Durante su última jornada de declaraciones sobre la guerra en Colombia, el exjefe paramilitar Salvatore Mancuso reveló nuevos detalles que darían cuenta de la relación existente entre los grupos subversivos y el DAS, la antigua agencia de seguridad estatal.
De acuerdo con la versión entregada por el exlíder de las Autodefensas Unidas de Colombia, el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) brindaba a los paramilitares información y nombres de profesores de la Universidad de Córdoba y las AUC se encargaban de asesinarlos.
“La universidad fue testigo de una situación en la que se reprimieron manifestaciones públicas y se asesinaron estudiantes y profesores que lideraban o participaban en eventos contrarios a los intereses de los paramilitares”, declaró Mancuso.
Lo anterior tenía como propósito, entre otras cosas, incidir en el nombramiento de rectores para acaparar el control del Consejo Superior. Ese mismo modelo, atroz y aberrante, se habría replicado en instituciones de educación superior ubicadas en Atlántico, Cesar, Sucre, Magdalena y Norte de Santander.
Incluso también reveló que, en algunas ocasiones, la Policía colaboraba con ellos para cometer sus fechorías. En el caso específico de Córdoba, Mancuso reconoció que participó en el homicidio de René Cabrales Sosa, quien se desempeñaba como presidente del sindicato de la Universidad de Córdoba.
Durante cuatro extensas sesiones, el excomandante paramilitar Salvatore Mancuso Gómez respondió todo tipo de preguntas ante la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) sobre el origen del proyecto paramilitar en la década de los ochenta, así como el apoyo irrestricto que recibieron de altos mandos de la fuerza pública, la información de inteligencia que les entregaba el DAS y el apoyo a varios dirigentes políticos.
Pese a que mucho de lo dicho por Mancuso ya se había escuchado durante sus audiencias en Justicia y Paz -tribunal que fue creado tras la desmovilización de los paramilitares en el 2005-, algunas de sus declaraciones llamaron la atención de propios y extraños sobre aquellos que apoyaron el proyecto paramilitar, conformando alianzas que fueron fundamentales para su expansión, fortalecimiento y enriquecimiento:
- El excomandante paramilitar aseguró que fue reclutado, armado, entrenado por las Fuerzas Militares. El apoyo de altos mandos fue clave para el fortalecimiento del proyecto.
- Los paramilitares estuvieron detrás de la “farsa” de la desmovilización del Ejército Popular de Liberación (EPL). Para esto, se reunieron con el entonces presidente Ernesto Samper Pizano y su ministro, Horacio Serpa Uribe. Los desmovilizados del EPL entraron inmediatamente a las filas de las AUC.
- Los paramilitares arrojaron a la zona fronteriza con Venezuela los cuerpos de 200 víctimas. Por petición de dirigentes políticos y mandos militares se tomó esta decisión. Mancuso se comprometió a ayudar con la búsqueda de los cuerpos.
- En la década de los noventa, el periodista Francisco Santos, el dirigente político conservador Carlos Holguín Sardi, el presidente de Fedegán Jorge Visbal Martelo, el director de Fenalco Sabas Pretelt de la Vega y el empresario César Gnecco solicitaron la creación de bloques paramilitares en diferentes departamentos para enfrentarse a la guerrilla de las Farc.
- Tras exponer en un consejo comunitario que lo iban a matar por denunciar los nexos entre la clase dirigente de Sucre y los paramilitares, el Gobierno le retiró el esquema de protección al alcalde de El Roble, Eudaldo Díaz. Pocos días después, fue retenido, torturado y asesinado por las AUC por petición del gobernador Salvador Arana Sus.
- Las Autodefensas le entregaron al Gobierno la ubicación exacta de los comandantes de las Farc Rodrigo Granda, conocido como El Canciller, quien se encontraba en Venezuela, y Luis Édgar Devia, alias Raúl Reyes, quien estaba en la frontera con Ecuador. Esta información fue utilizada para los operativos militares.
- Los paramilitares apoyaron las campañas presidenciales de Horacio Serpa, Andrés Pastrana y Álvaro Uribe Vélez en la década de los noventa.
- El DAS tenía como objetivo militar a los representantes de izquierda, Gustavo Petro Urrego, Álvaro Leyva Durán y Piedad Córdoba.
- Mandos militares le pidieron a Carlos Castaño Gil ordenar el crimen del humorista Jaime Garzón Forero y del abogado Gonzalo Gallón. Tras la ejecución del primero, Castaño reversó la segunda orden por el rechazo de la sociedad colombiana.
- Pedro Juan Moreno, secretario de Gobierno de la Gobernación de Antioquia, solicitó la ejecución de las denominadas masacres de El Aro y La Granja, registradas en julio de 1997.