Entre los fallecidos hay uniformados con 20 años de servicio y otros con tres meses en la institución. El menor de ellos era Santiago Gómez, con 18 años de edad, quien llevaba tres meses en la Policía, y el más antiguo, el intendente Wilson Jair Cuéllar Lozada, con 47 años de edad, 20 de ellos en la institución, casado, con tres hijos: dos hombres y una mujer.
La violenta acción en contra de las unidades policiales obligó al presidente Gustavo Petro a movilizarse con la cúpula militar y de policía a Neiva (Huila) para encabezar una reunión de seguridad de alto nivel. Fuentes militares confirmaron que la recuperación de los cuerpos de los uniformados no ha sido tarea fácil, pues todavía se corre el riesgo de activar otros explosivos que seguramente quedaron en el sitio, por lo que fueron enviadas unidades antiexplosivos.
Asimismo, se conoció que el presidente Petro evalúa junto a los representantes de la fuerza pública viajar hasta San Luis, zona donde ocurrió el terrible ataque contra la Policía, y reunirse con las familias de los fallecidos. Cinco de las siete víctimas eran del departamento del Huila. Por el momento, las agencias de seguridad tratan de establecer quién dio la orden de emboscar la patrulla policial.