La llegada del jefe exparamilitar Salvatore Mancuso al país, tras pagar una condena en Estados Unidos, se hizo bajo un estricto operativo de seguridad. Fue trasladado al pabellón de extraditables de la cárcel La Picota, en Bogotá, donde se conocieron detalles de cómo será la vigilancia y las condiciones bajo las que estará recluido.
Hacia las 6:50 p.m. de este martes 27 de febrero, despegó un helicóptero de la base antinarcóticos de la Policía Nacional con el exparamilitar, rumbo al centro penitenciario, donde permanecerá aislado y sin contacto con otros reclusos.
Mancuso, quien arribó este martes 27 de febrero a las 2:30 p. m., deportado desde el país norteamericano, “va a estar aislado en una celda de 3 x 4, aproximadamente, ocupada solo por él”, explicó el director del Inpec, coronel Daniel Fernando Gutiérrez, quien también detalló que una guardia especializada de 64 hombres estará a cargo de su cuidado.
“Es una guardia especial que hemos venido trabajando con la Embajada americana, que ha sido capacitada, entrenada, se le ha hecho polígrafo; son los encargados de custodiar y vigilar a todos los extraditables”, dijo Gutiérrez.
Las medidas de seguridad son extremas. Cinco filtros componen el acceso a la celda donde se encuentra el exparamilitar. Para el ingreso, solo tendrá ingreso el oficial del servicio y un pabellonero. Además, habrá un dispositivo “perimetral” para garantizar su seguridad y evitar cualquier intento de fuga, en el remoto caso de que lo pretendiera.
“Con respecto a la seguridad perimetral, hemos venido articulando, en el marco de emergencia de cárceles penitenciarias, el apoyo de la Policía Nacional. Eso ya lo vamos a tratar con más detalles, pero, en este momento, hay registros esporádicos por parte de la Policía en la parte perimetral”, señaló el director del Inpec.
Otro de los puntos que será totalmente vigilado es la comida que vaya a consumir Mancuso, para evitar un ataque contra su vida, pues el exparamilitar es pieza clave en su promesa de contar todo lo que sabe sobre el conflicto armado en Colombia y sus protagonistas.
“Estamos muy atentos a que no vaya a ser envenenado”, afirmó el coronel Gutiérrez.
“Hay unas instrucciones de seguridad frente a este tema y una posibilidad de que renuncie a la alimentación que le da el Inpec y pueda tener unas condiciones especiales; un ingreso de comida no especial, pero bajo estrictas medidas de seguridad, para evitar cualquier hecho que se pueda presentar frente al riesgo de su seguridad”, añadió.
Asimismo, el Inpec está analizando si es posible que reciba visitas y cómo será su traslado para cumplir con los requerimientos con la Justicia como beneficiario de la ley de justicia y paz, ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).