Cinco meses después de que David Emanuel Manotas Char presuntamente asesinara a su vecino José Cifuentes en Bogotá, la Fiscalía lo acusó formalmente. En la diligencia ante el juzgado 27 de conocimiento, un fiscal le endilgó el delito de homicidio agravado, conducta que lo llevaría a pagar una pena de hasta de 40 años de cárcel. "La Fiscalía considera que tiene todos los elementos necesarios para comprobar los agravantes. Se probará que el señor Manotas actuó con sevicia al momento del homicidio", indicó el ente investigador, al tiempo que aclaró que Cifuentes se encontraba en estado de indefensión cuando fue apuñalado y lanzado por el balcón. En la madrugada del pasado primero de septiembre, Manotas de 39 años, barranquillero, al parecer no toleró que Cifuentes le reclamara el alto volumen de su equipo de sonido y decidió -según los señalamientos-, atacar a su vecino lo que terminó por quitarle la vida, señaló el propio subcomandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, coronel Camilo Cavana. Cifuentes, de 38 años, era oriundo de La Dorada (Caldas) y corredor de bolsa del sector agropecuario. ‘Tata’, como lo llamaba su familia, llevaba viviendo siete años en el edificio, encima del apartamento 304 donde residía Manotas. Algunos vigilantes y vecinos consultados luego de los hechos por Semana.com dijeron que los dos hombres habían sostenido discusiones anteriores por el comportamiento de Manotas, quien -según los vecinos- regularmente rompía la paz y la convivencia al interior del edificio el que residía. El mismo Manotas, tres meses antes del incidente, había aceptado su mal comportamiento en una carta que envió a la administración, para luego presentar disculpas. A pesar de ello, todo continuó. El día del trágico hecho, Francisco se molestó por el estruendosa música puesta por su vecino y decidió reclamarle, Manotas. La respuesta de Manotas fue tomar un cuchillo, atacar a Cifuentes y, luego, arrastrarlo hasta el balcón, desde donde lo arrojó al vacío, según la versión de los testigos. Al caer, la víctima además sufrió un trauma craneoencefálico severo y politraumatismos en todo el cuerpo, lo que quedó consignado en el informe del Centro Regulador de Urgencias del Distrito, que envió una ambulancia al lugar. Mientras tanto, David salió de su apartamento, sin camisa, y tomó el ascensor hacia el primer piso. Sólo lucía una sudadera y unas medias blancas en su huida, según contó a este portal uno de los vigilantes. Tres horas después, Manotas fue capturado cuando se refugiaba en un supermercado en el sector de La Castellana. Allí, su comportamiento y el pantalón ensangrentado que aún vestía terminaron por delatarlo. En uno de sus bolsillos, la Policía halló un arma blanca, la misma con la que habría puesto fin a la vida de su vecino.