En la madrugada del lunes, 18 de septiembre de 2023, la comunidad del barrio Doña Eva, en el sur de Tunja. Boyacá, escuchó constantemente, desde las 2:00 a. m., el llanto incesante de lo que parecía un gato. Algunos testigos describen que el llanto era más parecido al de un bebé. No identificaban bien de dónde venía el sonido, pero una vecina se atrevió a acercarse a un carro que estaba abandonado en el sector.
Era un vehículo rojo, un Chevrolet Corsa evolution. Cuando la mujer se asomó por la ventana, vio que al interior había una bebé de más o menos un año de edad. Con desespero empezó a buscar ayuda, a preguntar de quién era el carro o los padres de la menor, pero nadie respondió. Así que pasadas las 6:00 a. m. decidió llamar a la Policía Nacional y reportar lo que estaba pasando.
Hasta el lugar llegaron los uniformados de la Policía Metropolitana de Tunja y evidenciaron que la menor estaba abandonada, pues preguntaron en todo el sector por los padres y nadie se responsabilizó de ella, así que con la premura de salvarle la vida a la niña que estaba ahogada en llanto y con sudoración excesiva, debido a que las ventanas del vehículo estaban cerradas, los uniformados llamaron a las autoridades pertinentes para que autorizaran sacar a la niña.
“Se realiza la búsqueda puerta a puerta sin lograr ubicar los padres, por lo anterior se procede a informar a la defensora de familia en turno y romper el vidrio para el rescate de la niña”, dijo el coronel Marcos Wilson Forero Ruge, comandante policía Metropolitana de Tunja. Cuando lograron acceder al vehículo, se vio que quienes estuvieron al interior consumieron bebidas embriagantes, como se logra evidenciar en el material probatorio recolectado.
En el interior del vehículo se ven latas y botellas de cerveza en la guantera, en las sillas traseras, en las puertas laterales. Esos elementos contrastan con los juguetes infantiles. Tan pronto una de las policías de Infancia y Adolescencia toma en brazos a la niña que llora, la envuelve en una cobija y la bebé de 13 meses de nacida se calma al sentirse acompañada.
De inmediato, la niña fue llevada a un centro de salud cercano para la valoración médica, mientras que el vehículo fue inmovilizado por unidades de tránsito municipal, por abandono. Pasaron más de dos horas y una mujer llegó preguntando por su hija y por el carro. Se trataba de la dueña del vehículo y madre de la menor. Pero la pequeña ya estaba bajo la custodia del Instituto Colombiano del Bienestar Familiar (Icbf) para restablecimiento de sus derechos.
Según relatan los testigos, la mujer explicó que ella llegó desde la vereda La Germania, a 20 minutos aproximadamente del casco urbano, en horas de la madrugada, porque estaba departiendo con un amigo, y que decidieron entrar a la casa para continuar con la velada, pero como era tan tarde le había dado “pesar”, bajar a la niña del carro así que la dejó durmiendo mientras ella compartía con el amigo, pero se quedó dormida. “¿Por qué no hicieron más bulla antes de llevarse a la niña y el carro para despertarme?”, era lo que, al parecer, decía la mujer constantemente, señalaron quienes han tenido cercanía con el caso.
Hasta el momento, todo está en proceso de investigación por parte de las autoridades competentes. La menor se encuentra con buen estado de salud, pero solo puede regresar con su madre hasta que a sí lo considere el Icbf.