Las madres comunitarias son mujeres que día a día ejercen la noble labor de brindar servicios de cuidado, amor y alimentación a niños y niñas de la primera infancia, siendo un eje fundamental para la construcción de la paz y la garantía de derechos para los menores que tienen cierto grado de vulnerabilidad dados sus contextos.
En ese sentido, el grupo de mujeres que ejercen dichas funciones dentro del departamento de Córdoba por más de 20 años, siendo transitadas a los CDI hace 13, exigen mejores condiciones tanto en dotación como en infraestructura para poder continuar con el sano desarrollo de las funciones sin colocar en riesgo el bienestar de todos los niños que pasan por sus manos y que por supuesto merecen tratos íntegros y amorosos.
Más de cuarenta prestadoras del servicio en los municipios de Valencia y Tierra linda se unieron con la finalidad de enviar una carta a Alberto Jiménez, director regional ICBF Córdoba, para manifestar sus múltiples inconformidades y pedir que la cooperativa encargada sea reemplazada por otra con quien al parecer sí tienen afinidad, puesto que genera mejores beneficios para el correcto desempeño de sus responsabilidades como madres comunitarias.
Según una de las madres comunitarias que firmó activamente la carta enviada a Alberto Jiménez y la señora Olinda García, presidenta del sindicato SINTRACIHOBI, aseguró en diálogo con SEMANA, que dicho documento firmado por todas y cada una de las madres inconformes no obtuvo mayor respuesta y, por el contrario, habría sido presuntamente ignorado, situación que desconoce la voz e importancia de las mujeres que han dedicado años a la labor.
Hasta el momento no ha habido ninguna respuesta y la cooperativa prestadora del servicio, sigue siendo la misma, cosa que disgusta a las madres y que consideran se hace por aparentes favoritismos que interceden dentro de las decisiones tomadas por los altos mandos, según cuentan las señoras frente al tema.
De hecho, el mismo presidente Gustavo Petro se ha pronunciado frente a las condiciones en que muchas madres comunitarias del país han tenido que atender a las infancias menos favorecidas económicamente y la precarización del trabajo que viven las trabajadoras que hacen todo lo posible por cuidar a los tantos niños que se benefician de estos programas.
“Todo programa alimentario del gobierno se debe basar en producción alimenticia nacional, ojalá de la misma región donde se ofrece el servicio. Eso ayudará a construir soberanía alimentaria y crecimiento económico regional”, señaló el presidente Petro en medio de un hilo de Twitter donde mencionaba los cambios de fondo que se deberían implementar frente a dicha situación.
Lo cierto es que las madres exigen que el operador pertenezca a la misma zona, dado que ha pasado en repetidas ocasiones el deterioro de las dotaciones alimenticias a causa del traslado de los alimentos, lo cual pone en riesgo la vida de las infancias y debería ser un factor determinante a la hora de hablar de un verdadero servicio integral en pro de salvaguardar los derechos y las vidas de las infancias en Colombia.
Subsidio para las madres comunitarias
Frente a las declaraciones hechas por el presidente de la república, Gustavo Petro, a través de su cuenta personal de Twitter sobre las condiciones que deberían tener las madres comunitarias, muchos han demostrado estar de acuerdo e incluso han mencionado que el trabajo de estas mujeres debería ser mejor retribuido por medio de los subsidios, puesto que muchas siguen trabajando sin un retiro digno debido a las carencias económicas.
Por su parte, el senador del Polo democrático, Alexander López, no se quedó callado y se pronunció frente a las declaraciones del mandatario de izquierda, alegando que ya es momento de empezar a darle un subsidio digno a la vejez que ha dedicado su vida al trabajo comunitario, puesto que muchas de esas mujeres han sido, según escribe, explotadas por más de tres décadas sin salarios ni prestaciones.