La Contraloría de Bogotá acaba de culminar una auditoría de desempeño a la Secretaría Distrital de Desarrollo Económico (SDDE), en la que formuló hallazgos administrativos con incidencia disciplinaria en contra de la entidad por presuntas irregularidades en la licitación pública LP-004-2022, celebrada por la Secretaría en septiembre del año anterior.
Se trata de una licitación pública por cerca de 5.000 millones de pesos, por medio de la cual la Secretaría de Desarrollo Económico busca crear el programa Bogotá Corazón de Productividad, con el objetivo de contribuir a mejorar la dinámica de la economía local en la ciudad, incrementar la productividad de las Mipymes y fortalecer el tejido empresarial.
Dicho programa o licitación tiene tres programas estratégicos: un circuito presencial, es decir, implementar estrategias comerciales (ferias) de carácter presencial que ayuden a exhibir los productos o servicios de las Mipymes; visibilidad y posicionamiento comercial, esto es lograr posicionar las marcas de cada una de las empresas, y finalmente está el eje de las vitrinas comerciales, en que la finalidad es poner al servicio de la entidad una plataforma que permita hacer un recorrido virtual por toda Bogotá en el cual se detalle la ubicación e información de 1.750 Mipymes.
Como lo denunció SEMANA en su momento, las presuntas irregularidades en esta licitación están relacionadas con el eje estratégico de vitrinas virtuales, para el cual la Secretaría destinó la mayor parte de los recursos por más de 2.000 millones de pesos. Las inconsistencias tienen que ver con el hecho de que la Secretaría no vinculó al proceso de licitación a la Subdirección de Informática y Sistemas, a pesar de que lo exigen las normas distritales.
La Contraloría de Bogotá confirmó los hallazgos y advirtió que “los recursos a invertirse en el contrato están en riesgo”.
En primera medida, el órgano de control determinó que los estudios previos de la licitación en general quedaron mal elaborados y presentan irregularidades por las siguientes razones:
- No define el problema con precisión, no identifica la necesidad ni delimita sus causas y variables involucradas.
- Se quedan en análisis generales, lo que no llevaba a una conclusión particular de la problemática a resolver.
- Dado que no conoce la necesidad, no puede tampoco presentar propuestas alternativas de solución.
- Los estudios previos proponen una solución previamente formulada en junio de 2020, para resolver un problema de 2022, con aplicación o ejecución del contrato en 2023. Lo que indica que tenían que hacerse proyecciones para pronosticar la situación de las empresas en el año de ejecución del contrato, lo que no se hizo.
- En lugar de hacer análisis de factores técnicos reales propios de la economía, los estudios previos se concentran en aspectos ideológicos que no tienen nada que ver con el problema real.
Ahora, en cuanto al desarrollo de vitrinas virtuales, la Contraloría estableció lo siguiente: “No se identifica la necesidad real de implementar la ‘vitrina virtual’, herramienta temporal y sin función de pago, ni se comparan sus costos y conveniencia con la oportunidad que tienen todos los empresarios para acceder a páginas de mercado con posibilidad de pago, disponibles permanentemente en línea”.
Así mismo, en los resultados de la auditoría de desempeño, la Contraloría determinó que efectivamente la Subdirección de Informática y Sistemas tenía que ser parte del proceso licitatorio, pues su participación hubiera minimizado los errores cometidos.
“Se elaboraron estudios previos de software para vitrinas virtuales sin la asesoría legal y técnica que le correspondía realizar a la Subdirección de Informática y Sistemas de la Secretaría Distrital de Desarrollo Económico, lo que hubiera mejorado el criterio, la metodología, suministrado información técnica verás para alimentar los estudios previos y, en consecuencia, hubiera reducido las incertidumbres en lo relacionado con las tecnologías de la información necesarias para avalar la vitrina virtual”, dijo la Contraloría.
Y agregó: “De haberse dado la participación (de la Subdirección) se hubieran reducido las incertidumbres en lo relativo a la vitrina virtual, posiblemente se hubieran reducido costos, no se hubiera ejecutado la inversión dada la existencia de mercados online a los que se hubiera podido vincular el miembro de la aglomeración”.
La Contraloría también cuestionó que los estudios previos en el proceso de licitación no incorporaron las recomendaciones técnicas gestionadas por la Subdirección de Informática, las cuales pedía, entre otras cosas, “solicitar al contratante utilizar tecnologías que se encuentren soportadas e instaladas actualmente en la Entidad como son: Base de datos mysql u Oracle y lenguajes de programación php, CMS: Joomla, Wordpress”.
En ese orden de ideas, la Contraloría de Bogotá fue clara en advertir que los recursos están en riesgo, pues puede que la plataforma que se cree para las vitrinas virtuales no sean compatibles con la tecnología existente en la Secretaría de Desarrollo Económico.
“La ausencia de definición de los requisitos técnicos puede ocasionar que el producto adquirido no sea compatible con la plataforma de la SDDE y los recursos invertidos en esta decisión se pierdan, pues el contratista puede cumplir con la Plataforma, pero puede no ser funcional dentro de la tecnología de la SDDE, por lo que los recursos a invertir en la ejecución del contrato 681 de 2022, se encuentran en riesgo por las deficiencias de planeación anotadas”, precisó la Contraloría.
El contratista debía contar con una plataforma previa
De otro lado, como lo había señalado SEMANA, en los estudios previos se dejó claro que el interesado debía contar previamente con la plataforma o el ecosistema digital para las vitrinas virtuales y no se iban a aceptar ofertas que contemplaran el desarrollo desde cero de dicha plataforma. El contrato fue adjudicado el pasado 12 de agosto a Quinta Generación SAS con domicilio en Medellín. Su objeto social es el de organización de congresos, simposios, seminarios, eventos sociales, ferias y festivales.
Según la documentación que reposa en el Secop II, si bien la firma ganadora ha realizado varios eventos virtuales con entidades públicas, en especial en medio de la pandemia, no hay claridad sobre la creación de plataformas para hacer recorridos virtuales como lo pretende la Secretaría y que era un requisito indispensable, según los estudios previos.
Pues bien, la Contraloría también formuló hallazgo administrativo con incidencia disciplinaria por este hecho. “El contratista Quinta Generación no demostró poseer la plataforma para garantizar el efectivo desarrollo y funcionamiento de la vitrina virtual. Tampoco demostró experiencia en este campo técnico y especializado”.
SEMANA contactó al secretario de Desarrollo Económico, Alfredo Bateman, para que diera su respuesta frente a los resultados de la auditoría de la Contraloría, pero al momento de publicar este artículo no respondió al requerimiento.