Un grave caso de maltrato infantil e intolerancia se registró recientemente en Sincelejo, capital del departamento de Sucre, en el que una madre quemó a sus hijos gemelos de 7 años de edad con aceite caliente bajo la supuesta intención de reprenderlos.

Se trata de una mujer de 30 años de edad que ya tiene antecedentes por agresión, de acuerdo con información revelada por las autoridades que atendieron la denuncia en la que se evidencia que no es la primera vez que la mujer actúa de esa manera.

La capitán Joselina Majul, jefe de la seccional de protección y servicios especiales de la Policía de Sucre, fue la encargada de hacerle seguimiento al caso de maltrato infantil tras los hechos cometidos el pasado domingo.

Maltrato infantil | Foto: Nina Shannon

Majul, en declaraciones citadas por El Heraldo, explicó que los menores víctimas del hecho fueron llevados a un centro asistencial para que les realizaran una valoración médica tras sufrir quemaduras de primer y segundo grado, mientras que la presunta responsable fue detenida y dejada a disposición de la Fiscalía General de la Nación.

Un grupo de Infancia y Adolescencia de la Policía Nacional también se hizo cargo de la denuncia. Por su parte, la madre ahora deberá responder por el delito de violencia intrafamiliar.

Las autoridades también informaron que aunque la mujer fue cobijada con medida de aseguramiento, por ahora permanece de forma transitoria en el CAI La Venecia, en el municipio de Sincelejo, a la espera de que el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) la traslada hasta un centro de reclusión.

Por su parte, los gemelos de 7 años de edad afortunadamente ya se encuentran fuera de peligro tras ser atendidos en un centro asistencial de la capital sucreña debido a las quemaduras.

Cabe resaltar que en abril del presente año el Senado de la República aprobó por amplia mayoría la conciliación del proyecto que prohíbe el castigo físico, los tratos crueles, humillantes o degradantes y cualquier tipo de violencia como método de corrección contra niños, niñas y adolescentes.

Maltrato infantil Secuestro | Foto: Nina Shannon

Esta iniciativa plantea que la violencia no puede ser la opción utilizada por los padres para reprender a sus hijos cuando se equivocan. No obstante, la senadora del Centro Democrático Paloma Valencia explicó que ello no significa que habrá consecuencias penales para aquellas personas que castiguen físicamente a los menores, recalcando que eso es muy distinto a maltrato, lo cual sí es una figura que establece sanciones en la legislación colombiana.

Según el texto presentado para la aprobación por iniciativa de los representantes a la Cámara del Partido Liberal Julián Peinado y Harry González, y en el Senado fue liderado por la senadora Paloma Valencia, “la prohibición se extiende a cualquier otra persona encargada de su cuidado, en cada uno de los diferentes entornos en los que transcurre la niñez y la adolescencia”.

El ministro de Hacienda espera que la reforma sea aprobada en los próximos dos meses. Para esto, se debe avanzar cuanto antes en la ponencia de primer debate. | Foto: Leon Dario Pelaez

“Estamos felices. El Congreso de la República aprobó de manera definitiva la ley que prohíbe el castigo físico y los tratos humillantes como método de corrección en los niños, niñas y jóvenes colombianos. Este es un paso más en sus derechos, esto es reconocer que ni a la mujer se le pega, ni a la autoridad se le maltrata, ni el adulto mayor se maltrata, mucho menos a los niñas y niños”, aseguró el representante a la Cámara Julián Peinado, uno de los promotores del proyecto.

“Esta ley es preventiva, pedagógica y lo que quiere es acompañar a los padres de familia en la formación de los niños sin entrometerse en el sistema de valores, en el credo religioso o las ideas políticas”, agregó el representante Peinado.

Finalmente, lo que busca esta iniciativa es que el castigo físico y los tratos crueles o humillantes “no sean causal de pérdida de la patria potestad o de la custodia, ni causal para procesos de emancipación”. Sin embargo, los actos en contra de los menores no podrán ser reiterativos y tampoco podrán afectar “la salud mental y física”.