Jorge Rodrigo Tovar, hijo de Rodrigo Tovar, conocido como Jorge 40, un paramilitar condenado a 40 años de prisión por su papel como jefe de las AUC en Colombia, no la ha tenido fácil en la búsqueda de una de las 16 curules para la paz creadas tras los acuerdos entre el Gobierno y las Farc en La Habana.

Ahora, con la curul de congresista en sus manos tras ganarla en las urnas, Tovar dice que continúan las amenazas contra de su vida. Este martes reveló, a través de su cuenta personal de Twitter, que llegará al Congreso en medio de intimidaciones en su contra.

“Mañana tomo posesión como congresista en medio de amenazas en contra de mi vida y la de mi familia. A quienes insisten en la violencia, un mensaje: Desde el primer día trabajaré para que todos los fusiles que siguen amenazando y asesinando hermanos colombianos se silencien”, dijo.

Mostró en su mensaje una publicación que, según se lee, sería del Frente Camilo Torres Restrepo del ELN, en el que expresan: “Declaramos objetivo militar al señor Jorge Rodrigo Tovar, hijo del narcoparamilitar Jorge 40, quien le usurpó a las víctimas un espacio en el Congreso, desde donde quiere seguir expandiendo la red criminal de su padre”.

El congresista electo, quien laboró durante meses como asesor del despacho del Ministerio del Interior con Alicia Arango, saltó al escenario político y se alzó con más de 35.133 electores en los comicios del 13 de marzo.

Su aspiración resultó polémica. Algunos congresistas como Antonio Sanguino, de la Alianza Verde, cuestionaron que el hijo de uno de los más sanguinarios paramilitares en Colombia se hiciera llamar víctima del conflicto armado. De hecho, Sanguino acudió a las vías judiciales para atravesarse a la carrera política de Tovar, pero no lo consiguió.

Sanguino argumentó en su momento ante el Consejo Nacional Electoral que la curul de las víctimas “no es para los paramilitares. Es de las víctimas”. Además, afirmó que el joven había sido contratista de la Alcaldía de Valledupar, el Ministerio del Interior y fue director del Grupo de Articulación Interna para la Política de Víctimas del Conflicto Armado.

El Consejo Nacional Electoral, que falló en favor de Tovar, consideró, entre otras, que en Colombia los delitos de sangre no existen, es decir que el entonces aspirante al Congreso era ajeno al pasado oscuro de su padre.

Además, el hijo de Jorge 40 se registró en la Unidad Nacional de Víctimas, un requisito para aspirar en estas elecciones, porque uno de sus tíos fue asesinado a finales del 2000.

Pese a los cuestionamientos, Yoyo Tovar, como se le conoce al joven abogado, obtuvo la mayoría de sus votos en Valledupar (14.222 electores).

También resultó triunfante en Fundación, Aracataca, Dibulla, Fonseca, Pueblo Bellos y San Juan del Cesar. Es decir, en siete de los 13 municipios que conforman la circunscripción del Cesar y La Guajira avalaron su aspiración.

Jorge 40, su padre, fue comandante del Bloque Norte de las AUC, un paramilitar al que le atribuyen homicidios de varios sindicalistas de la minera Drummond, violencia sexual, destierro y masacres como la de la Nueva Venecia donde 39 personas murieron. Tovar estuvo en una cárcel de máxima seguridad en Estados Unidos desde 2008, pero en 2020 fue deportado a Colombia, donde deberá permanecer tras las rejas más de 20 años.