Con un poco de corazón todo sale mejor, en esta serie, en la vida y en el streaming. Esto, así se trate de un corazón robado y vendido en el mercado negro. En ese hecho macabro está a la base de la thriller-telenovela Pálpito, un éxito global de audiencias producido en Colombia que estos días ratifica en Netflix que las historias oscuras intrigan a públicos de todas partes si hilvanan temas de poder, amor, tragedia, justicia y venganza azarosa.

Este fenómeno ratifica también que series con temas más complejos se verán si están bien armadas, vengan de donde vengan y así se hablen en coreano, inglés o español latino.

Escrita por el venezolano Leonardo Padrón, producida por Clara María Ochoa y Ana Piñeres, y dirigida por Camilo Vega, la serie puso en el centro de su narrativa y de su gran expectativa a tres talentos protagónicos probados en el mercado latinoamericano como Ana Lucía Domínguez, Michel Brown y Sebastián Martínez.

El casting fue el primer acierto para asegurarse una buena figuración a nivel regional, con rostros aún jóvenes, pero con un atractivo profesional que los mantiene siempre actuales.En sus 14 capítulos (curiosa cifra, más dada a una continuación que a un cierre), Pálpito desarrolla una trama de poder, tragedia, azar y destino.

Hay accidentes provocados y coincidencias macabras. Está lejos de ser perfecta y no se libra de una que otra inconsistencia narrativa, pero es una serie jugada en su género, que pone el foco en un flagelo terrible como lo es el tráfico de órganos y en sus impactos devastadores en familias y en personas afectadas directa e indirectamente. Del lado menos aplaudido, muchos doctores le critican a la serie un descuido a la hora de abordar prácticas médicas (aunque, si algo, aborda las muy malas prácticas, las criminales).

Según la sinopsis oficial disponible en Netflix, la serie cuenta la historia de un hombre que, empeñado en vengarse de la organización de tráfico de órganos que asesinó a su esposa, se involucra por casualidad con la mujer que recibió su corazón. | Foto: Cortesía Netflix serie Pálpito

Hay drama y melodrama, pero también un tema con ecos mundiales y las audiencias lo prueban. En su primera semana, desde su estreno el 20 al 27 de abril, la serie se disparó al primer puesto del top 10 global de Netflix de series de habla no inglesa. Más de 68 millones de horas vistas por personas de los 190 países que cubre su servicio la llevaron a ese punto.

De hecho, hasta el mismo presidente Iván Duque resaltó el resultado de Pálpito. “Nos llena de orgullo que la serie colombiana Pálpito, producida por CMO Producciones para Netflix, se posicione como la más vista en el mundo. Un resultado del impulso que le hemos dado a la #EconomíaNaranja con incentivos como los Certificados de Inversión Audiovisual #CINA”, publicó en Twitter el jefe de Estado.

Es una muy buena noticia para Netflix que una de sus producciones en español salte con tanto brío a su tope de audiencia de programación en habla no inglesa, y lo es mucho más para las productoras colombianas que realizan algunos de sus seriados en este país. Cifras que compensanUn hit global inyecta algo de esperanza a las filas del gigante del streaming en días posteriores de revelar que sus suscripciones a nivel mundial no fueron alentadoras como se proyectaba y a la caída en el precio de su acción.

Pero el éxito de Pálpito es, sobre todo, un gol para la industria local, que suma otra medalla para mostrar a la hora de validarse con resultados puros y duros, es decir, con audiencias globales. Esto se ve con Netflix, pero también lo ratifican otros servicios de streaming como HBO Max y Prime Video, que ya han incursionado con resultados mixtos en producciones de acción/terror como Mil colmillos y comedia como Primate, e incluso de otros como Apple TV+ que aún no tienen a Latinoamérica en su radar de producciones, pero eventualmente llegarán.

La dinámica de las producciones en Colombia viene en ascenso, convirtiendo al país en una de las principales sedes para la producción y filmación de películas y contenidos para estudios internacionales y plataformas de streaming. La inversión en la producción y realización cinematográfica en el país ha alcanzado cifras históricas: gracias a los certificados de inversión audiovisual, hoy el país tiene inversiones superiores al billón de pesos en casi medio centenar de proyectos audiovisuales de más de 15 productoras internacionales.

Incluso, muchas de esas realizaciones se hicieron en medio de la pandemia, con burbujas que permitieron aislar a los equipos de producción, ante la alta demanda de contenidos que se está dando por el auge de las plataformas.El desarrollo de esta industria en el país apenas está en sus primeras escenas. Su desarrollo y el aprovechamiento de las oportunidades en medio de una gran competencia pueden llevar esta historia a un final feliz.