Un mes después de haber sido capturado, el alcalde de Cartagena, Manolo Duque Vásquez, fue enviado a la cárcel por orden del Juez Cuarto Penal con funciones de control de garantías. La decisión fue adoptada tras considerar que el mandatario, presuntamente, acordó con una coalición de 14 concejales elegir como contralora a la candidata que no reunía los requisitos a cambio de cargos en la administración. Duque fue conducido a la cárcel para funcionaros públicos ubicada en el municipio de Sabanalarga, Atlántico. También fueron enviados a ese centro de reclusión la contralora beneficiada con el pacto, Nubia Fontalvo, el concejal Jorge Useche Correa y el hermano de crianza del alcalde, José Julián Vásquez Buelvas, porque, de acuerdo con el juez José Luis Robles, los delitos imputados por la fiscalía a los cuatro detenidos si estaban tipificados en las conversaciones telefónicas. La detención del alcalde Manolo Duque fue anunciada por el mismo Fiscal General de la Nación, Néstor Humberto Martínez, hace un mes, cuando informó en Cartagena sobre los resultados de la Operación Heroica Fase I. Ese mismo día el fiscal anunció la existencia de suficiente material probatorio que comprometían al alcalde, a su primo José Julián y a 14 concejales, quienes se habrían puesto de acuerdo para elegir como contralora distrital a la abogada Nubia Fontalvo, quien además no reunía los requisitos porque no había alcanzado al puntaje exigido. Los delitos que le imputan al alcalde son concierto para delinquir, tráfico de influencias de servidor público y cohecho por dar u ofrecer. A la contralora Nubia Fontalvo le imputaron los presuntos delitos de concierto para delinquir y cohecho impropio; al concejal Jorge Useche, las supuestas conductas de cohecho propio, tráfico de influencias de servidor público y asociación para la comisión de un delito. El cuarto imputado, el particular José Julián Vásquez, a quien en la sociedad describen como "el poder detrás del alcalde", le fueron imputados los presuntos delitos de cohecho por dar u ofrecer en concurso homogéneo y sucesivo, tráfico de influencias y usurpación de funciones de servidor público. El material probatorio al que se refería el fiscal general consistía en unas conversaciones telefónicas entre los imputados. Son centenares de llamadas telefónicas en las que los detenidos conversaban sobre la manera cómo acordaron la elección de la contralora en reuniones previas a la elección, e incluso, una reunión en el despacho del mismo alcalde. En las mismas conversaciones, que se constituyen en la más fuerte prueba contra los detenidos, acuerdan el reparto de unos cargos tanto en la Contraloría como en distintas dependencias del distrito de Cartagena. A tal punto que la misma contralora, en una de las conversaciones, dijo que no le dejaron nombrar ni a la secretaria. En estas cinco semanas el alcalde y sus compañeros de causa han dormido en un salón del CTI de la dirección seccional de la Fiscalía en Cartagena. Manolo Duque, además, se encuentra suspendido de sus funciones como alcalde por la Procuraduría General de la Nación que le sigue una investigación disciplinaria por la responsabilidad administrativa en la caída del Edificio Portal de Blas de Leso II, donde murieron 21 personas y otras 10 resultaron heridas, el pasado 27 de abril.