La exconsejera presidencial para las regiones, Sandra Ortiz fue enviada ayer a una guarnición militar y tendrá que ejercer su defensa privada de la libertad tal como lo había solicitado la Fiscalía, en el marco del proceso penal que se adelanta en su contra por, presuntamente, ser parte clave en el entramado de corrupción que saqueó, durante la administración de Olmedo López, a la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD).
Según la investigación de la Fiscalía General, en septiembre de 2023 empezó la participación clave de Sandra Ortiz en el movimiento de tráfico de influencias para direccionar contratos de obra e infraestructura para beneficiar a un grupo de dirigentes políticos, contratistas y particulares.
Los testimonios del exdirector de la UNGRD, Olmedo López, y el exsubdirector de esa entidad, Sneyder Pinilla, fueron la pieza clave de la imputación de cargos contra la exfuncionaria por los delitos de tráfico de influencias y lavado de activos.
Estos son, teniendo en cuenta la extensa investigación, los siete pecados en los que incurrió Sandra Ortiz, quien estuvo en su cargo hasta el pasado 6 de mayo, cuando SEMANA entrevistó en exclusiva a Sneyder Pinilla quien la calificó como “la mensajera”.
1. Reunión en la Casa de Nariño
En la mañana del 21 de septiembre de 2023, en el segundo piso de la Casa de Nariño, las cámaras de seguridad captaron un efusivo saludo entre la entonces consejera para las regiones, Sandra Ortiz, y el director de la UNGRD, Olmedo López. El encuentro se presentó minutos antes del Consejo de Ministros que iba a presidir el presidente Gustavo Petro.
El encuentro no tendría nada de raro de no ser porque coincide con la declaración que rindió el exdirector de la UNGRD ante la Fiscalía General y en el cual señaló que en ese encuentro se transmitió la orden del entonces director del Departamento Administrativo de la Presidencia, Carlos Ramón González, para el direccionamiento de contratos de manera urgente.
“Sandra Liliana Ortiz se acerca y se aproxima a él (en referencia a Olmedo López). Están reunidos en las instalaciones del Palacio de Nariño. En ese momento lo toma del brazo y lo aparta, momento en el cual sostienen la conversación”, precisó la fiscal novena delegada ante la Corte Suprema.
“Sandra Liliana Ortiz se acerca y se aproxima a él (en referencia a Olmedo López) Están reunidos en las instalaciones del Palacio de Nariño. En ese momento lo toma del brazo y lo aparta, momento en el cual sostienen la conversación”, precisó la fiscal novena delegada ante la Corte Suprema.a del brazo y lo aparta, momento en el cual sostienen la conversación”, precisó la fiscal novena delegada ante la Corte Suprema.
En dicho encuentro, según palabras de Olmedo López, la consejera presidencial para las regiones “exterioriza las indebidas influencias” para que sea encargada del envío de altas sumas de dinero a congresistas, entre ellos, el senador de la Alianza Verde, Iván Name.
La escogencia de Ortiz no fue al azar. Por su trayectoria política —había sido senadora en la legislatura pasada y sonó fuertemente para ser candidata a la Presidencia en 2022— era la persona que tenía un conocimiento claro de cómo funcionaba el Congreso en su interior, a quién se tenía que buscar para lograr cumplir los deseos del Ejecutivo y qué se tenía que hacer para que ocurriera.
En ese encuentro se fijó una cita que fue clave en la novela criminal que tiene en problemas judiciales al senador Iván Name, quien también hace parte de la Alianza Verde, en la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia
2. La reunión de la habitación 2612
El 25 de septiembre de 2013, Sandra Ortiz convocó a un desayuno al senador Iván Name y el subdirector de la UNGRD, Sneyder Pinilla. De todo esto estaban informados tanto Carlos Ramón González como Olmedo López.
El encuentro se realizó en la habitación 2612 de las suites Tequendama, en el centro de Bogotá. Las pruebas indican que en ese lugar habitaba, desde hace varios meses, Sandra Ortiz.
El encuentro, aunque corto, dio para todo. Se fijó un monto de 3 mil millones de pesos para Name, quien para entonces era el presidente del Senado.
Por el momento, no se tiene certeza de la forma en cómo se estableció tal valor ni el uso que el congresista le iba a dar. Según la declaración de Olmedo López, una parte iba a ser utilizada para la campaña al Concejo de Bogotá de María Clara Name, hija del dirigente político.
