sabe perfectamente que ese niño en el futuro va a leer SEMANA en Internet y no en papel. Nuestro reto es hacer atractivo nuestro contenido en los dos medios. M.J.D.: ¿Entonces cuál es el futuro?F.L.: Hacer el producto que consumirán esos niños, que en gran medida estará en Internet. Los primeros 25 años de SEMANA se los dedicamos a los papás. Los próximos 25 serán para esos quinceañeros internautas de hoy.