Desde una cárcel de Georgia (Estados Unidos), el excomandante paramilitar Salvatore Mancuso Gómez manifestó que está dispuesto a comparecer ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) para la “audiencia única de verdad” con el fin poner de reiterar su voluntad para dar más información sobre el conflicto armado interno y reparar a las víctimas de los actos atroces que ejecutaron las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
En la misiva de dos páginas enviada al magistrado Eduardo Cifuentes, Mancuso ―quien era conocido con el alias de El Mono― cuestionó el hecho que la misma JEP les impusiera una especie de ultimátum para aportar a la verdad. En este sentido, considera que de un tajo se está omitiendo lo que se realizó en el marco de la Ley de Justicia y Paz, la cual se conformó tras la desmovilización de los grupos paramilitares. “En los 16 años que cumplí vinculado a justicia y paz, he participado en 1.759 audiencias, versiones libres, reconocimientos de responsabilidad, solicitudes de perdón y toda clase de actividades de reconciliación y aportes a la verdad”.
Debido a esto, no considera prudente que se fije una audiencia única, pues siempre ha visto a la JEP como un espacio para seguir colaborando con la justicia con todas las garantías tanto para él como para las víctimas. “Es la primera oportunidad para tener seguridad jurídica, financiera, social y mediáticamente junto a nuestros familiares y amigos por parte de algunos fiscales y funcionarios corruptos”.
El excomandante paramilitar, quien comandó varios Bloques en el norte del país, es el momento indicado para entregar toda la información y que los hechos que ejecutaron los paramilitares durante años no se presenten nuevamente. Esto ayudará a cumplir una de las propuestas presentadas por el presidente Gustavo Petro para lograr la paz.
“(:...) Y al país para no repetir las violencias y buscar cambios políticos y sociales que nos den oportunidades a todos, no a unos pocos. De eso trata también el perdón social y la paz total a la que se comprometió el presidente Petro”. Para Mancuso, lo más importante en esta etapa es contar la verdad y reparar a las víctimas del conflicto armado.
En otro de los apartes de la misiva, Mancuso aclara que esta no es la última oportunidad para contar su verdad, sino que, en realidad, se trata de la primera, por lo que pide que no se condicione su sometimiento “para que nuestra verdad sea útil a las víctimas, para mitigar su angustia y acceder a una reparación con una posibilidad digna para que puedan rehacer sus vidas, sin temor a ser revictimizados después de tanto esperar ante el dilatado e interminable proceso de Justicia y Paz”.
Por estos hechos, espera que la audiencia a la que será citado junto al también excomandante paramilitar Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40, no sea la última. “Es la primera oportunidad que tiene Colombia de cerrar este capítulo de violencia y volver a empezar. No permitamos que se dilapide este esfuerzo por presiones de cualquier tipo en contra de la paz total”.
El conflicto interno
Mancuso reveló que actualmente el país se encuentra en una situación similar a la que vivieron ellos cuando decidieron empuñar las armas y enfrentar a los grupos guerrilleros y al mismo Estado por el control territorial. “Enfrentamos una lucha contrainsurgente con tantísimas imbricaciones que nos llevó a luchar por el control del poder territorial, social, político y económico de las regiones”.
Esto por el vacío del Estado y la falta de presencia de las autoridades. “O por conveniencia nos tenía la delegaba y por ello, a tener dominio y control de buena parte del territorio nacional, de buena parte del parlamento colombiano (y del Estado), como un efecto lo conseguimos. Nos servimos de las economías lícitas e ilícitas que encontramos en las regiones donde ejercimos dominio y control para financiar la guerra, de la misma manera que lo hicieron las Farc o lo hace el ELN y de la misma manera como lo hizo el Estado para la estabilización de sus economías entre la bruma y la guerra”.