La Procuraduría General de la Nación dio luz verde, este 3 de febrero, a la extradición a Estados Unidos de Ómar Ambuila, jefe de carga de la Dian en el puerto de Buenaventura, quien se habría aprovechado de su cargo para permitir la entrada de contenedores con contrabando a cambio de millonarias coimas.
Ambuila, capturado en marzo de 2019 tras quedar en evidencia por los excéntricos lujos que su hija presumía en redes sociales, fue dejado en libertad un año después por vencimiento de términos; sin embargo, en abril de 2021 fue recapturado. Ahora, deberá responder en Estados Unidos por lavado de dinero.
El Ministerio Público consideró que el material probatorio recolectado por investigadores norteamericanos se ajusta al marco constitucional y es legalmente ajustado a la ley.
“Se cumple satisfactoriamente esta exigencia, porque el pronunciamiento judicial remitido por el país adquiriente, que contiene los cargos aprobados por la Corte Distrital de los Estados Unidos para el Distrito Medio de Florida responde al escrito de acusación de nuestra legislación penal adjetiva”, indicó el concepto favorable de la Procuraduría.
Las pruebas de EE. UU.
En 2021 llegó al despacho del fiscal general de la Nación, Francisco Barbosa, una solicitud de orden de captura con fines de extradición por parte de la justicia de Estados Unidos contra Ómar Ambuila.
Lo que parecía ser solo un caso de corrupción al interior de la Dian terminó siendo todo un entramado para lavar dinero en el que, de acuerdo con las autoridades americanas, Ambuila era una ficha clave en la estructura criminal.
SEMANA conoció la indictment del Distrito Medio de Florida en la que Ambuila es acusado de ser cómplice de varias actividades ilegales.
“Se identificó que Ambuila había lavado aproximadamente 1,3 millones de dólares para y a través de un cómplice en los Estados Unidos, durante un periodo que comenzó por lo menos en noviembre de 2012 y terminó no antes de enero de 2017. Este monto fue la ganancia y promovieron actividades ilegales específicas, incluidos el tráfico de drogas ilícitas, fraude, soborno, extorsión y operación de un negocio de envío de dinero sin licencia. La investigación reveló que mientras trabajaba como servidor público en la Dian, Ambuila empleó sustitutos en Colombia y Estados Unidos para transferir dinero a personas en su nombre, incluido un cómplice que vivía en Tampa y Miami”.
Asimismo, otro de los aspectos que se detallan en el caso es que “los sustitutos de Ambuila utilizaron varios métodos de lavado de dinero para entregar los 1,3 millones de dólares al cómplice, incluido pagar por la compra de artículos costosos, como vehículos de lujo. También coordinaron para que el efectivo se depositara en las cuentas del banco estadounidense del cómplice y pagaron el alquiler mensual del apartamento de lujo de este”.
El dossier fue obtenido, detallaron los norteamericanos, a través de “comunicaciones interceptadas legalmente” y requisitos bancarios.
El caso de la familia Ambuila
El detonante para que el caso de la familia Ambuila saliera a la luz y fuera conocido por el país se dio luego de que Jenny Ambuila se jactara a través de su cuenta de Instagram de los lujos que podía darse en Estados Unidos.
Dos fotografías la pusieron en el ojo del huracán: una en la que posaba junto a un Lamborghini y otra en la que presumía las compras que había hecho en reconocidas marcas internacionales.
“El mismo Lamborghini Huracán modelo 2017 fue comprado con ganancias ilegales durante una conspiración internacional de lavado de dinero”, enfatiza la acusación de la Corte de Florida.
Sobre el caso, la Policía colombiana había indicado en 2021: “En el curso de la investigación llamó la atención que la hija y esposa de Ambuila gozaban de una vida de comodidades, y así lo mostraban a través de las redes sociales. Ya en la verificación de sus movimientos financieros, se constató que no desempeñaban actividad económica que soportara los bienes y la vida social que ostentaban”.