La versión coincide con la época de los hechos, pues para octubre se tenían programadas las elecciones para la Alcaldía, Gobernación y Concejo en todo el país.
3. Contrato para el Atlántico
Dicho desayuno tuvo una adición. En los chats que entregó Sneyder Pinilla se observa la forma en cómo Sandra Ortiz le pregunta sobre los proyectos que tiene la Unidad en el departamento del Atlántico.
Para acto seguido, poner sobre la mesa el hecho que el senador Name no tenía ninguna inversión en esa zona, pero sí muchos intereses, al parecer, políticos.
“Recuerda que mi presupuesto en la UNGRD se destinará a los departamentos de mayor índice de damnificados y que coinciden con los niveles de pobreza”, le contestó el exsubdirector.
De esta forma se pidió la adición de un contrato de 11 mil millones de pesos. Sin embargo, hasta la fecha, poco o nada se sabe sobre el mencionado contrato o si se finiquitó.
“Se puede inferir de manera razonable que la consejera para las regiones utilizó influencias derivadas de su cargo”, alegó la Fiscalía General durante la extensa imputación de cargos el pasado 25 de noviembre.
4. Maletas y camionetas para llevar el dinero
En varios chats revelados por la Fiscalía General se observó la forma en cómo Sandra Ortiz coordinó tanto la recolección de dinero, en su suite en el Tequendama, para enviarle los tres mil millones de pesos en efectivo al senador Iván Name.
Para esto, dio instrucciones sobre la forma en cómo se debían adquirir las maletas que pudieran soportar el peso. Prestándole a Sneyder Pinilla uno de sus conductores y vehículos de protección, para que comprara los elementos y pudiera transportar, sin ningún contratiempo, los dineros hasta el apartamento del congresista, en cercanías al centro comercial Unicentro en el norte de Bogotá.
Estas actividades se dieron los días 12 y 13 de octubre de 2023. En varios chats y, según palabras de Sneyder Pinilla, queda demostrada la “intensidad” de la entonces consejera presidencial para mover el dinero y que llegara a su destino.
Igualmente, según advirtió la fiscal en su solicitud de medida de aseguramiento, dio instrucciones sobre la forma en cómo Pinilla debía recoger las maletas cargadas de dinero sin llamar la atención de visitantes a las residencias Tequendama y de los mismos trabajadores.
5. Envío del dinero en dos entregas
Desde el minuto uno, según confirmaron Olmedo López y Sneyder Pinilla, y como quedó en evidencia en varios registros fílmicos, Sandra Ortiz coordinó el primer envío de 1.500 millones de pesos el 12 de octubre.
Un día después, tras superar varios problemas de logística, se enviaron los otros 1.500 millones de pesos a la residencia del congresista.
Para corroborar esto, se tuvieron en cuenta los informes técnicos de los dispositivos GPS de las camionetas vinculadas al esquema de seguridad de la exfuncionaria.
Estos, según relató la Fiscalía, demostraron que para esos días, los vehículos estuvieron en cercanías al sector del centro comercial Unicentro.
6. Mensajes cifrados
Para evitar llamar la atención de las autoridades, la entonces consejera presidencial para las regiones envío diferentes mensajes a Sneyder Pinilla para cuadrar las reuniones y hablar de la entrega de los dineros.
Frases como “pendientes a las onces” para hacer referencia a la entrega de los tres mil millones de pesos para el senador Iván Name.
“Lo anterior evidencia que la imputada eliminó y destruyó apartes relevantes de la conversación que permitían demostrar la exteriorización del comportamiento delictivo de ella. Este es un presupuesto que nos lleva a concluir que es altamente probable que la imputada pueda seguir destruyendo medios de conocimiento que acrediten de las conductas y la participación de terceras personas en los hechos”, insistió la fiscal del caso.
7. Eliminación de mensajes de WhatsApp
La Fiscalía General advirtió durante la solicitud de medida de aseguramiento que la exconsejera presidencial para las regiones representa un peligro para la sociedad.
Estando en libertad, añadió, “puede eliminar pruebas”, citando los mensajes de WhatsApp que borró en sus conversaciones con Sneyder Pinilla y en los que, supuestamente, se hablaba de la entrega de los sobornos.
Con este antecedente, consideró que nada raro sería que continuara con su accionar criminal para borrar evidencia clave en la investigación.
“Eliminar y modificar mensajes, usar lenguaje cifrado y transitar por lugares menos concurridos con el fin de no ser detectada en la comisión del delito (…) permiten evidenciar obstrucción a la justicia”, señaló la fiscal.