La semana pasada se conoció un informe de la Cancillería sobre el tema de Juan Pablo Iragorri, aquel colombiano experto en paracaidismo condenado a prisión perpetua en Catar, señalado de presuntas actividades ilícitas ligadas al narcotráfico. En un informe enviado al Congreso, el Ministerio de Relaciones Exteriores asegura que al colombiano no se le han vulnerado sus derechos fundamentales en ese país, que la madre de Iragorri, Magdalena Medina, se ha reunido con funcionarios consulares y que, tras esos encuentros, no ha expresado preocupación por el tema de la vulneración de derechos de su hijo. La Cancillería dice que desde cuando se conoció el caso, en el 2011, la oficina consular “acompañó el proceso y garantizó la no vulneración de los derechos humanos” de Iragorri y de los otros colombianos involucrados en la misma investigación por narcotráfico. También señala que “hay comunicaciones del propio Iragorri y de su familia en las que le agradecen al cónsul su actuación”, según registró el diario El Tiempo. Pues bien. Este lunes Semana.com conoció una dura carta de Magdalena Medina dirigida a la canciller María Ángela Holguín, en la que rechaza ese informe y asegura que en una breve cita que tuvo con la ministra, el caso de su hijo no recibió mayor atención. En la carta Magdalena también hace un breve resumen sobre sus viajes a Abu Dhabi, específicamente al consulado de Colombia, donde, según ella, no encontró respuestas ni apoyo por parte del entonces cónsul Rafael Arismendy. “(…) Los colombianos, para usted señora ministra, somos basura. No importa que seamos parte de esos colombianos, correctos, decentes, cumplidores de nuestras obligaciones, siempre nos tratan como basura”, concluye la sentida comunicación que este portal reproduce en su totalidad: "Doctora MARÍA ÁNGELA HOLGUÍN Ciudad Mi nombre es Magdalena Medina, soy la madre de Juan Pablo Iragorri Medina, el paracaidista que se encuentra en una cárcel en Qatar, condenado a cadena perpetua. Le cuento señora Canciller -aunque usted no lo crea- en Colombia hay mucha gente decente y entre los Colombianos bien educados profesionales y orgullosos de ser colombianos está mi hijo Juan Pablo Iragorri. Desde que empezó este calvario, yo solicité una cita con usted y solamente por generosidad del Dr. Álvaro Calderón, el año pasado, quien tenía una cita con usted, me hizo pasar a su despacho. Le conté del atropello cometido contra un hombre que ha viajado por muchos países contratado como paracaidista y sin ningún problema; con una hoja de vida impecable. Pero, creo que usted tenía cosas más importantes por la forma en que me recibió. En junio de 2014, viajé a Qatar a la última audiencia de Juan Pablo. Conocí al Dr. Najeeb -Abogado defensor de mi hijo- exministro de Justicia y defensor de los Derechos Humanos, recomendado por Amnistía Internacional. En ese momento conocí al Dr. Rafael Arismendy, cónsul general de Colombia en ABU DHABI. Le rogué al Dr. Arismendy que hablara con el Dr. Najeeb, quien conocía la realidad del problema de mi hijo. Su respuesta fue: “A mí no me permiten hablar con nadie”. Le pregunté si había leído algo de las audiencias (llenas de irregularidades) y la respuesta fue: “A mí no me permiten leer nada”. Lamento contarle que la actitud del Dr. Arismendy está muy de acuerdo con su actitud en los pocos minutos que se dignó a oír a una madre desesperada. Los colombianos para usted ,señora ministra, somos BASURA. No importa que seamos parte de esos colombianos, correctos, decentes, cumplidores de nuestras obligaciones, siempre nos tratan como BASURA. Mientras tanto drama nos agobia a los colombianos, usted defiende al presidente Maduro de Venezuela. Se me olvidaba que para usted solo valen los Presidentes, Reyes y Príncipes. Atentamente, Magdalena Medina Alzate".