Las cifras de maltrato infantil en Colombia son preocupantes, según Medicina Legal el año pasado 8.466 menores fueron víctimas de violencia no letal, como maltrato intrafamiliar. Durante la cuarentena el ICBF ha atendido 1.250 niños, niñas y adolescentes para reestablecerles sus derechos, tras ser vulnerados. SEMANA habló con Ángela Rosales, directora nacional de Aldeas Infantiles SOS Colombia, sobre cómo afecta el aislamiento obligatorio a la niñez y cuáles son las estrategias a las que pueden recurrir los padres en tiempos de mayor estrés por el aislamiento, lo que puede hacer que las tasas de violencia aumenten. SEMANA: ¿Por qué se aumenta el riesgo de maltrato infantil durante la cuarentena? Ángela Rosales: El maltrato contra la niñez, especialmente el abuso sexual, está dado sobre todo por los familiares. La violencia sucede en la casa, de parte del padre, la madre, los abuelos, tíos, las personas que están cuidando los niños. Muchas veces la situación de maltrato se ve mitigada cuando el niño tiene ocupaciones diferentes, es decir cuando va al colegio, al jardín o está en una actividad recreativa. Le permite estar menos expuesto a la persona maltratante, y ayuda a que otras personas se den cuenta, puedan identificar el riesgo y denunciar. En este momento, en la cuarentena, está todo el tiempo bajo el cuidado de personas que tienden a ser normalmente sus violentadores. Tradicionalmente estas cifras de maltrato no se han disminuido, año tras año vemos que crecen, y en una condición como la que vivimos hace que los niños y las niñas estén siendo más violentados.
SEMANA: ¿La restricción de consumo y compra de bebidas alcohólicas podría ayudar a disminuir los casos de maltrato infantil? A.R.: Podría, sí, sin embargo, si bien es cierto que el consumo de bebidas y de droga por parte de los cuidadores de los niños es una causa de vulneración de derechos, la principal sigue siendo las pautas de crianza inadecuadas, es decir, golpear a los niños, amarrarlos, encerrarlos, así como el abuso sexual. Las medidas de estar en casa son muy buenas para proteger la salud de los niños y las niñas, pero puede desencadenar una nueva crisis de violencia contra la niñez. Hay que gestionar las dos crisis, para que no se enfermen y mueran por coronavirus, pero tampoco se enfermen y mueran por causa de la violencia en sus propias familias. SEMANA: Las líneas en las que se puede denunciar siguen activas, ¿qué tan eficaces pueden ser si se considera que van a estar siempre en la casa, junto a su agresor? A.R.: La competencia de las autoridades de responder frente a las denuncias sigue activa y es de carácter urgente, los niños y las niñas tienen unos derechos prevalentes, es decir, que cualquier denuncia para su protección, por abuso sexual, maltrato o abandono, debe ser atendida rápidamente por parte de las autoridades, esto está vigente aún en este contexto. Hay que seguir denunciando en la línea 141 del ICBF o la Línea Púrpura en el caso de Bogotá. También es importante que las autoridades en este apoyo que dan a las familias más vulnerables entiendan que hay que incluir el factor de violencia contra la niñez como parte de la gestión del coronavirus, porque no podemos pretender que los niños y niñas en mayor situación de vulneración reciban un alimento, su familia tenga apoyo, pero no seamos capaces de visitar a muchas familias que por diferentes medios ya han estado en la estadística de vulneración de los derechos de sus hijos e hijas. SEMANA: ¿Qué puede hacer un vecino en caso de escuchar un caso de maltrato contra un menor? A.R.: Desde Aldeas Infantiles siempre hemos dicho que los niños y las niñas son de todos y todas, está la responsabilidad en la familia de cuidar de ellos, pero muchas veces es la ayuda de un vecino o de un pariente, que no necesariamente vive con el menor, pero que conoce la situación la que les ha salvado la vida. Hay que denunciar, si uno no lo hace en muchos casos las autoridades nunca van a llegar a poder investigar si efectivamente hay violencia contra esa niña o niño. A veces nos callamos porque dudamos, pero hay que pensar que primero hay que proteger la vida de los niños y niñas, y actuar.
SEMANA: En muchos países aumenta el maltrato infantil por las cuarentenas, ¿pero dentro del contexto colombiano qué los hace más vulnerables? A. R.: El contexto actual de migración ha generado una cantidad de niños y niñas en Colombia muy afectados. También nuestra población colombiana tradicionalmente ha tenido grandes tasas de violencia contra la niñez, basadas en la práctica de enseñar a los niños a punta de golpes, encerrarlos, restringirles la comida. Está demostrado que así no aprenden, solo les produce miedo. Aprenden a decir mentiras para evitar un golpe y mantener unas relaciones distantes con sus papás, que producen relaciones inadecuadas con los adultos referentes, porque crecen bajo el miedo y no bajo el amor y la protección. No se puede olvidar el contexto de la violencia social que ha producido generaciones de niños afectados por el conflicto, desplazados, que viven en situaciones de confinamiento o que han sido víctimas de explotación y reclutamiento forzado. Este momento de la cuarentena puede ser una oportunidad para resignificar el rol de los niños y las niñas en las familias y comunidades. Que se establezcan relaciones mucho más sanas. La mayoría de los padres y madres no cuidan bien a sus hijos no porque no quieran, sino porque no lo saben hacer mejor. SEMANA: ¿Cuáles pueden ser unas buenas prácticas para el cuidado de los niños durante esta cuarentena? A.R.: Primero hay que entender que nosotros educamos a nuestros hijos e hijas con base en la experiencia que tuvimos en la niñez, positiva o negativa. Entonces hay que entender cómo fue mi infancia y estar seguro de que mi situación emocional es positiva para mi relación con mi hijo, hay que ser muy consciente de mis emociones y controlarlas. En momentos en que estamos en casa la participación de los niños y niñas es muy importante, hay que escucharles cuáles son sus ideas, qué oficios podemos repartir, en qué se comprometen ellos, qué actividades ellos pueden liderar en familia, como un juego o un deporte. Eso hace que ellos sientan que tienen un rol importante dentro de su familia. Tenemos que ser conscientes de que los niños necesitan una rutina, hay que poner unas reglas de casa: a qué hora nos vamos a levantar, a qué hora estudiamos, almorzamos, y que el fin de semana sea diferente a los días entre semana para que los niños sientan que hay un ritmo de vida.