Casi al mismo tiempo, los presidentes de Nicaragua y Venezuela, Daniel Ortega y Nicolás Maduro anunciaron desde sus respectivos países que le otorgarían el asilo al exagente de la CIA, Edward Snowden. “He decidido ofrecerle asilo humanitario al joven Snowden”, dijo el presidente Maduro en plena celebración de los actos de Independencia en Caracas Venezuela. Añadió que era para “protegerlo de la persecución de uno de los gobiernos más poderosos del mundo”. Ortega, por su parte, también lo ofreció. “Somos abiertos, respetuosos del derecho de asilo y está claro que si las circunstancias lo permiten, nosotros recibimos con todo gusto a Snowden y le damos asilo aquí en Nicaragua", así lo dijo durante un discurso en un acto presidencial en Managua. Snowden había solicitado asilo, desde hace varios días a una serie de países entre los que se encuentran Venezuela, Nicaragua, Cuba, Bolivia y Ecuador. En un inicio se pensó que Rafael Correa recibiría a Snowden, ya que esta fue la nación que también le concedió ese beneficio a Julián Assange, director de Wikileaks. Assange no ha logrado salir de la embajada ecuatoriana en Londres. Snowden permanece en la zona de tránsito en el aeropuerto de Moscú. El martes también se creía que Snowden había viajado rumbo a Bolivia a bordo del avión del presidente boliviano Evo Morales y por eso varios países europeos, entre ellos España, Portugal, Italia y Francia, le prohibieron sobrevolar por su territorio. Morales venía de Moscú tras haber asistido a una reunión conjunta con Maduro en Rusia para ampliar convenios de cooperación en el sector energético. El presidente boliviano tuvo que aterrizar en Austria. Allí permaneció más de 13 horas. El incidente, calificado en Venezuela como un “secuestro” y “atentado” contra Morales, provocó la indignación de varios países latinoamericanos. La Unasur convocó este jueves una cumbre de urgencia en la ciudad de Cochabamba, Bolivia, a la que asistieron los presidentes de Ecuador, Uruguay, Argentina, Venezuela, y Surinam. Los demás países, entre ellos Colombia, enviaron delegados que leyeron escuetos comunicados manifestando su solidaridad con Morales. Previamente Santos había enviado un mensaje por twitter en el que manifestaba su solidaridad con Morales. Pero conminaba a las partes a superar el incidente. Durante su intervención del jueves, Nicolás Maduro se refirió a Snowden, por quien mostró no sólo simpatía también admiración. Y volvió a hablar de los intereses del imperio, refiriéndose a Estados Unidos, que con el “atentado” contra Evo, demostraba que estaba más “loco” que nunca. Maduro también dijo que había recibido una llamada del Secretario de Estado estadounidense, John Kerry, advirtiéndole sobre el otorgamiento de asilo a Snowden. Días previos, el canciller venezolano, Elías Jaua, también se había pronunciado sobre las “presiones” que estaba recibiendo el gobierno venezolano por la solicitud de asilo de Snowden. Impacto en la región No es gratuito que Venezuela haya decidido, justo este viernes, 5 de julio, día de la celebración de su independencia y de asensos militares, anunciar el otorgamiento de asilo a Snowden. Maduro dijo en su discurso que “para ser independiente no solo hay que sentirlo, sino también ejercer la independencia y la soberanía”. La declaración de Maduro es curiosa, porque anunció “asilo humanitario”, que es un mecanismo distinto al del asilo político. Este último por lo general se otorga a los refugiados que cruzan fronteras ya que su seguridad no está garantizada por su país de origen. Es el caso de los desplazados colombianos que cruzan hacia Ecuador, Venezuela o Panamá. La situación de Snowden es bien distinta. Otros países del mundo, incluso algunos que no son necesariamente por gringos anunciaron su negativa de asilo a Snowden. Venezuela y Nicaragua, más por un acto de rebeldía anti imperialista que por cuestiones humanitarias decidieron otorgarlo. Maduro y Ortega hacen parte del club de presidentes del continente que creen que la injerencia de los Estados Unidos debe ser mantenida a raya, y esta es una forma de mostrarle los dientes al imperio. Aún no se conoce pronunciamiento oficial por parte de Estados Unidos a la noticia. Valga recordar que este país aún no ha reconocido oficialmente a Maduro como presidente, a pesar de que se han reunido con el canciller Jaua. Para Colombia, socio predilecto de Estados Unidos en la región y uno de los principales receptores de ayuda estadounidense, que Venezuela, su vecino, desafíe de esta manera al país del norte, puede resultar incómodo. Tan solo hace un mes las relaciones entre ambos países se afectaron porque el presidente Santos recibió en Bogotá al líder de la oposición venezolana, Henrique Capriles, luego de que Santos se hubiera reunido días antes con Kerry y hubieran conversado de la situación en Venezuela, como el mismo Kerry lo dijo previo a su visita. Si el presidente Maduro exige un apoyo en bloque a los países de la región, sobre su aceptación de Snowden, como lo pidió anoche en el caso de Evo, Colombia estaría nuevamente en una posición incómoda frente a sus vecinos. Aún no se conoce reacción de Edward Snowden sobre el ofrecimiento de los dos países latinoamericanos. El mundo espera ansioso el desenlace de este caso, que en un inicio era una historia más de espionaje, pero que al paso que va, se está convirtiendo en la disculpa para relanzar un escenario anacrónico de guerra fría, pero con estilo bolivariano.